Los Traumas

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"En el oscuro rincón de las almas, los traumas son sombras que se alargan y amenazan con devorar la luz. Pero cuando el amor y la comunicación fluyen entre los que se aman, los demonios internos que amenazan sus noches encuentra una defensa opositora, al construir un refugio de valentía en el corazón de la oscuridad."

Capítulo 4

Los traumas son experiencias emocionales o psicológicas abrumadoras que pueden dejar una profunda impresión en una persona y afectar su bienestar mental y emocional. Estas experiencias traumáticas pueden variar en gravedad y pueden incluir eventos como abuso físico, emocional o sexual, violencia, pérdida de seres queridos, accidentes graves, desastres naturales o cualquier situación que provoque una amenaza significativa para la seguridad o la integridad emocional de una persona.

Una infancia llena de traumas puede tener un impacto, tan profundo, en el desarrollo de una persona y su salud mental a lo largo de la vida, que les puede llevar a una serie de efectos negativos, y uno de ellos es la posibilidad de que una víctima se convierta en un agresor o perpetrador. Y si bien no todas las víctimas de traumas se convierten en victimarios, si no se busca ayuda terapéutica y apoyo para sanar y romper el ciclo de abuso, ¿qué garantía se tiene?

Clara se encontraba en su habitación, sumida en la oscuridad de la tarde que anunciaba la noche. El ataque de pánico que había experimentado había sido devastador. Se sentía completamente exhausta, física y emocionalmente. La ansiedad había tomado el control de su cuerpo, retorciendo sus entrañas y paralizando sus músculos. Hace un momento, y que no solía suceder más que en las mañanas, se había ido en vómito. Al menos, lo que vomitó no fue sangre como todas las mañanas.

La respiración agitada comenzaba a normalizarse lentamente, pero aún sentía la opresión en el pecho. Se apretó las sábanas en busca de algo que la reconfortara, pero todo lo que encontró fue el frío de la tela. Había sentido que sus terrores más profundos se habían materializado hace un momento, otra vez, como cuando estaba niña. Los susurros ininteligibles, las figuras oscuras, y, lo que la había dejado en estado de parálisis, fue la sensación de que los Hombres sonrientes le habían respirado en el rostro.

La tranquilidad actual era un contraste impactante con la intensidad del momento anterior. Sin embargo, aunque los terrores habían desaparecido, Clara se sentía atrapada en su propio cuerpo. Su mente estaba agotada por el miedo y la ansiedad, y sus músculos aún temblaban de la tensión. Intentó moverse, pero sus extremidades se sentían pesadas, como si estuvieran hechas de plomo.

Clara había vivido una infancia marcada por experiencias traumáticas y abusivas. Su vida había sido un torbellino de dolor y confusión. Su padre, un hombre autoritario y violento, no escatimaba en castigos físicos severos para disciplinarla y a sus hermanos. Los golpes y gritos eran una parte cotidiana de su existencia. Cada paliza que recibía parecía fragmentar un poco más su psicología frágil.

El Monstruo en el EspejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora