De 23 a 70. (Parte 1)

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Te enamoras en formas muy extrañas. No creas eso de "Amor a primera vista" son puras palabrerías de poetas deprimidos. Los poetas y escritores famosos nunca te dicen "Te enamoras conociendo a la otra persona" No lo hacen porque simplemente saben que a veces, no te da tiempo de conocer a esa persona y solo te dejas llevar por los momentos que viven juntos. Y es ahí cuando te enamoras, te enamoras de esos momentos, te enamoras de los pequeños roces de manos, te enamoras de sus ojos, te enamoras de sus labios, de sus besos, te enamoras de sus abrazos y de lo cálido que es un abrazo de esa persona cuando el día a sido frió y triste. Te enamoras del sonido de su voz, de la forma en que pronuncia tu nombre y de su forma de caminar y de hablar.

Te enamoras de las partes de su cuerpo. De sus brazos, por abrazarte. De sus ojos, por mirarte. De sus labios, por besarte. De sus manos, por tocarte.

Algunos escritores también hablan del amor como algo ficticio, de algo carnal que solo imaginas sentir, para no vivir en soledad. Hablan de lo falso que puede llegar a ser el amor, de lo cruel y doloroso. Hablan del amor eterno y del amor de tu vida, describiéndolo como algo efímero. Algo que no durara toda tu vida, así lo desees con toda el alma. Pero siempre ahí ese 5% de los sabios escritores que te hacen creer en el amor; Así sea del "Amor a primera vista" o el "amor eterno" Y siempre esta ese afortunado 5% de personas que encuentran su amor verdadero, ese amor verdadero que dura hasta el final de los tiempos. Ese amor que encuentras a los 23 y dura mas allá de los 70.

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Hay millones y millones de formas diferentes en las que dos personas destinadas a estar juntas pueden conocerse, una puede ser; A través de una ventana escribiéndose notas en una hoja de papel. Otra puede ser, en la escuela; Recogiendo una libreta y entregándosela a su dueña. Una forma muy curiosa también seria; Ser la nueva secretaria de tu jefa y enamorarla hasta las trancas.

...

Eran las 5:30am de un viernes, Lauren iba caminando por las calles solitarias de Capitol Hill, solo se escuchaban lo ladridos de algunos perros en la calle y se veía de vez en cuando algunas personas trotando con calma. Lauren era una de esas personas que salen a trotar los viernes muy temprano, intentaba que esa nueva rutina de salir a caminar por las mañanas, lo tomaba como su tiempo de relajación, acababa de terminar la universidad y entre el nuevo departamento y su trabajo en la librería que cubría la mayoría de sus horas, lo único que tenia libre eran esos momentos en la madrugada que tomaba para caminar las calles que ya conocía de la parte central de Seattle. Era difícil para ella, vivir sola por primera vez. Cuando empezó en la universidad siguió viviendo con sus padres, no fue hasta que termino su carrera universitaria que decidió abandonar el nido y volar de Miami hasta Seattle, donde se encontraba ahora, trabajando en una pequeña tienda de libros.

La ojiverde llevaba ya una hora de estar caminando por la calles de su vecindario hasta que decidió regresar a su departamento, caminaba esta vez mas lento, ya eran las 7am y su horario no comenzaba hasta las 8:30am.

-¡Lauren! -Escucho que gritaron su nombre, y sin siquiera darse vuelta para ver quien era, sabia ya de quien venia esa voz. Era la morena de ojos color chocolate que siempre aparecía en sus caminatas mañaneras y en sus horas de trabajo.

-Camila, hola.-Sonrió mirando a la morena que iba vestida con su ropa deportiva de siempre, un pequeño short color rosa y una sudadera azul grande.

Thinking Out Loud ▶(Camren)◀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora