Capítulo 62 ¿Se siente igual?

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Sentada desde la comodidad del diván, la rubia observa atenta los movimientos de Firuze hatun, aún no comprendía la razón por la cual su madre permitió a esa serpiente persa frecuentar los aposentos de su padre y lo que es peor, guardar su secreto

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Sentada desde la comodidad del diván, la rubia observa atenta los movimientos de Firuze hatun, aún no comprendía la razón por la cual su madre permitió a esa serpiente persa frecuentar los aposentos de su padre y lo que es peor, guardar su secreto.

- Ya estoy lista - la voz de su hermana la hizo salir de sus pensamientos.

Sanem enfocó la mirada en la joven de largos cabellos castaños, un vestido rosado cubre su cuerpo, luce hermosa.

- Ya era hora, nuestro padre regresa hoy, deberíamos darnos prisa - se puso de pie.

Sanem extendió su mano y tan solo un instante más tarde Mihrimah la sostuvo. Las hijas del Sultán están emocionadas de volver a ver al patriarca de su gran familia.

Mihrimah detuvo sus pasos para voltear a ver a su criada más fiel - Ven, Firuze, tu también vendrás - invitó.

La Sultana del sol y la luna hizo una mueca ante el apretón de manos que le dio su hermana, dando media vuelta empezó a caminar, jalando la mano de la mayor.

- Es un encuentro familiar, la esclava no pinta nada - la rubia susurró con molestia al oído de su hermana.

- No es para tanto - Mihrimah se encogió de hombros.

- Luego no digas que no te advertí - murmuró antes de tomar cierta distancia del rostro de su hermana.

Mihrimah portadora de hermosos cabellos chocolate, lleva una sonrisa en su rostro, nada podía quitarle la alegría de volver a ver a su padre.

Mientras Sanem se ve serena y un poco seria, sus cabellos rubios se encuentran recogidos en un chongo, luce un vestido azul claro que denota su inocencia y pureza.

Ambas hermanas detuvieron el paso al ver frente a ellas a su hermano el Príncipe Mehmed, la jóvenes del harem se amotinaron para verle, Mihrimah río en voz baja ante la situación mientras Sanem tenía una sonrisa de lado en sus rosados labios.

- Hermano - Mihrimah saludó.

- Mihrimah, Sanem, se ven encantadoras en el día de hoy - una sonrisa amable surcó su rostro.

- ¿Solo el día de hoy? - la mayor cuestionó indignada.

El joven Príncipe negó - Me disculpo, siempre se ven encantadoras - dio un paso atrás y señaló el camino.

- Haz causado un revuelo en el harem - la segunda hija del Sultán hablo divertida.

Mehmed detuvo sus pasos - Estas exagerando - bufó.

- Todas se volvieron locas cuando te vieron - Mihrimah continuó.

- El Príncipe ha crecido fuerte y es muy apuesto - Firuze hatun de acercó al Şehzade, arreglando el cuello de su traje.

- Eso lo sabemos hatun - Sanem respondió.

Firuze se alejó del Príncipe de manera inmediata, sin importar cuánto esfuerzo haya hecho para agradarle a la hija mayor de la Sultana Mevkive, nada funcionó. Hizo una reverencia alejándose lo suficiente de los hermanos, la joven Sultana era despiadada a diferencia de su madre y sabía con certeza que si no cuida de sus palabras y acciones frente a ella sufrirá las consecuencias más tarde.

La eterna favorita || Mevkibe SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora