Ellos nos miraron confundidos. Los observé detenidamente, si, efectivamente era mi mamá y los papás de Jenny pero había algo diferente en sus rostros. ¿Se veían mucho más jóvenes?
—¿De cual se fumaron? Digo, si aún tienen me pueden dar...—comento tío Max quien miraba a Jenny abrazándolo.
—Amiga, creo que aún no se te bajan los efectos, aparte dos cosas; una, soy muy joven para tener una hija y peor aún ser tu mamá con la edad que tienes y dos: jamás tendría una hija con ese idiota, primero muerta.—exclamo tia Julieta o su versión más chica.
La enfermera llegó. Nosotros nos separamos rápidamente. Éramos tres contra tres observandonos con la enfermera enmedio.
—¿Y ahora que? ¿Es guerra de miradas o que?—corto la tensión la enfermera.—Bueno que más me da, solo vine porque se me olvidó mi cartera.
La señora fue tan veloz que apenas me di cuenta ya se había marchado.
—Vamonos, tengo unas pomadas en la habitación le pueden servir a Max ...¿Laila?
Ella aún seguía mirándome fijamente.
—Julieta, ¿No crees que ella se parece mucho a mi...?
—Amm..., Bueno pero no tiene nada que ver, mucha gente se parece...
—Aunque si se parecen bastante—intervino Max.—y ella se parece a mi también...
—Yo creo que las drogas de ellos siguen en el aire, vamonos chicos.—Los tomo a ambos de los brazos—¡Y ustedes ya no fumen tanto!
Sin decir más se fueron.
—¿Qué mierdas paso?—pregunté.
—Eran nuestros papás pero mucho más jóvenes. Ni siquiera sabían de nuestra existencia.
Una idea descabellada paso por mi mente. Comencé a observar todo el lugar, hasta que por fin lo entendí.
—Creo que viajamos en el tiempo.
—¡¿En el tiempo?!—exclamaron Fer y Jenny al ultrasonido.
—Sí, estaba tan asustada que no supe ni que hice, solo quería que todos estuviéramos bien. Llegar a un punto dónde mamá y papá tambien estuvieran bien.
—¿Viajamos cuando aún no nos tenían?
—Asi es Jenny.
—¿Entonces a quien vio Ethan?—cuestiono Fer.
—¡Sú papá joven!, Cuando aún no era demonio. Debemos buscarlo y advertirle que no es quien él cree.
Salimos corriendo de ahí para buscar entre pasillos a Ethan, incluso en todo el lugar pero parecía imposible. Incluso nos regañaron varias veces.
Llegué al punto de querer llorar de la frustración y desesperación. ¿cómo arreglaría está situación tan complicada?
—¡Ahí está Ethan!—dijo Jenny apuntandolo en el patio.
—¡Vamos!—corrimos hacia él quien se encontraba hablando con unos chicos, cuando nos acercamos note que era su padre.
—¿Ahora hiciste todo ese circo? ¿Porque lo haces papá? ¿No ves que esa venganza absurda no te lleva a ningún lado...?
Jorge estaba con tres amigos quienes se veían confundido. Este río y dijo:
—¿Cómo dices que te llamas?
—Ahora resulta que no recuerdas mi nombre. Soy Ethan, tu hijo.
Toda se echaron a reír.
—Mira...Ethan, yo sé que soy el ejemplo a seguir de muchos pero aunque me veas como un padre, lamento desilusionarte que no lo soy. Aunque tuviera un hijo no podría tener tu edad, casi casi tendría que haberlo tenido cuando nací.