Idol

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Mucho se habla del estilo de vida de las Idols, como son acosadas, como sufren ante los esterioripos, sufren de incluso violaciones con tal de llegar a la sima, pero ¿Y los hombres? Si entramos en contexto, se tiene la idea de que ellos la tienen realmente fácil por ser hombres, pero ¿Qué pasa cuando un Idol es acosado? ¿Violado? ¿Tiene probl
emas alimenticios por esterioripos idiotas? No es como que se les tome importancia.

Ahi estaban, una vez más viendolo en aquella pantalla grande, son pobres y no pueden ir tal cual a un co
ncierto, su hermosa cara, sus ojos, sus pecas, esa hermosa piel blanca como la nieve, que se vei suave al tacto, con el micrófono en mano cantando y sonriendo al público y a la cámara, simplemente hermoso y maravilloso, así era Izuku Midoriya, o su nombre de artista "Deku" el hermoso y famoso Idol del momento, sus canciones eran todo un tema, siempre.

Claro aquella hermosa cara de bebé le favorecía mucho, claro tanto fans masculinos y femeninos lo aclamaban a mil, aquel bello ser que ahora mismo veían desde un cine en Tokyo, el pecoso se presentaba en Kioto, pero como dije antes, no podían ir a ese lugar, así que debían conformarse con verle desde una pantalla grande con muchos más fanáticos que tenían sus sables de luz verdes fosforescente mientras el pecoso era transmitido en vivo por la misma empresa a su cargo.

- ¡Carajo! ¡Algún día conoceremos a Deku lo aseguro! - grito uno de sus compañeros, aquel rubio miraba con emoción al lindo peliverde sobre todo cuando sonreía.

- ¡Cállate rata electrica! - Bakugo, aquel que realmente se hacía el que no quería estar en ese lugar, pero, era muy obvio su emoción - no me dejas ver con atención al estúpido de Deku - ¿Ven? Le encanta estar ahí.

- Tranquilos chicos, oh Mina nos va a matar por arruinar esto - hablo ahora Sero, la chica antes mencionada se acercó a ellos, está lloraba a mares por la emoción.

- ¡Wuaa! ¡Deku cásate conmigo porfavor! - lloriqueaba la pelirrosa.

- ¡Vamos todos! ¡Esas palmas para que comience "Hello"! - gritaba aquel hermoso pecoso en el escenario.

- Si... Deku es... Especial - hablo él, todos le vieron curiosos ante sus palabras, hablo con tanto cariño que parecía un amor verdadero.

- Hablas como si enserio te hubieras enamorado... - burló el rubio.

- ¿Qué tal si sí? - hablo curioso y riendo levemente, mientras veía en la pantalla al hermoso pecoso cantar con pasión.

- Bro, no es por quitarte las ansias, pero deberías reconsiderar, en mil siglos vamos a poder siguiera estar a diez metros de Deku... Mejor supéralo - hablo Sero.

- Vayanse a la mierda, Deku jamás se enteraría de nuestra existencia, aunque lo amemo... Digo, ames mucho no pasará nada - hablo molesto el cenizo, él al igual que su compañero sentía mucho por aquel pequeño, de hecho, no era el único, aquel quinteto de amigos estaban realmente enamorados del pecoso, no había duda que aquel pequeño se había robado el corazón de los cinco.

- Pero... Vale la pena intentarlo... - dijo mirando al pecoso bailar al ritmo de su propia música.

Mientras tanto, en Kioto aquel hermoso pecoso miraba a todo su público con una sonrisa, amaba eso, aquella sensación de estar frente a miles de personas que te admiran, que te aplauden y aclaman, ver los sables de luz verde adornar el escenario sin duda lo llenaba de alegría, además, sabía bien que no eran los únicos viéndole, por algo las cámaras que se movían por el escenario de un lado a otro grabando cada movimiento y letra que salia de sus labios, estaba contento y animado.

O fue así hasta que el concierto termino.

- ¡Muchas gracias! ¡Muchas, muchas gracias por haber estado aquí! ¡Los espero la próxima! ¡Adiós, adiós! - sin más el lindo pecoso se fue del escenario, dado por terminado el concierto, aquella hermosa sonrisa se desvaneció de inmediato al ver a su jefe ahí parado frente suyo, ya tras bambalinas claro.

- Lo hiciste bien Midoriya - hablo aquel gran hombre de hombros y espalda ancha - como siempre siendo perfecto - Izuku se encogió en su lugar al escuchar la voz del mayor, abrazando su brazo cubierto por una chamarra verde.

- Gra-gracias I-Iida-Sama... - dijo con nervios, no miraba al mayor, no quería verle, este sin embargo, tomo su mentón obligándolo a levantar la mirada, aquellas esmeraldas chocaron con sus profundos ojos azules detrás de aquellas gafas - y-yo... Debo ir a... Camb-iarme... E-estoy muy sudado y...

- Ey Midoriya... Será rápido, anda - el menor sintió la grn mano del peliazul rodear su cintura y pegarlo a él, el pecoso sintió asco por ello - además, de esto depende tu siguiente concierto - Izuku sintió como el mayor mordía su oreja, al escuchar aquellas palabras se asusto, no podía dejar solos a sus fans, sabía bien que él era incluso una clase de soporte emocional más que un interés romántico, así que por ellos, se dejó hacer.

Sintiendo los besos en su cuello, las manos grandes tocando su trasero y poniendo uno que otro dedo dentro de su entrada, por ese momento fue hasta ahí, pero, la última frase del mayor lo aterrorizó.

- Por ahora hasta aquí Midoriya... Nos vemos en mi departamento a las ocho, no llegues tarde... O tus fans también lo harán - sin más el mayor se fue, Izuku no sabía que hacer, se sentía asqueroso.

De la nada llegó uno de los encargados del lugar, la firma de autógrafos sería en ese momento, sin más asintió y le siguió, al llegar al lugar volvió a tener aquella hermosa sonrisa y carisma que tanto lo caracterizaba, nadie sospechaba nada, eso era obvio.

Nunca nadie sospecharía algo.

Hola amores míos! Este es el prólogo de esta nueva cosa q se me ocurrió.

¡Por favor démosle más crédito a las canciones de Daiki son hermosas! En lo personal mi favorita es Gohan jsjsjs y ya que él es la voz del amor de mi vida, es literalmente escuchar cantar a Deku, así ajá... Se me ocurrió jsjsjs, cosas que pasan mis amores.

¡los amo!