Dos chicas universitarias se enteran de la gran repentina desaparicion de su mejor amiga y hermano. Ambas chicas deciden investigar sobre el tema, buscando pistas, hasta resolver el caso, pero durante la investigación, encontrarán cosas que no deber...
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Momo en menos de 15 minutos ya se encontraba lista para ir en busca de Dahyun y dispuesta a investigar un poco mas del caso.
Vistiendo con un atuendo cómodo y abrigado, salió de casa no sin antes hechar un último vistazo a su hogar y cerrar con llave todas las ventanas, también mandándole un mensaje a su mamá que estaría fuera de casa por varias horas y que si no llegaba a dormir, era porque se encontraba con una amiga.
Suspirando y abriendo su auto, se puso en marcha hasta la residencia de los Kim. Dahyun le había mandado un mensaje que la estaría esperando a unas esquinas antes de su casa ya que salía sin el permiso de sus papás y no quería problemas a que estos se den cuenta.
Unos minutos después pudo visualizar la cabellera azul de Dahyun; Estaba parada en una pequeña parada de autobús, vestía de negro como si fuera a robar un banco en busca de varios wones para comprarse muchas cajas de pizza y comerlas en su habitación sin salir hasta el día siguiente.
Una chica ruda pero ante los ojos de la rubia, una chica adorable y tierna.
Se estacionó justo en frente de la coreana y bajo el cristal de su ventana — ¡Hey! ¿deseas subir o te quedarás todo el día parada? — Sus ojos se conectaron por fin y Dahyun simplemente asintió, obedeciendo a la mayor y subiendo en la parte del copiloto.
El silencio era lo único que las acompañaba en ese auto, que por cierto no era para nada incómodo y ambas lo estaban disfrutando.
— ¿Al bosque siempre? — Pregunto la mayor rompiendo el agradable silencio.
— Si, sería un avance investigar un poco más del caso. — Momo asintió, estando de acuerdo con la menor y doblando en una cuadra donde el bosque se alcanzaba a ver.
Estacionaron el auto y bajaron. Las chicas estaban paradas justo en frente de esos grandes árboles y oscuro bosque. Se miraron intentando hablarse por su mirada y decidieron que era tiempo de entrar.
— Traje dos linternas para que podamos ver mejor.— Mencionó la menor entregándole una lámpara de color negro a la nipona.
— Bien, supongo que deberíamos de empezar con la investigación. — Dahyun asintio y empezó a seguir a su contraria a sus espaldas.
Hasta el momento ninguna de las dos había encontrado algo que les favorezca. Siguieron avanzando con el mismo silencio de siempre, algo que empezaba a hartarle a Momo.
Alumbraban sus alrededores y miraban atentas cualquier cosa que pareciera servir de ayuda. Estaban conscientes de que estaban completamente solas, o eso creían y que en un descuido alguien pudiera aparecer y quitarle sus órganos para luego venderlos al mercado negro.
Así que también estaban alertas por si algo así pasase y no sean vendidas en ese mercado.
— ¿Sabes? — Habló la rubia captando la atención de Dahyun — El día que mi hermano salió de casa directo a esa fiesta, yo tuve una pequeña discusión con mi madre — confesó — eran las mismas tonterías de siempre... Alcohol, hombres, gritos y violencia — Dahyun la escuchaba atentamente — Siempre era el mismo dilema. Mamá metía a hombres a casa solo porque no podía vivir sin mi... ¿papá? de alguna manera lo reflejaba de esa forma, algo que a Jae y a mi no nos agradaba pero siempre teníamos que soportar la misma mierda. Tratábamos de entender a Mamá pero ella nunca demostraba querer cambiar — suspiro — Yo le dije a Jae que valla a esa fiesta, para que pueda divertirse y no quedarse en casa para escuchar mis quejas y las de Mamá. Pero si tan solo yo no le hubiera dicho eso... Supongo que estaría con el consolándolo por la misma mierda de siempre, o simplemente estaríamos escuchando las mismas canciones de rock en mi habitación. — Soltó una tonta sonrisa al recordar esos momentos con su hermanito.
