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Un niño de 4 años se miraba al espejo, observando su reflejo junto con el de su madre; una Alfa alta e imponente, con una mirada tranquila pero con una aura amenazante. Era totalmente el estereotipo de un alfa.

- Toruu... Dime qué es lo que vez al mirarte al espejo - le pregunto si madre con una sonrisa de superioridad, no volteo a verlo, solamente miraba su propio reflejó en ese gran espejo que se encontraba en el cuarto del menor

El pequeño niño miro a su madre con curiosidad soltando un pequeño sonido de asombro. Después de unos instantes regresa su mirada al espejo, mirando su reflejo atentamente - Solo me veo a mi, madre - volvió a mirar a su madre esperando ansioso su respuesta, en realidad no estaba seguro a qué se refería su madre, para oikawa siempre su madre dice cosas sin sentido o que no logra entender, al final de cuentas solo tiene 4 años.

- No Toruu, mira más allá - la mujer soltó un gran suspiro y comenzó a hablar de nuevo - lo que todos ven en ti en este momento es un futuro Alfa que será el mejor en todo y jamás fallara - hizo una pausa inclinandose a la altura de su hijo mientras no apartaba la mirada del espejo, tomo elegantemente los hombros de su hijo mientras se formaba en sus labios una sonrisa de supeoridad - tu familia está conformada de puros alfas, los omegas solo sirven de encubadoras pero no es algo que un alfa no pueda hacer. Ser un Omega es lo más humillante que puedes ser...

Oikawa no dijo nada, a su corta edad ya tenía entendido que era su obligación ser un alfa. A los omegas que conocía eran humillados cruel mente. Desde los 6 comenzó a pensar que los omegas eran asquerosos y repugnantes, solo son los pensamientos que en culcaron desde que nació ya que los niños son como una esponja, absorben todo lo que escuchan.

Esos pensamientos hubieran seguido si no fuera por su mejor amigo, el cual después de decirle que si se presentaba como un Omega dejarían de ser amigos, iwazumi le dió un gran golpe junto con una muy mala plática motivacional sobre que no importa tu segundo género todos son iguales. Obviamente ese día no lo comprendió pero al pasar de los años si; "no por ser alfa eres más que un Omega" eso siempre se repetía.

En el momento de su presentación no fue una sorpresa que fuera un Alfa, después de todo, eso era lo que se esperaba. Lo que no se esperaba es que fuera un Alfa dominante.

Su presentación fue demaciado dolorosa, no tanto como la de un Omega pero el sentía que se destrozaba así mismo. En su vida había sentido tal dolor. Gracias a la gran furia que sentía destrozaba todo lo que veía así que mejor lo en cerraron en su habitación después podrían remplazar lobqeu rompiera de ahí.

En cambio, iwazumi se presentó como un Omega.

En cuanto se enteró oikawa se sintió abrumado. Puede que ya no le disgusten los omegas pero si sentía raro tener demaciadas convivencia con uno pero no se quejo.

Sus 2 primeros años en la escuela media fueron exelentes, era la sensación. En su primer año llamo la atención por lo bueno que era en el voleibol y su bello rostro. En su segundo año lo fue aún más, un ¿alfa dominante? Nadie esperaría encontrar a uno más aparte de que era el mejor jugador que tenía ¿el equipo de voleibol? El resultado iba a ser más que obvio; todos se iban a querer hacercar, buscando la atención de oikawa y al parecer oikawa le agradaba mucho esa atención, más que agradarle era una adicción para este punto. Diario terminaba apestando a feromonas de diferentes omegas que intentaron perfumarlo a lo largo del día. Simplemente todos querían la atención de oikawa.

A nadie le sorprendió que en su tercer año y último se convirtiera en el capitán el equipo, más bien, era lo que todos esperaban.

Después de la primera semana de clases podrían volver al gimnasio

AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora