En alguna parte del reino, dos idiotas estaban más calmados de lo normal, esto debido a que se encontraban perdidos en sus pensamientos."Quizás su plan si funcione, la reina es un poco ingenua, no es por insultarla o ofender la, pero si lo es"- pensaba el sapo ese.
"Rayos, me pregunto si Tamataki y Chamataki ya le habrán dado de comer a Kitty"- pensaba el bufón, con la cabeza recargada sobre su mano morada.
El sheriff volteo a ver al contrario.
-¿Y entonces?- pregunto repentinamente.
-¿Entonces qué?- respondió inmediatamente el bufón, mientras veía al sapo sin interés alguno por el.
-¡Tu plan, idiota, dijiste que empezaríamos hoy pero llevamos más de media hora aquí sentados sin hacer absolutamente nada!- grito, alzando sus brazos.
-Pues si, ¿pero qué podríamos hacer? No creo que quieras hacer algo conmigo o yo contigo- movió su brazo y pico la cara del sapo, donde se supone que debería haber una nariz. -¡Pop! Piensa, rana, piensa.
El sheriff agarro el brazo morado del bicolor y lo jalo hacia el, haciendo que el bufón caiga encima de el.
-No tengo ni ganas de pelear nuevamente- exclamó Bittergiggle, mientras se trataba de levantar, pero nuevamente fue jalado, y esta vez de la pierna, haciéndolo caer de senton. -¡Auh!, ¡Eres un pendejo, Toadster!- a modo de vengarse del sapo, le quito su sombrero. -¡Ya te dije que no quiero pelear!
-Es para reforzar la amistad- le respondió el sapo, haciendo el símbolo de paz y amor con sus manos. -Ahora, dame mi sombrero y yo te devuelvo tu zapato de payaso.- Exclamó mientras le mostraba el zapato verde que le había quitado al contrario.
-¡No es de payaso, ya te lo dije, soy un bufón!- grito.
-Es lo mismo, ambos son un chiste andante- se cruzo de brazos -Ya dame mi sombrero.- de manera super amable, le aventó el zapato directamente a la cara, haciendo que el bufón, por intentar cubrirse, soltara el sombrero. -Mejor vamos con la reina, no vaya a ser que le pasó algo.- le dijo, agarro su sombrero y extendió su brazo al bufón...o eso paso por un corto lapso de tiempo, ya que aparto el brazo y se empezó a cuestionar el porqué hizo eso.
Total, el bicolor se termino levantando por cuenta propia, volteo a ver al sheriff, el lado verde de su cara tenía el ceño fruncido y el morado parecía que estaba más triste de lo común, algo que se le hizo extraño y curioso al sapo.
-No sabia que tu rostro podía tener dos reacciones completamente diferentes a la vez- exclamó, mientras observaba a Bittergiggle.
Cuando el bufón escuchó lo que el contrario dijo, los ojos de Bittergiggle voltearon a ver en direcciones opuestas, haciendo que parecía que estaba bizco, sacudió la cabeza fuertemente y su expresión volvió a la normalidad
-Pues obvio, mi lado verde siempre está sonriendo y el otro no, ¿acaso te acabas de dar cuenta? Vaya que eres estúpido- exclamó con nerviosismo, tratando de sonar lo más sarcástico posible.
-No, me refiero a...ugh, ¿sabes qué? Olvídalo, vamonos- paso del lado del bufón, no estaba muy seguro, pero juró haber escuchado dos suspiros a la vez provenientes del bicolor.
Bittergiggle se dio la vuelta, y continuo por el mismo camino que iba el sheriff.
★- Sea lo que sea que haya pasado, lo descubriré.
♣︎- ¿Sabes qué estamos en la misma habitación y te puedo oír?
★- Carajo, lo había olvidado.En la sala del trono de la reina, la canguro estaba sentada donde siempre, aburrida y sin absolutamente nada que o poder hacer.
Bouncelia suspiro, viendo a la nada y con una sola cosa en mente.
"Me pregunto que estarán haciendo..."- repentinamente, abrió los ojos como platos -"¿Y si se están peleando? O peor aún, uno ya mato al otro"- se puso ansiosa con tan solo pensar en eso. -¡Toadster! ¡Bittergiggle!
-¿Si, su majestad?- preguntaron al mismo tiempo ambos idiotas, quienes venían extrañados a su reina.
La canguro morado suspiro aliviada, les dedico una mirada y sonrisa relajada, algo que dejo con más dudas que respuestas a los dos presentes.
-Por un momento pensé que alguno de ustedes ya estaba muerto- exclamó, posicionando una de sus manos en su pecho -Pero me alegra el saber que no han estado peleando- dijo con ingenuidad, sin notar que el sapo y el bufón se estaban viendo entre ellos, como acordando el que ninguno de los dos diría nada.
-Por supuesto que no- dijo el bicolor, obviamente mintiendo.
-Creo que me esta cayendo un poco mejor que ayer.- la sonrisa del sapo era fingida, pero al parecer la reina ni lo había notado. Pasó su brazo por la espalda del bufón y lo acerco más a él, nuevamente haciendo que las caras de Bittergiggle tuvieran una reacción diferente. La verde volteo a ver molesto al sapo, mientras que la mitad morada estaba confundida y nerviosa por el repentino agarre.
"Actúa normal, Bitter"- pensó el lado verde. -"Eso intento, Giggle, pero no puedo"- está vez fue la morada.
Otra vez volvió a agitar la cabeza, logrando volver a la normalidad, aunque debido a su acción se terminó golpeando con el sheriff, quien de manera algo evidente, lo empujó.
-Eso es bueno, me alegra saber que por fin están logrando un avance en su amistad- dijo mientras daba pequeños aplausos, como si no hubiera notado absolutamente nada de lo que había pasado, algo que alegro a ambos presentes. El plan de Bittergiggle realmente estaba funcionando, por estúpido e imposible que sonara.
Minutos después, los dos se fueron de ahí, dejando a la reina Bouncelia completamente sola...si, otra vez, pobrecita, denle un amigo.
●- Creo que lo estoy arruinando mucho.
♠︎- ¿Crees? ¡Casi NOS descubre! ¿Te imaginas que se hubiera enterado? ¡SERIAMOS un chiste!
●- Es que me pongo nervioso cuando ESTAMOS cerca de él.
♠︎- ¡Oh no, no, no! ¡No permitiré que tus sentimientos por él cambien!
●- Muy tarde.
★- Bittergiggle, ¿con quién coño hablas?
♣︎- Ehh...Con el dibujo de Banban en la pared, ¿por qué?Hasta el momento es el capitulo más largo, 1005 palabras. En el hipotético caso de que alguien este leyendo esto, ya se la saben ➡️.
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「El sapo y el bufón」Un reino, dos idiotas.
ФанфикEn un reino, habian dos idiotas, esto sí no contamos a la reina del lugar. Ambos estarán condenados a convivir juntos por órdenes de la reina Bouncelia, quien había notado desde el primer momento su enemistad. ¿Lograrán siquiera poder verse a los o...