Unidos por el Deber... Y el corazón | Alex Claremont-Díaz & Luke Morrow

Capitulo 5. Enfrentando la Adversidad

La noche seguía su curso en el tranquilo café donde Alex y Luke compartían una conversación profunda, sumidos en su propio mundo de descubrimiento mutuo. Aunque el tiempo se había pasado volando, ambos estaban decididos a seguir conociéndose más. Sin embargo, en un instante, todo cambió.

Un sonido repentino, un crujido metálico que resonó en el aire, rompió la burbuja de intimidad que habían construido. Se giraron al unísono, sus ojos se encontraron llenos de desconcierto mientras trataban de distinguir la fuente del ruido. La tensión en el aire se volvió clara cuando el sonido se repitió, más fuerte esta vez, como un eco inquietante.

En ese preciso momento, el equipo del servicio secreto, que siempre acompaña a Alex a todos lados, rodeó su mesa. Los agentes vestidos de negro ocuparon la sala, moviéndose con una eficiencia silenciosa mientras escaneaban rápidamente el ambiente en busca de cualquier posible amenaza.

El corazón de Alex latía con fuerza, trataba de comprender la violenta intrusión. Luke, por su parte, estaba inusualmente tenso, tenia la mirada fija en los agentes que rodeaban la mesa. Era como si la realidad hubiera dado un giro abrupto, llevándolos de su tranquilo encuentro a un escenario de tensión y precaución.

Uno de los agentes se adelantó, su mirada intensa pero tranquila mientras hablaba. —Tenemos una amenaza de seguridad en progreso. Por favor, manténganse en sus asientos y sigan nuestras instrucciones.

Alex y Luke se miraron, compartiendo una mezcla de confusión y preocupación. Sin duda, los dos entendieron la seriedad de la situación. Aunque estaban sorprendidos por la actuación tan  repentina y rápida del equipo de seguridad, también sabían que esa era la realidad que venía con las vidas que llevaban.

Luke observaba con detenimiento lo que sucedía a su al rededor, mientras los agentes del servicio secreto trabajaban, Cash se quedó con ellos. Luke se levantó de inmediato de su asiento, Alex por impulso lo tomó de la muñeca. El marín observó el agarre desconcertado.

— Perdón —Apenado, lo soltó de inmediato. Pero la realidad era que a Luke no le había incomodado ni molestado para nada, era solo sorpresa de la acción.

—No me puedo quedar aquí sin hacer nada, mi deber es cuidar de los ciudadanos, entre ellos tú. Para eso me preparé —tomó unos segundos en silencio—. A mi padre no le hubiera gustado que me quedara sin hacer nada.

—Luke, entiendo cuál es tu deber pero vienes de civil. No te puedes arriesgar de esta manera.

Soltó lentamente cuando lo que en realidad quería era decirle que no quería que lo dejara solo.

Los ojos de ambos chicos se volvieron mucho más intensos, algo había pasado en esta última conversación. Luke entonces tomo su asiento nuevamente.

—Gracias —susurro Alex.

Se mantuvieron en silencio, observando cómo los agentes se comunicaban entre ellos en gestos y susurros. Los segundos parecían eternos mientras esperaban a que los agentes evaluaran la situación. La atmósfera era tensa, cargada de incertidumbre y anticipación.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el líder del equipo se acercó a ellos. Su expresión seria daba pocas pistas sobre la naturaleza de la amenaza, pero su tono era tranquilizador cuando habló. —Hemos asegurado la zona y confirmamos que no hay una amenaza directa para ustedes en este momento. Sin embargo, es necesario que se retiren del café en un vehículo seguro que hemos preparado.

Alex asintió, tratando de procesar la información. Parecía surrealista que su tranquila noche hubiera sido interrumpida de esta manera. Luke, aunque visiblemente tenso, también asintió en señal de acuerdo.