IV

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Hace 7 años y dos meses antes el accidente

─¿Por qué no me lo habías dicho? ─ me reclama mi amiga, estamos en la tienda comprando lo que vamos a comer en nuestra pijamada.

─Se me había pasado hacerlo, además también estas ocupada con tus clases de peluquería – le recuerdo.

─Pero para algo sirven los teléfonos Clio, no son solo para escuchar música – me regaña ella – pero mejor cuéntame más y así me contentas – me dice ella.

─Ya no hay nada más que contar – le digo.

─¿Como que no hay más? ─ cuestiona.

─No lo hay, solo hemos hablado como dos veces – le cuento tomando de mis dulces favoritos y una bolsa de papas.

─Aja pero en las ocasiones que han hablado que se han dicho? ─ pregunta ella.

─Solo me pregunta de lo que me gusta y que si me interesa algo más que la música además de que me insiste de que lo llame por su nombre – le cuento llegando a la caja a pagar todo lo que hemos comprado.

─¿En serio te pide que lo llames por su nombre? ─ me pregunta con sorpresa, asiento ─¿y porque no lo haces? ─ me pregunta como si estuviera loca, mientras salimos.

─¿Como que porque?, es el príncipe, no lo puedo llamar por su nombre – le recuerdo.

─Pero el te lo está pidiendo no veo cuál es el problema – me dice ella.

─Yo aún no lo veo como algo apropiado─ le digo encogiéndose de hombros.

─¿Y nada más? ─ me pregunta ella.

─Me pregunto si nunca me había enamorado – le cuento.

─Espera, espera, espera, ¿bajo qué contexto el te pregunto eso? ─ me pregunta ella y le explico que fue por la tarea que presenté el día anterior ─ ¿qué más? ─

─Me pregunto si tenía algún enamorado y cuando le dije que no me dijo que no me podía creer – le sigo contando.

─¿Por qué? ─

─Dijo que porque soy hermosa y que por eso no creía que ningún chico no me pretendiera – le cuento y mi amiga empieza a gritar como loca en medio de la calle y muchas personas se le quedan mirando como loca y ella parece una loca ─ ¡Alya no grites así! ─ le reclamo incómoda con todas las miradas de las personas que están pasando.

─Es que no te das cuenta – me dice ella.

─¿Cuenta de qué?, y mejor deja de estar haciendo escándalo en la vía pública y camina – le digo tomando la de la mano para llevarla a su casa.

─Es que no entiendo cómo es que no te das cuentas, tienes que alejarte de la música un poco – me dice.

─No gracias así estoy bien, además sigo sin entender qué es eso que dices que no estoy notando – le digo.

─Que le gustas a su majestad – me dice como si fuera obvio.

─Eso es mentira, además se están haciendo los arreglos para que él y la princesa que está de visita se casen – le recuerdo.

─Ok puede que eso sea cierto aunque no es algo confirmado aún, además de ser así él solo estaría con ella por deber no porque en realidad la quiere – me dice ella.

─A ver si da la casualidad de que eso sea verdad y que tal vez yo le guste y lo del compromiso sea cierto, ¿de que me sirve que le guste si al final estaría con otra? ─ le pregunto con interés.

Familia, Música, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora