Recuerdo…
Una adolescente de larga cabellera negra y ojos tan profundos como pozos caminaba sola, era una chica muy solitaria pues nadie le hablaba y si lo hacían era para conseguir algo de ella. Su única amiga era una chica muy loquita de cabellos castaños y ojos pardos muy claros, siempre sonreía, Su nombre era Maricela y era muy rockera, a su amiga Lily siempre la estaba haciendo salir con ella para acostumbrarla a tener más amistades que ella. Pero la joven pelinegra no se adaptaba, Lily entró a una gran escuela y se sentó en una silla negra, tomó su mochila y la abrió, de ella sacó un libro muy grueso y en la portada podía leerse ‘’Harry potter y la orden del fénix’’.
…
Había un gran escenario y un piano a la izquierda, de pronto comenzaron a escucharse los aplausos y la chica pelinegra volvió a aparecer con un hermoso vestido blanco largo y con varios tul, Lily sonrió y comenzó a cantar una dulce melodía en un idioma diferente, todos sonreían encantados con la voz de la joven muchacha.
…
Bella seguía dormida y poco a poco sus sueños le revelaban más de los recuerdos y visiones. Veía a la misma chica de cabellos y ojos negros que cantaba o leía esos libros de Harry Potter, otras veces veía a un niño idéntico a su hermano con los ojos de su amiga pelirroja. Logró ver a Remus convertido en hombre lobo, a Peter en rata, a su hermano en un hermoso ciervo y a Black en un peludo y grande perro negro de bellos ojos grises.
Vio también la muerte de su hermano y de Lily, la gran cicatriz que el mago oscuro dejó en la frente de su sobrino, la traición de su amigo Peter también la vio y como inculpó a Sirius…
¿Qué fue todo eso?
Pensó la chica de ojos azules, todo fue muy abrumador para ella, sobre todo porque vio la muerte de James y la pelirroja.
-Tengo que escribir esto, espero que este haya sido el último sueño.
Tomó el libro donde escribió todos los recuerdos hasta el día anterior y comenzó a escribir en él lo
que había importunado su sueño.
Media hora más tarde se recostó en la silla para descansar un poco, cuánto más pensaba en sus sueños más se percataba que la muchacha de cabellera y ojos negros podría ser ella en otra vida, y ya nada la extrañaba puesto que era una sirena, otro detalle que también la impactaba era el hecho de que la vida de su hermano y la pelirroja estuviesen entre lazadas y que estas acabasen en cuánto su pequeño hijo tuviese 1 año apenas. Igual estaba el hecho de que Remus era un hombre lobo y ella jamás lo sospechó, aparte su hermano,Sirius y Peter eran animagos no registrados.
Esto es de locos. Es impresionante como con algunos recuerdos de mi vida pasada puedo saber todo lo que han hecho James y su pandilla de bromistas todos estos años, y es aún más increíble que en mi anterior vida tuviese un libro que cuenta la historia de mi sobrino. Pobre Harry, tuvo que pasar todos esos años solito porque el señor tenebroso tomó las vidas de James y Lily.
Bella continuaba pensando que todo aquello era increíble, incluso el hecho de que James había conseguido por fin casarse con la tozuda pelirroja.
De repente un claro pensamiento surcó su mente y se dedicó a buscar pergamino y pluma para escribirle a sus padres.
Queridos mamá y papá:
Hace tiempo quería escribirles esta carta pero no estaba muy segura de ello, Algo muy importante ha ocurrido en mi organismo y debo pensar que ustedes sabían que ocurriría en cualquier momento. Lo que aún no comprendo es el por qué tuvieron que esperar a que me pasase para ustedes contarme la verdad, el caso es que ya me transformé en sirena, caí en el lago negro por una broma que me hicieron y mi gen sirena despertó. James ya sabe lo que me ocurre al igual que el profesor Dumbledore y Black, aunque el último fue por accidente.
Para las vacaciones de navidad estaré allí con James, necesito que me cuenten todo lo que han estado ocultándome durante estos años.
Los quiero mucho, por favor cuídense…
Bella Potter.
Tomó la carta y la guardó, se vistió y fue a la lechucería para mandar la carta con el búho de James.
…
-¿Qué pasa cornamenta?
Preguntó Sirius a James mientras desayunaban en el gran comedor.
-Lily no me aceptó. ¿Recuerdas cuando recogí flores para ella? Pues se las di y me las echó en la cara alegando que nunca podría estar con alguien como yo,ni aunque fuese el último hombre en la tierra, dijo que prefería morir antes de casarse conmigo.
-Mujeres, todas son iguales.
-¿Qué diríamos nosotras de ustedes los hombres, debería decir entonces que todos son iguales?
Ante los ojos del chico Black estaba la hermosa Bella con una mirada interrogante dirigida a él.
-¿Te comió la lengua el gato Black?
James observaba todo burlón, su amigo actuaba nervioso frente a su hermana, tal vez el chico sí que decía la verdad cuando aseguró que le gustaba su hermana.
-No preciosa, simplemente no quiero que tu belleza sea opacada por mi respuesta.
La joven sirena entrecerró los ojos y se dirigió a su hermano.
-James lamento mucho lo que sucedió con Lily, no te preocupes, trataré de convencerla de salir contigo.
-No, no hagas eso Bell. Quiero lograrlo por mis propios méritos. ¿Comprendes?
-Vale. Te daré una simple ayuda para que te sientas mejor…
La chica se acercó al oído de su hermano…
-He tenido una visión, no tienes nada que temer, la pelirroja y tú se van a casar en cuánto terminemos Hogwarts y tendrán un hijo al que llamarán Harry James Potter.
-¿Estás jugando conmigo Bell?
Bella sonrió y negó ampliando su sonrisa aún más.
-No puedes contarle a nadie James. ¿Vale?
El chico asintió y continuó desayunando.
-¿Cómo sigue Remus? Supe que está enfermo.
-Sigue en la enfermería. ¿Quieres que vaya contigo preciosa?
Black movió las cejas sugerentemente de arriba hacia abajo.
-Olvídalo Black. James voy a ver a Rem.
El joven de gafas movió de arriba abajo la cabeza asintiendo a lo que su hermana le decía. Bella caminó hasta la enfermería, allí estaba Remus, pálido como un papel y lleno de heridas horribles que la señora Pomfrey se encargó de vendar, la joven sintió pena por su amigo y casi se le salen las lágrimas, recordaba que en su vida anterior le había resultado doloroso al leer los libros y ver las películas, pero ahora que lo estaba viviendo era aún peor.
-Hola Bell.
El chico de ojos miel notó la presencia de su amiga sirena y le sonrió. Bella le devolvió el saludo con una dulce sonrisa en la que trató de esconder el dolor que le provocaba ver a su amigo tan débil.
-Hola Rem. ¿Cómo te encuentras luego de una noche tan ajetreada?
Remus palideció mucho más, no podía ser cierto de que Bella descubriese su secreto.
-¿D-de q-qué h-hablas Bell?
Tartamudeaba y jugueteaba con las sábanas de la cama con evidente nerviosismo.
-Tranquilo Rem, sé que eres un hombre lobo y no te preocupes no pienso decirle a nadie ni dejaré de ser tu amiga por una pequeñéz como esta, eres la persona más dulce y bondadosa que he podido conocer. Gracias por ser mi amigo Remus, gracias por nacer.
-Bella, no sé qué decir,¿Cómo te enteraste de absolutamente todo?
-Lo sabía desde hace mucho tiempo Remus,era más que obvio porque siempre te ¨enfermabas¨ cuando la luna estaba llena. Sé que podría ayudarte y la haré por ti.
-¿Qué?
Habló el joven con expresión confundida.
-La poción mata lobos, hará que tu lobo sea un perrito jueguetón con nosotros, sería menos dolorosa la transformación también.
-¡Eso es genial Bell! ¿Pero, estás segura, no crees que es un poco agotdor?
-Lo que sea para ayudar a mi amigo.
-Gracias Bella, eres una gran amiga.Por cierto yo también sé tu secreto desde hace tiempo.
-¿¡Cómo supiste!?
-Supe porque el día que te caíste al lago nos mentiste diciendo que Snow te salvó por el lazo de hermandad que ambas comparten, pero esos lazos solo se crean si eres un hada o una...sirena. Pero no te preocupes yo guardaré tu secreto como tú has estado guardando el mío.
-Gracias Rem.
-No me des las gracias, es lo menos que podía hacer para compensar todo lo que haces por mí.
-Es porque eres mi amigo y una persona especial. Rem, adoro charlar contigo, pero debo irme, no quiero llegar tarde a clases.
La joven salió de la enfermería dispuesta a ir a clases,recordó que había dejado su libro de "Animales Fantásticos y dónde encontrarlos" de Newt Scamender, por lo que fue a su habitación. Bella no hubiése querido entrar a su cuarto, si antes de rcordar su vida pasada le tenía miedo a todos los bichos, al tener todos sus recuerdos recordó la fobia que tenía especialemte hacia las ranas. La joven Potter gritó como loca y comenzó a llorar histérica, tanto que llamó la atención de su jefa de casa Minerva McGonagall, que pasaba por allí. La estricta profesora entró a la sala común de griffindor siguiendo los gritos y sollozos de alguien a quien conocía muy bien, dirigió sus pasos a las habitaciones de chicas.
-¡Señorita Potter!
La mujer se agachó a la altura de la chica y contempló con horror que el cuarto se encontraba lleno de ranas de todas las especies, por ello Bella Potter estaba acurrucada a la entrada de su habitación mientras lloraba y gritaba aterrorizada.
-Señorita Potter, le pido que se calme, venga conmigo la llevaré donde Poppy.
La chica se levantó como un resorte, y antes de esperar a la profesora salió corriendo hasta la sala común donde recordó que McGonagall no estaba a su lado y dejó su carrera para esperar a su profesora.
-Venga conmigo señorita.
...
James
-Porfesor Flitwick, ¿podría llevarme un momento al señor Potter?
-Por supuesto profesora.
Sirius me dio una mirada confusa mientras que Peter...él estaba en su propio mundo. Yo, me fui con Minnie.
-Potter, tu hermana está en la enfermería.
-¿Qué, por qué?
-Tuvo que ser uno de ustedes Potter, no se haga el inocente, el cuarto de su hermana estaba infestado por distintas especies de anphibios. Sus gritos y sollozos se escuchaban desde afuera de la sala común. Por suerte Poppy le dio una posión para dormir sin soñar y ahora está descansando.
-¿Puedo ver a mi hermana?
-Naturalmente, por eso lo saqué de clases. Hemos llegado a la enfermería Potter, y cuide de su hermana, o sus estúpidas bromas acabarán matándola.
Se giró y se fue, yo entré a la enfermería y abrí las cortinas que ocultaban la cama donde yacía mi hermanita pequeña dormida. Era un ángelito, su repiración se mantenía calmada y su boca entreabierta permitía que el oxígeno llegara a sus pulmónes.
-¿Qué fue lo que le hiciste James?
-¡Lunático! Por Merlín lunático casi me causas un paro cardíaco. ¿Desde cuándo estás aquí?
-Desde que salió el sol y yo volví a mi forma humana.
-¡Oh cierto! Lo había olvidado por completo, perdóname lunático.
-¿Qué pasó cornamenta? No hace ni 10 minutos que estuvo aquí conmigo, y la profesora Mconagall la trajo aquí casi en sus brazos. Estaba histérica y lloraba a mares.
Me puse nervioso y no pude evitarlo, mi amigo lo notó y me echó una mirada de reprimenda.
-Puede que haya autorizado a canuto a cortejar a mi hermana.
-¿¡En serio!? Un momento, ¿pero eso qué tiene que ver con el estado de Bell?
-Es que le di unos consejitos para ayudarlo a conquistar a mi hermana.
-Es tu hermana James. La estás llevando a la horca queriendo emparejarla con Sirius. ¿No crees que canuto es demasiado mujeriego y que en cualquier momento terminaría lastimando a Bell?
-Está a prueba, se lo dije, le aseguré que hacía llorar a mi hermana aunque fuese una sola vez yo lo haría sufrir a él.
-¿Cúales fueron los consejos que le diste a Sirius?
-Que le pusiera ranas y sapos en su habitación, como ella le tiene tanto miedo a esos adorables animalitos pues...
-Cornamenta eres un idiota, y canuto es otro por seguirte la rima. ¿Canuto no sabe a caso que tu hermana le tiene fobia a esos animales?
-No, bueno yo le dije...
-Y aún así lo hizo, ¿Cómo es que antes no lo supo si vive con ustedes en su casa?
-Aunque no lo creas mi hermana se pasa todas las vacaciones encerrada en su habiatción para ignorar lo más posible a Sirius, solo la vemos en el comedor o el salón cundo vamos a cenar, hay alguna celebración o vamos a jugar en familia.
-Para cortejar a una dama se le regalan sus flores preferidas con una caja de chocolates o cualquier otro dulce que la chica desee. ¿Enteniste ahora tonto? No era necesario que le regalaran animales que a ella le dan miedo. Si a canuto le gusta realmente Bella vamos a ayudarlo a enamorarla, pero dudo que ella caiga Bell es inteligente y huirá de él.
James asintió con la cabeza y soltó la mano de su hermana para luego salir de la enfermería y poner bajo aviso a su amigo Sirius. Caminaba por los pasillos del castillo perdido en sus pensamientos, Sirius no tuvo culpa al hacerle semejante broma a su hermana, él mismo le había dado permiso para hacerla a, y como si eso no fuese ya bastante le comentó además los peores miedos de su hermana. En pocas palabras, James estaba arrepentido de sus acciones.
Llegó a la sala común y se sentó en el sofá cerca de la chimenea, ni siquiera se percató de que su amada Lily estaba sentada en ese mismo asiento leyendo un libro, ni que un poco a la izquierda en un sillón Sirius ayudaba a Petter con su tarea de transformaciones. La pelirroja si se percató de la presencia del chico, pero de inmediato supo que no se sentó en el mismo sitio que ella para coquetearle, si no que el muchacho parecía perdido en sus pensamientos y ni siquiera reparó en su presencia.
-¿Potter estás bien?
-Sí no te precupes.
La verdad es que el chico se sentí tan mal por lo que le hizo a su hermana que pensaba que a quien tenía al lado era a su compañero de estudio Frank Longbottom quien tenía la voz aguda. Esto Lily lo tomó mal así que extrañada por el repentino cambio de actitud del de lentes se fue a su habitación.
-Cornamente, ¿por qué Minnie te sacó a mitad de clase?
James esta vez salió de su ensoñación y vio justo frente a él a sus amigos Petter y Sirius.
-Me llevó a la enfermería.
-¿a visitar a lunático, él está bien?
Preguntó Black preocupado.
-Aún tiene aspecto de convaleciente pero dice que se siente mucho mejor. Aunque en realidad a la que me llevó a ver fue a mi hermana.
-¿Qué le ocurrió a Bella, le hicieron algo, está bien? ¡Estúpido cómo va estár bien si está en la enfermería!
James observaba sorprendido junto al pequeño rubio la enorme preocupación que su amigo peliegrooo sentía por su hermana en ese momento y fue cunado pudo percatarse de que el extraño enamoramiwnto de su amigo hacia su pequeñita sirenita era cierto. James sonrió aunque su sonrisa fue imperceptible, pero estaba orgulloso de Sirius porque le había demostrado ser digno de amar a su hermana.
-No le harémos ninguna otra broma, McGonagall tuvo que cargarla hasta la enfermería porque estaba en estado de shock y no hacía más que gritar y temblar. Desde ahora aceptarémos los consejos de Remus para enamorar a las chicas que nos gustan. ¿Están de acuerdo?
Los tres asintieron con la cabeza y se sentaron juntos en el sofá, James sacó el mapa y entre los tres se pusieron a planear su siguiente broma.
Fin del capítulo…Hola chicos, ¿cómo están? Lamento muco la tardanza pero he tenido un bloqueo horrible que no sabía cómo continuar la historia. Espero que les haya gustado, el capítulo 10 ya lo estoy escribiendo y pronto lo terminaré pata subirlo.
Besos.💋
ESTÁS LEYENDO
Reencarné en una sirena
FanficUna chica sufre de una terrible enfermedad y esta es la causa de su muerte. Cuando vuelve a nacer esta no tiene recuerdos de su vida pasada hasta que por primera vez toca el agua del lago y sus piernas se transforman en una cola de pez, millones de...