cinema

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No entendía la trama, ni siquiera le estaba prestando atención a este punto.
Era domingo, y podrían estar en casa descansando o incluso viendo películas en el departamento de alguno, pero no, porque ese domingo le tocaba a Jungwoo elegir qué harían y el señorito se puso exquisito y quiso ir al cine a ver quién sabe qué película.

La sala estaba vacía a excepción de ellos ocho, quienes estaban esparcidos por varios asientos porque si estaban todos al lado—supuestamente—no podrían concentrarse en la trama(menos Yuta y Donghyuck, quienes no entendían el concepto de espacio personal y se encontraban pegados a Mark).

Todos se estaban sentados en las butacas en el centro o cercanas a lo más bajo, exceptuando a Doyoung y Johnny, quienes se decidieron sentar atrás del todo, recibiendo varias burlas de sus amigos.

El pelinegro, ya cansado de su aburrimiento, discretamente se acercó y se sentó en la butaca situada en el lado derecho del Americano. Luego de minutos de estar intentando centrarse en la aburrida película, decidió jugar un poco con su novio, quien se veía irrealmente atractivo concentrado en la película proyectada en la pantalla grande.
Su mano lentamente se posicionó en la rodilla derecha cubierta por la tela del jean azul, rápidamente captó la atención del mayor y entonces fingió estar prestando atención a la película. John volvió su atención a la pantalla y entonces la delgada mano del coreano se deslizó hacia arriba, tomando posición en su muslo, peligrosamente cerca de su ingle, sonrió travieso al notar como el gran cuerpo se tensaba bajo su suave toque.

Sus dedos se estiraron cuidadosamente y tocaron muy superficialmente la entrepierna de su novio, la cual poco a poco se endurecía, haciendo que el mayor respire entrecortadamente y susurre: —¿De puede saber qué haces? —Se escuchó en el oído del Coreano.

—¿Qué estoy haciendo? No estoy haciendo nada. —Sonrió inocentemente.

Agarró su mano con fuerza excesiva, probablemente sus dedos queden marcados en su muñeca, pero pudo detener los movimientos de sus dedos. —Los chicos podrían escuchar o ver algo.

Rió por lo bajo. —¿Los chicos? ¿Esos chicos que están dormidos? —Señaló a Taeyong, Mark y Taeil, quienes se encontraban profundamente dormidos, los miembros restantes se encontraban absortos en la película. —Vamos, amor, no te quieres resistir a esto. Suelta mi mano. —Le robó un corto beso, el cual dió paso a uno largo y profundo en el que ambos arrasaban con la boca del otro, entrelazando sus lenguas y mezclando saliva mientras que la mano del menor se encargaba de desabrochar el cinto del Americano para luego adentrar su mano bajo el jean azul y los boxers, tocando directamente el gran miembro de su novio.

La mano comenzó a moverse con un poco de dificultad, pero aún así era placentero para John. Aunque cada cosa que hacía su novio dentro del ámbito sexual era irrealmente placentero. —Doyoung-ah, sigue así. —Susurró entre jadeos silenciosos.

Amaba tener a su novio así, tan dejado, sólo para él. Amaba ser el único que le pudiera generar tanto placer con un simple roce superficial. Amaba el momento en el que hacía que todas las idols que querían acercarse a su novio en las galas de premios y shows se alejaran con solo agarrar su mano, la mano disponible del mayor sería posada en su cintura y su atención, como siempre, estaría en él.

Entre los dos, el Coreano era el más atrevido. siempre que veía una oportunidad, la agarraba. John ya estaba acostumbrado a eso, por los cuatro años en los que salieron habían hecho cosas así en lugares bastante públicos, a veces olvidándose que son idols y tienen una imagen que mantener, pero no podría decir que no cuando Doyoung se veía tan atractivo mientras posaba discretamente una mano en su bulto o hasta restregaba secretamente su trasero en su entrepierna, sonriendo satisfecho al sentir el miembro del mayor endurecerse justo contra él.

cinema © johndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora