𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝙸

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N/A: Les recomiendo leer el capítulo anterior ya qué lo edite, quite y agregue algunas cosas, gracias por leer.

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La primera reacción del australiano al despertar fue un dolor punzante en su cadera, había pasado toda la noche del viernes teniendo sexo con ese par y no puede negar que lo disfruto demasiado, no podía creer que 2 días después la cadera aún lo doliera.

Se arreglo para ir a la escuela, jamás había odiado los lunes como hoy, tenía que llegar a las 7:00 de la mañana, se dio un baño y se puso una simple camisa y un pantalón de vestir color café con un cinturón, después de arreglarse un poco salió de su casa pasando por un café de camino para después ir directo a la escuela, lo bueno de todo es que termino de revisar todos sus exámenes el fin de semana.

Cuando llego a la escuela eran las 6:45 de la mañana, primero fue a escribir su nombre a la sala de maestros a paso lento, después de eso fue a su salón, maldijo mil veces en el camino, se le hizo una tortura llegar a su salón, abrió y todos estaban dentro, vio la hora en el reloj de pared 7:01, negó y camino lento a su lugar.

— Buen día— Saludó mientras se sentaba, sintió un dolor en ese momento provocándole una mueca, saco los exámenes que había revisado — Espero que estén listos para revisar sus exámenes, en esta clase los corregirán, pueden armar equipos, consultar su libreta, su teléfono e incluso preguntarle a otro maestro no me importa, pero deben entregarlo antes de la hora de salída. — Contrario a lo que Félix escribía, la materia que impartía era Contabilidad, tenía una maestría en eso pero no le gustaba tanto como escribir. — Y les recuerdo, su examen vale la nota mínima.

Solo se quedo en su lugar viendo como pasaban por su examen, el cual ni siquiera tenía una nota, no le veía importancia todos estaban mal, soltó un poco de aire qué había contenido, todo era fácil, contaduría básica ¿Quien no sabría todo lo que viene? Solo eran 10 simples preguntas, paso su vista de sus alumnos al ventanal y viceversa.

Tenía tiempo libre en su cabeza y lo único que venía a ella eran pequeños recuerdos de esa noche, no recuerda si dejo su correo pero puede recordar cuatas veces se corrió, e incluso cuantas veces se corrieron ambos chicos, ¡Dios! Su cabeza estaba hecha un lío, estaba expectante por el correo que le debió haber llegado, saco su laptop y comenzó a escribir un poco con las imágenes que llegaban a su cabeza, sus dedos iban y venían en el teclado y su cabeza solo pensaba en que seguiría escribiendo después.

Había termino 20 páginas en una hora, cuando su cabeza se quedo en blanco levanto la vista y sus alumnos aun seguían escribiendo en ese examen, estiró el cuello y cerró los ojos un momento.

— Profesor... — Hablo Hyunjin uno de sus alumnos el cual sin querer  pudo ver el chupeton qué había en la clavícula del australiano.

— ¿Si? — Abrió los ojos mientras respondía.

— Debido a mis bajas calificaciones mis padres quieren que tome clases particulares y ya que a usted le entiendo demasiado bien, sería buena idea que me explique, ellos están dispuestos a pagarle un extra por las clases, igual no solo seré yo, también Minho. — Fue en ese momento que el australiano vio al castaño parado a lado del alto.

Su corazón dio un latido rápido que lo hizo sonrojarse, viendo a los dos chicos lado a lado la imagen del sábado se sobrepuso y varias imágenes inundaron su mente, sonrió mientras trataba de negar lo que había pensado no solo estaba mal profesionalmente, su ética no le permitía ese tipo de cosas.

— No... No es necesario un extra, pueden venir después de las 13:00 qué es mi última hora. — Sonrió.

Los dos chicos le sonrieron y asintieron, para después irse juntos a sentar, después de todo ninguno de sus alumnos había terminado el examen aún y suponía que algo así pasaría, volvió a negar en su cabeza y sonrió irónicamente.

¿𝑻𝒓𝒆𝒔 𝒐 𝒏𝒂𝒅𝒂? | ᴅᴀɴᴄᴇʀᴀᴄʜᴀ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora