Capítulo 4

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Axel David Garza Cantú

Monterrey, México

Paula no podía estar diciéndome eso, no podía estar confundida y menos podía estar saliendo con alguien más, ¿a qué hora hizo eso? Siempre pasábamos nuestro tiempo juntos, esto era inaceptable y lo peor es que me llevaba a pensar que ella como bien dijo, es con alguien que yo conozco y antes que yo pudiera preguntarle de quién se trataba, ella misma me sacó de mi duda y me rompió el corazón al mismo tiempo.

–Axel David, he estado saliendo con Pepe Villarreal y no tiene caso que te lo oculte más – lo dijo sin sostener mi mirada – es algo informal, una relación consensual y tampoco es para tanto, solo salimos ocasionalmente y la pasamos bien.

Esto se debe tratar de una broma de muy mal gusto, espero que no sea cierto porque no me está gustando para nada para donde se está dirigiendo esta conversación. Yo no estoy de acuerdo en que se estén tomando esto a broma. Paula me tiene que respetar, llevamos tres años de relación y en ninguna ocasión le he faltado.

– ¿Pepe Villarreal? Mi mejor amigo y tú, pero ¿qué tienen en la cabeza? No lo puedo creer, ¿cuánto tiempo llevan burlándose de mí?

El muy desgraciado se hace llamar mi amigo y, por otro lado, seduciendo a mi novia, tengo demasiado coraje y en estos momentos lo que me gustaría es tenerlo de frente para romperle la cara. Bien que los dos se han estado burlándose de mí, quién sabe por cuánto tiempo.

–No lo tomes así, no es para tanto. Yo tengo claro que quiero, a él lo quiero mucho y es mi amigo y a ti te amo. Es más, podríamos hablarlo bien los tres y quedar en algo.

Estoy entendiendo que quiere que estemos los tres en una relación, eso no tiene ni pies, ni cabeza, yo no voy a compartir a nadie, ella tiene que tomar la decisión con cuál de los dos se va a quedar. No me importa ahora que es lo que han estado haciendo, si ella lo deja yo seguiré con lo que vine a hacer. Pues espero que me diga el sí definitivo, me interesa mucho independizarme.

–Lo siento Paula, pero a mí no me vale nada de lo que dices. O te quedas con Pepe o te quedas conmigo y tienes dos segundos para responderme – dije demasiado enojado – no creo que sea tan difícil o ¿sí?

Que saque una moneda y que quede a la suerte, total, parece que esto no lo está tomando con la seriedad que se merece, le estoy proponiendo matrimonio, me estoy tragando mi orgullo, pues lo de Pepe, podría ser algo pasajero, pero lo que yo siento por ella es real, es lo más puro que he sentido.

–Sí, lo es, verás con él, vivo cosas que contigo no, y en realidad no está en mis planes casarme aún, yo pensé que podía tenerlos a los dos. Tú como mi novio formal y Pepe, un amigo con derechos ocasional.

Esta mujer estaba hablando en serio y no iba a decidir solo por uno de nosotros, entonces esto que teníamos ella y yo se tiene que acabar de inmediato, que le vaya muy bien con el cobarde y mal amigo de Pepe Villarreal y que les aproveche.

–No, Paula y cómo veo que no puedes decidir por uno de los dos, te la pongo fácil. Lo nuestro se acabó, es así cómo has matado 3 años de amor y aquí quedan enterrados y en tu conciencia. Buenas noches.

Crucé a paso rápido toda la residencia de mi novia y salí sin despedirme de nadie, tomé mi deportivo y salí rechinando llanta de aquel lugar, al que no volvería jamás. Conduje rápidamente al casino de la familia de mi "mejor amigo" y en todo el trayecto iba llorando de coraje, de impotencia y de resentimiento, ¿cómo pudieron hacerme esto? Mi novia, la mujer a la que he amado por tres años y con la que quise tener una vida y mi mejor amigo desde que éramos niños. Al llegar al casino dejé el deportivo con el valet parking y entré furioso al casino, dispuesto a todo.

–Cómo les decía chicas – dijo mi amigo Pepe a varias mujeres a su alrededor – todas están invitadas a mi cumpleaños que será en un crucero por el caribe mexicano.

–Tú no tienes madre – le pegué un puñetazo frente a sus fans – eres un cabrón, mal amigo, ¿cómo pudiste? Sabías que yo amaba a Paula y me echaste a perder mi vida metiéndote entre ambos.

Es un desgraciado y todos tenían que saber qué tipo de gente era. Se había estado burlando de mí en mi cara, como se han debido de estar riendo de mí. Los dos no tienen madre.

–Oye, compadre, cálmate – Pepe se puso la mano en su mejilla dolorida – vamos a hablar en privado, hasta más tarde chicas.

–No, aquí que sepan ellas de una vez que eres una mierda Pepe Villarreal, que no respetaste una amistad de toda la vida y te metiste con mi mujer. Eres un desgraciado infeliz, que te valieron los años de amistad.

–Qué te calmes – me gritó – no veas a Paula como una inocente, esto fue un asunto de los dos y ya, si no quieres que esté más con ella, la dejo y ya está.

No pude aguantar más lo que me dijo Pepe y lo derribé al suelo para agarrármelo a golpes, por supuesto que cuando su familia se dio cuenta, me mandaron sacar con los de seguridad y al menos de ese modo, me pude ir del casino más tranquilo sabiendo que le di a ese infeliz su merecido. Esa noche no quería irme a dormir, ni a casa de mi padre, ni a casa de mi madre, así que fui a la casa de mi primo Dorian de la que tenía llave y al llegar me encontré con qué él siempre no salió de fiesta.

–Primo ¿qué pasó? No me digas que Paula te rasgo el traje de esa forma. Pensé que estarías con ella, celebrando el compromiso.

–No hay nada que celebrar – me derrumbé a su lado – vengo de partirle la jeta a Pepe Villarreal, él y Paula...

–No puede ser, primo. No hables de ellos, no se lo merecen y Paula lo que tiene de hermosa lo tiene de fácil, has hecho bien en venir a verme y así mañana me acompañas, tengo que ir a ver un trabajo en Mexicali y me quedaré allá unos días.

–Entonces, ¿va en serio? Mis tíos ya no te quieren aquí. No lo puedo creer, eso sí que me saca de onda, pero si me voy contigo a donde sea. No quiero ver a mis padres, ni a nadie, me verán como al que le pusieron los cuernos y nadie se va a burlar de mí.

–No se diga más, mañana nos vamos a Mexicali.

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