Amor en línea [Love#3] ✔️ (Epílogo el 1/12)

♡Capítulo 14♡

CAPÍTULO 14
♥︎Nada de eso pasó♥︎

LUCIA

¿En qué nos habíamos quedado?

Ah, sí. En ese agridulce recuerdo del año pasado, exactamente en el día en que Alex estaba muy mal porque Nahir perdió su virginidad y ella se enteró que Alex seguía enamorado de ella.

Continuemos…

—¿Qué pasó? ¿Hay algún chisme?

Miré a Nahir nuevamente, la cual se encontraba muy nerviosa con las mejillas rojas. Nuestras miradas se conectaron y le susurré que no diga nada.

—Hola, ¿se enteraron de qué estoy acá o salgo y vuelvo a entrar?

Por primera vez en todo ese tiempo Nahir miró a Alex y ambos se quedaron quietos mientras sus miradas estaban conectadas, el chico pareció reaccionar y pasó a mi habitación.

Nahir también se percató y torpemente dió unos pasos hacia delante, Alex y yo la miramos para saber que iba a hacer. Se paró frente a nuestro amigo, lo miró fijamente por unos segundos, soltó un suspiro casi silencioso.

—Bueno, yo me voy.

Fruncí el ceño, —Pero, pensé que te quedabas un rato más.

Al parecer ella se percató de mi existencia y volvió a mirarme después de varios segundos, vi como el chico de pelo castaño la siguió con la mirada.

—Tengo muchas cosas que hacer.

Pensé en insistir, pero me di cuenta que eso no era cierto cuando Nahir infló un poco sus mejillas.

No fue tan difícil darme cuenta que se iba por Alex, ni siquiera tuve que esforzarme al verla tan nerviosa y ansiosa.

—Nos vemos —dije, mientras me acerqué a ella y la saludé con un beso en la mejilla.

Me dió una sonrisa breve, se dió vuelta e intentó saludar a Alex con un beso en la mejilla, lo cuál logró torpemente cuando sus labios fueron directos al costado del lado derecho de sus labios.

Alex se quedó atónito y Nahir simplemente nos miró una vez más y se fue sin decir nada.

Esto va a ser más difícil de lo que pensé.

—Yo... venía a almorzar con ustedes, pero se fue, así que...

—Podés quedarte —lo interrumpí rápidamente.

De todas maneras, mi hermana hizo mucha comida y no pensaba permitir que sobre mucho.

—Está bien... —dijo, volviendo a la realidad —¿Bajamos?

Durante el almuerzo, no pude evitar mirar al chico de ojos avellanas, me sentí muy culpable al decirle a Nahir lo que Alex me confió después de tanta espera y al mismo tiempo tuve miedo que él sospeche algo.