Es miércoles y Cat no ve la hora de salir del taller. Ha quedado con Carla para ir al cine, aprovechando que se ha puesto de moda lo del día del espectador, y tiene una idea metida en la cabeza que llevará a la práctica esta misma tarde. Obsesión, o como se quiera llamar, pero siente que si no lo hace revienta.
Carla sigue hablándole de Fran, sobre todo estos días, cuando queda tan poco para que él venga a pasar las fiestas. Su última carta es maravillosa, dice, llena de planes para esos días, etcétera, etcétera. Pero no le ha dejado leer ninguna de las cartas de Fran. Y Cat se muere por leer siquiera una...
—Gata, pásame esa llave, ¿quieres?
Javi tiene que gritar para hacerse oir, más que otros días. Todos se han acostumbrado en el taller a ver un aparato de radio donde esté la Gata, y a que cerca de ella siempre se oiga rock a todo volumen. Hoy suena The Offspring, y Javi y ella están trabajando juntos en el mismo coche. Javi tiene que gritar más que de costumbre porque la Gata parece estar en las nubes y no se entera de nada hoy.
Por fin el muchacho se levanta del suelo y se acerca a ella, le quita la llave de las manos y se queda parado frente a Cat. La mira con curiosidad.
—¿Qué? —dice—, ¿la tapaldelco?
Cat esboza una sonrisa culpable.
—Eso es —confirma—. La jodida tapaldelco, que no me...
—...Funciona bien —dice Javi a coro.
El chico se agacha para bajar un poco el volumen del casete.
—¿Qué piensas?
Cat se encoge de hombros.
—¿Qué vais a hacer en Nochevieja? —le pregunta, a su vez.
A Javi se le borra la sonrisa.
—¿Cómo que vais? Será qué vamos a hacer.
Cat no contesta. Javi se acerca más a ella.
—Gata —dice. Silencio—. ¿Qué coño pasa, Gata? ¿Qué estás planeando, dejarnos tirados?
Cat se enciende un cigarrillo y mira al suelo.
—Joder, no me lo creo. ¿No piensas salir, o qué?
—Creo que sí.
A Javi no le gusta el tono.
—¿Tienes otros planes? Es eso, seguro, tienes otros planes, vas a salir con otra gente y no con los colegas. Joder, Gata, coño, eso no se le hace a los amigos, todos contamos contigo.
Caterina le pone una mano sobre el hombro para hacerle callar.
—No paso de los amigos. Sólo preguntaba qué planes tenéis.
—¿Por qué?
—Porque viene el novio de Carla y no creo que quieran acompañarnos a algún garito cutre de los que nos gustan, y ya prometí que iría con ellos.
—Sin contar con nosotros —dice Javi, decepcionado—. Vale, Gata, perfecto. Está muy bien.
Se aparta de ella y vuelve a meterse debajo del coche.
—Javi, espera —le llama ella, pero el chico la ignora y sigue con su trabajo—. Javi, coño.
Se arrodilla y le llama, luego se pone a cuatro patas y mira debajo del coche. No le gusta la expresión de Javi. Es su amigo, su mejor amigo, y piensa que le está fallando.
—Escúchame, ¿vale? No quiero ir a esa jodida fiesta si no vas tú.
Javi deja lo que está haciendo y vuelve a salir de debajo del coche. De espaldas sobre el suelo, la mira. Cat se sienta a su lado.
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EL CHICO PERFECTO NO SABE BAILAR EL TWIST
RomantizmSegovia, año 96. Tres años después de haber terminado el instituto, Carla y Caterina se niegan a dejar morir su amistad, a pesar de que parece que ya no tienen nada en común. Carla se ha convertido en toda una mujer, estudia Derecho en el colegio un...