ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 IV 🍷

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    "Bad Dreams".

—Lastima, esta vez no obtendré tu
permiso. —y de nuevo, su cara
malévola se apoderó de él.

El chico me tomó en sus brazos
    fugazmente; yo me sujeté de el
    por instinto, y luego ambos nos
    elevamos, quedando suspendidos
    en el aire en lo que el "planeaba"
    a donde ir.

—Te odio, Bill. —dije asustada.

    Cuando miré abajo, sentí como mi
    presión se bajó y me aferré fuerte
    a su pecho.

—No voy a tirarte, confía en mi.

    Sentía cómo Bill me sujetaba en
sus brazos sin algún esfuerzo,
sus manos me tomaban tan
delicadamente, me sentía de
porcelana en ese momento,
pero también segura.

—A donde vamos?. —dije aferrada
al muchacho.

—Solo espera.

—No puedo creer que estoy volando
con un lunático...

—Lunático?. —Sonrió de costado.

Sabía lo que significaba esa
    malvada sonrisa, y no era
    necesario conocerlo para saber
    lo que pensó. Pues comenzó a
    mecerme cómo si quisiera
    tirarme. En ese momento la
poca empatía que sentí por el,
desapareció.

—Me retracto, me retracto, pero no
me dejes caer, por favor —me
    acerqué más a el.

—bien. —rió.

    Bill continuó conmigo así, hasta que
    llegamos al cementerio. Soltó mis
    piernas haciendo que tocara el suelo
    primero mientras el bajaba también.

—Un cementerio. ¿Qué hacemos
en un cementerio, Bill?. —empecé
a mirar todo el lugar, la verdad no
me desagradaban los cementerios,
de hecho me gustaban.

   (Se parece al lugar que
soñé). Pensaba.

—Te gusta?. —se posó sobre una
tumba.

—Me agradan los cementerios,
pero, ¿por qué me has traído
aquí?.

—Mira bien el lugar... acaso
no te recuerda a algo?.

—No... solo a un sueño.

(En el que apareces tú, y
aún más lindo que de
costumbre).

Bill soltó una risa burlona,
y me miró a los ojos.

—Solo a un sueño. —imitó mi voz y
al final bufó.

—¿por qué quieres saber?.

—Quisiera decírtelo, pero siento que
aún es muy pronto... —dijo pensativo.

—Pronto... ¿para qué?. —me acerqué
a donde el estaba. —eh?.

Bill abrió los ojos cómo platos en
cuánto estuve cerca, y aclaró su
garganta, pero me aparté.
Traté de subir igual que el, a la
tumba vecina de Bill
(sin conseguirlo).
El pelinegro bajó de donde estaba
y me montó sobre ella, tomándome
de la cintura.

—Gracias.

Bill se quedó un momento así, mientras
    apoyaba sus brazos a mis costados y
me clavaba los ojos mas brillantes y
extraños que había visto en mi vida.

Vampire Sacrifice; Bill Kaulitz.Where stories live. Discover now