He Tian era un hombre aparentemente sofisticado ante la sociedad, su elegancia se desprendía algunas veces de sus poros, abrumando a su alrededor con su sola presencia. Era un alpha respetable, su afiliación con la mafia y la política lo hacían un hombre de gran poder.
Su belleza y fragancia un hombre deseado y aclamado por todos. Había nacido en cuna de oro, que a pesar de no ser hijo único fue criado con amor y respeto por ambos padres. Su hermano mayor lo amaba y protegía ante cualquier cosa, siempre le demostró su cariño y atención.
He Tian vivía muy feliz.
Aunque los medios de comunicación no comprendían porque el menor de los He nunca lograba obtener pareja.
Siempre lo atrapaban afuera de hoteles o en cafeterías intentando encontrar al amor de su vida, la mujer o el hombre con el que compartiría cada día y noche de su perfecta vida. Tal vez He Tian era tan perfecto que nadie soportaba estar a su sombra.
Ó quizá He Tian ocultaba algo peculiar en él.
— Eres un hombre muy interesante — dijo su acompañante, dando un trago a su café. — No entiendo cómo sigues soltero.
He Tian sonrió con los ojos cerrados y procedió a tomar de su taza de café con delicadeza. — En está vida solo le serás de agrado a una persona para decidir compartir tu vida. — dejo la taza en el pequeño plato y limpio las comisuras de su boca con una servilleta. — Lamentablemente algunos de mis pasatiempos no son del agrado de muchos. —
El hombre Omega alzó sus cejas interesado. — ¿Eres sado? —
He Tian lo miro fijamente con una sonrisa juguetona en sus labios. La piel de su acompañante se erizo y un pequeño rubor se crispo en sus mejillas. He Tian negó con la cabeza.
— No es de mi agrado el sufrimiento ajeno. — la sutileza con la que lo dijo por alguna razón hizo que el chico castaño le creyera. — Aunque no me molesta si quieres qu- —
El Omega lo interrumpió antes de que acabará, sus mejillas estaban dos tonos más rojos.
Después de eso, continuaron con la conversación. Todo fluía natural el Omega se sintió más atraído con el alpha cada vez que la conversación se hacía más profunda. He Tian fue demasiado amable y juguetón, el ambiente tenía que mantenerse equilibrado para no caer en demasiada confianza y tampoco dejar que cayera en el abismo del aburrimiento.
Al final del día, He Tian acompaño al chico a su casa y se entretuvieron coqueteando por un largo rato. El chico estaba apunto de entrar cuando He Tian lo tomo con delicadeza de la nuca y planto un casto beso en la comisura de sus labios, sorprendiendo gratamente al Omega. El castaño agarro un poco de valentía y regreso el beso, esperando que He Tian captará la indirecta y lo besara correctamente.
Y así fue. He Tian lo tomo de la cintura y profundizó el beso sin llegar a ser lascivo.
Fue en ese momento en el que la nariz del Omega se crispo por un segundo, sus movimientos se detuvieron pero He Tian no lo dejo y sobo con sus largos dedos la nuca del Omega, donde sabía que estaban las glándulas del castaño para estimularlo un poco.
El beso siguio por un momento más, el Omega fue el primero en exigir aire.
He Tian paso su dedo pulgar por su labio inferior, como si quisiera probarlos nuevamente. Pero al parecer se controlo.
Eso le gustó al Omega. Que no fuera tan rápido.
Pasaron algunos días y al parecer todo iba correcto. Al Omega le seguía fascinando el alpha cada vez más. He Tian era un hombre ocupado, así que se encontraban de vez en cuando, pero las salidas eran perfectas.
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Perfecto
FanfictionHe Tian es demasiado perfecto pero por algún motivo nunca logra tener pareja