Bella se despertó con un suspiro de felicidad y sintió a Edward hacer circulitos en su cintura con el pulgar. Besó su cuello helado como la nieve y fue subiendo hasta sus labios donde le besó con ternura.
-Hola -susurró Bella adormilada, dándole una pequeña sonrisa con
carita de sueño.
Edward sonrió y besó a Bella en la frente.
-Soy la persona más feliz del mundo cuando me dices "Hola" o
sonríes, porque se que, aunque haya sido un solo segundo, has pensado en mi -dijo acariciando su mejilla caliente con el dorso de la mano.
-Siempre pienso en ti. Te quiero. Eres mi mundo -Bella sonrió y se impulsó hacia delante para juntar sus labios de nuevo. Estaban tan cerca el uno del otro...
Justo en ese instante en el que se encontraba con esa persona, su alma gemela, en el momento que estaba a cinco simples milímetros de él, justo en esos cinco segundos antes de besarle, es el momento en él que la miró a los ojos y no dijo nada. Pero, ¿para qué decir algo? Ya su mirada lo dice todo y es en ese momento en el que Bella se da cuenta, que se habla tanto y en los momentos más maravillosos de la vida, y no es necesario decir nada, porque una vez más repito: una mirada vale más que mil palabras, un silencio vale más que mil versos, una caricia vale más que mil explicaciones y es que el idioma del amor sólo lo hablan los corazones.
Y Bella se dio cuenta que le quería, incluso más que antes, justo en el momento en que su sonrisa brilló, justo en el segundo en el que Edward la miró porque ella considera que lo más bonito de sus ojos es el reflejo de los suyos dorados, tan llenos de amor.
Sus labios se movieron sincronizados, fuego y hielo conviviendo en una perfecta armonía. Bella enroscó los dedos en el cabello broncíneo de Edward y le acercó más a él, haciendo que Edward ronroneara de puro placer. Se oyeron tres golpes en la pared contigua.
-¡LOS TÓRTOLOS QUE PAREN, QUE NOS CORTAN EL ROLLO A ROSE Y A MI! -gritó Emmett haciendo que Bella y Edward se
separaran riendo.
-Debería... debería ir a mi casa con Charlie -dijo Bella acariciando los labios de su novio. Edward suspiró.
-Te llevo a casa, vístete mi amor.
o.O.o.O.o.O.o.O.o
Más tarde, en casa con Charlie
-Papá -gritó Bella acostumbrada a llamarle así a su tío, aunque no lo considerara como tal.- No debes poner una lata de metal dentro del microondas -le regañó.
-¿Por qué?
-Déjame pensar... PORQUE EXPLOTARÍA -Charlie sonrió avergonzado, Bella sacó la lata del microondas para ver que se trataba de salsa de tomate.- Los espaquetis al menos están bien -dijo al verlos en los platos. Echo salsa en ambos platos y se sentó a comer hambrienta. Acababa de meterse en la boca el primer bocado de pasta cuando Charlie habló.
-Bella. Dumbledore ha llamado -Bella se atragantó al escuchar eso, empezando a toser.- Dice que te ve muy triste últimamente. Es por Cedric ¿verdad? Diggory, siempre Diggory -murmuró Charlie triste.
-Cuando él murió, estuve muy triste, Charlie. Era mi mejor amigo. Duele usar el término pasado -tartamudeó. Luego sonrió-: Pero tengo una razón por la cual sentirme contenta. Se llama Edward Cullen. He retomado el control de mi vida y sigo viviendo. Levanto la cabeza y me seco las lágrimas. Y si algún día vuelvo a llorar espero que sea de felicidad.
-Bella... se que no lo digo muy a menudo, pero quiero que sepas que te quiero y estoy orgulloso de ti. Te pareces a tu madre, menos los ojos, tienes los de tu padre -Bella sonrió y le abrazó.- Aún los hecho de menos. Eran unos grandes magos y muy buenas personas, pero sobre todo, eran unos grandísimos padres. Ellos te querían, más que a su propia vida -Bella asintió con la garganta hinchada.
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Yo soy Bella Potter by ceci9123
FanfictionEsta historia se encuentra en fanfiction.net y en ingles Durante la salida de Bella a Florida, Edward y los Cullen van tras Victoria, pero descubren algo de Bells que les traerá muchos problemas. ¿Por qué tiene una misteriosa cicatriz en la frente...