Alicia en el País de las Pesadillas [CUENTO FANTASÍA]

ALICIA EN EL PAIS DE LAS PESADILLAS

En una sociedad perfecta donde la esperanza y la alegría abundaba, vivía una joven llamada Alicia Villian, la heredera del marqués de Gunderberg. Todos en la frontera conocían a la joven nobile, pero no era de su saber, su gran peculiaridad, pues un gran mundo de caos se creaba en su cabeza.

El marqués preocupado por el comportamiento extraño e impredecible de su hija prefería mantenerla encerrada en su castillo, donde la podía mantener oculta de una sociedad a la que no pertenecía y que jamás la aceptaría por su personalidad.  

Alicia se encontraba atrapada en su propio desajuste mental, lo único que la mantenía cuerda era disfrutar de su bello jardín lleno de adorables animales del bosque, como ardillas, pajarillos y sobre todo conejos, pero esa tarde en especial había un conejo un tanto peculiar, estaba segura que jamás lo había visto en su jardín. Este a diferencia del resto de conejos tenia una apariencia desnutrida y descuidada, además de poseer un pelaje oscuro y ojos color rojo sangre, de manera inmediata se siente atraída por este, como si algo en su naturaleza la obligara a contemplarlo, el pequeño conejo empezó a dar brincos alejándose de los limites del castillo, pero Alicia no dudo en seguirlo. Perdiéndose por la espesura del bosque llega a una especie de madriguera en la que ella se asoma en busca de su pequeño nuevo amigo. La oscuridad no la deja observar nada y torpemente se adentra al agujero, cayendo dentro de este, Alicia cierra sus ojos esperando el golpe de la caída, pero algo suave detiene su aterrizaje.

Al abrir los ojos la joven se encuentra sobre una gran red de telarañas, la cual no resiste mucho su peso y termina por romperse, haciendo que Alicia caiga de espaldas al suelo pedregoso.

Siguió el camino de piedras observando todo a su alrededor era un mundo retorcido donde la oscuridad y las pesadillas bailaban un macabro vals. Las criaturas que la rodeaban eran más espeluznantes que cualquier cosa que hubiera visto antes: conejos deformes, gatos de Cheshire con colmillos afilados y sombras que se movían con vida propia.

Mientras vagaba por este nuevo y terrorífico mundo, se encontró con el Sombrerero Loco, quien no solo tenía un sombrero extraño, sino que también parecía tener un sentido retorcido del humor. El conejo negro que había perseguido, ahora era un ser esquelético con un reloj de arena que no dejaba de gotear un extraño liquido color negro y a su lado habían dos niños idénticos con bocas cosidas y ojos blancos, estas criaturas al ver a la intrusa, la llevaron ante la Reina de Corazones, una mujer de mirada gélida con un vestido hecho de piel de serpiente. Ella era conocida por deshacerse de los intrusos arrancándoles el corazón, de ahí su nombre. 

Sin embargo, lo más inquietante de todo fue el Príncipe Oscuro, un hombre misterioso con ojos penetrantes y un aire de peligro que la atrajo inmediatamente. A diferencia del resto de los habitantes de este mundo, el Príncipe la miró con curiosidad en lugar de hostilidad.

«Bienvenida al País de las pesadillas» le dijo con una sonrisa seductora, mientras permanecía de pie junto a la Reina.

El príncipe se sintió irremediablemente atraído por Alicia, una atracción que pronto se convirtió en un amor profundo y retorcido. Como un cuervo cautivado por la luna.

La Reina de Corazones, celosa de la creciente conexión entre Alicia y el Príncipe, se inspiró para deshacerse de ella. Pero antes de que pudiera ejecutar su plan malévolo, el Príncipe Oscuro se alzó contra la Reina, coronando a Alicia como la nueva Reina del País de las Pesadillas.

La problemática no tardó en aflorar. Alicia se encontraba dividida entre dos mundos: El de su pasado, donde no encajaba y este País de las Pesadillas, donde se había encontrado a sí misma y a un amor oscuro pero apasionado. Seducida por la oscuridad de aquel mundo, su identidad se fragmentaba cada vez más. Su reflejo en los espejos distorsionados de este reino ya no la mostraba como una sola entidad, sino como un mosaico de deseos y miedos.

El Príncipe de las Tinieblas, consumido por su amor posesivo hacia Alicia, comenzó a ejercer un control cada vez más asfixiante sobre ella. La mantenía prisionera en su castillo de pesadillas, rodeada con lujos oscuros y sirvientes sombríos que hacían su voluntad sin cuestionarla. Aunque el amor del Príncipe la emocionaba al principio, ahora quería que fuera suya por completo, que renunciara a su antiguo mundo y se entregara sin reservas al oscuro País de las Pesadillas.

Los recuerdos de Alicia eran borrosos, lágrimas oscuras rodaron por sus mejillas, se preguntaba dónde estaba su lugar, y si alguna vez había tenido uno en su antiguo reino.

La relación entre Alicia y el Príncipe llegó a su punto de ebullición. Él no podía soportar que Alicia cuestionara su dominio sobre ella, y ella anhelaba su propia libertad. Una noche tormentosa, en medio de una discusión violenta, un rayo cayó sobre el castillo, incendiándolo en llamas y destruyendo el mundo de las pesadillas que habían construido juntos.

Debido a este suceso Alicia logro escapar. Ahora se encontraba devuelta en su mundo, donde todo parecía extrañamente normal.

La vida en el mundo real se convirtió en una lucha constante. Aunque había ganado un lugar en el mundo "normal", nunca se sintió del todo completa. Las pesadillas la perseguían en sus sueños, recordándole el amor oscuro que había dejado atrás.

Mientras tanto, el Príncipe quedó sumido en un profundo dolor y soledad. Sin Alicia a su lado, su reino de pesadillas se volvió más oscuro y vacío que nunca. Lamentó haberla perdido.

La historia de Alicia en el País de las Pesadillas se convirtió en una leyenda trágica, una historia de amor retorcido y pérdida, donde Alicia nunca pudo encontrar su verdadero lugar y el Príncipe Oscuro quedó condenado a gobernar un reino sin sentido. Y así, en dos mundos opuestos, ambos personajes quedaron atrapados en sus propias pesadillas personales, buscando un consuelo que nunca llegaría.