Capítulo 55

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ALERTA: escenas fuertes de sadomasoquismo que pueden ser desagradables para ciertas personas. Sí lo deseas, puedes pasar directamente al punto después de este signo “__ __ __”. No sé pierden nada, sólo es Tn castigándolo hasta quedarse los dos dormidos.

NARRA TN:

Draco gritó de placer. Su cuerpo se tensó. Las cadenas que lo mantenían atado al techo resonaron en el eco de la insonorizada habitación.

Él estaba de rodillas a los pies de la cama. Sus brazos, con las manos inmovilizadas, extendidos sobre su cabeza, la cual guindaba sobre su pecho.

-No puedo más... -murmuró él -. Ama, por favor...

-Cállate -espeté reventando otro latigazo en su espalda por encima del golpe anterior. Draco gruñó retorciéndose, pero me hizo caso.

Por unos segundos le curé la herida y nos quedamos en silencio. Lo delineé con la mirada, estando a sus espaldas de pie tras los pies del colchón. Su cuerpo estaba empapado en sudor. Su tórax se expandía con cada respiración. Habían rastros del maltrato que recibió de pequeño, marcas rosadas, delgadas y alargadas del bastón de su padre. No eran demasiadas, y se centraban sobre todo en la parte alta de su espalda. Habían algunos otros golpes en otras zonas del cuerpo, pero ya no eran propias del mismo sujeto.

Como llevaba haciendo casi una hora, la yema de mis dedos se deslizó por la última cicatriz que me faltaba de su brazo derecho. Era el rastro de una quemadura que con letra cursiva expresaba la palabra 'mentiroso' a lo largo de su antebrazo.

El recuerdo de esa marca me llegó. Recordaba los chillidos del chico. Recordaba el humillo que salía de la punta de la varita mientras se delineaba la forma sobre su piel y carne. Recordaba la risa estridente de Bellatrix. Recordaba sus palabras, esas que con sólo once años me dejaron en claro qué era lo que se esperaba de mí. 'Draco es sólo un mortífago más. Puede ser tu más leal seguidor, siempre y cuando sepas liderar un equipo. Pero nunca le permitas que te trate como algo menos que su superior'.

Algo un poco hipócrita por su parte teniendo en cuenta que ella misma se había embarazado y había dado a luz a los dos hijos biológicos de su 'superior'.

La marca que le puso a Draco no fue por otra cosa que por gritarle que 'le daba igual quién era yo, que sólo era una mestiza que usaban de juguete' cuando un mini Malfoy intentó convencerla de que entre él y y no había ningún vínculo (de forma incorrecta, claramente).

Tomé el recuerdo y lo recité en voz alta, en la lengua de las serpientes. Draco se retorció y ligeros sonidos salieron de sus labios. Él podía entenderme, y en consecuencia los recuerdos también venían a su mente, pero a la vez estaba usando uno de sus fetiches, el de la lengua pársel, para mezclar las sensaciones en una tortuosa confusión.

Cuando terminé de recitarlo, el látigo volvió a cortar el silencio, seguido por el grito de Draco.

Cuando quise darme cuenta se había corrido, y había manchado las sábanas.

Ya es la décima vez -me burlé dejando de lado el látigo por unos momentos. La nueva herida en su espalda baja sangró, pero poco a poco la sangre desapareció y el latigazo se curó mientras mis manos se deslizaban por su cintura -. Joder, Hurón. Me estás volviendo loca... ¿cómo puede ser que tenerte así, tan nublado por el placer que ni siquiera logras molestarte por mis burlas, me de tantas ganas de follarte y hacerte gritar mi nombre...? Carajo, no sabes lo que me estoy aguantando...

Tn Potter: la serpiente perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora