¿Qué Se Siente Estar Enamorado?

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En las profundidades de una biblioteca. Enorme, con tantos libros que no cabían en los estantes, y totalmente abandonada; a excepción del par que en este momento estaría ahí, buscando algo. 

Uno de ellos en los libros, yendo de una estantería a otra, en total entusiasmo y ligera sonrisa adornándole el rostro. 

El otro en su mente, en su propio mundo, con el entrecejo levemente fruncido. URSS trataba como podía de caminar cerca al alemán de la esvástica, con un par de sentimientos abrumándole. 

—Reich —finalmente se decidió por hablar, sin dejar de seguir al contrario mientras éste se distraía muy fácilmente con los libros. Al obtener un "¿Hum?" en señal de que le ponía atención, dijo: —¿Qué se siente estar enamorado?  

—Depende de la persona, cada individuo es un universo diferente —abría la tapa de un libro y revisaba rápidamente el contenido, soltando risas emocionadas, irradiando un aura de alegría. 

Mientras soltaba el que tenía en manos, corría en dirección a otro que le llamaría la atención. Con los ojos brillando y la boca en una casi perfecta "o". 

—¿Puedes hablar de algo más en general? —Unión Soviética, no satisfecho con esa respuesta, insistió, cambiando las palabras y la estructura de su pregunta. 

—Ehhh... pues... veamos, "amor" —botó alaverga el libro de hace un momento, para después sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, y tomar un par más de esos que tenía cerca —... Yo lo describiría como un manojo de emociones: positivas y llenadoras cuando eres correspondido y amado de igual forma; negativas y vacías cuando eres ignorado o rechazado de las peores formas posibles... o un punto intermedio, donde la otra persona es sincera y dice no sentir lo mismo que uno, y eso es todo, lo aceptas, lo superas y sigues con tu vida — 

Ah~, al fin lo encontró. Un libro con la tapa verde musgo, piedritas brillantes en los bordes, un título comprometedor según el interés fijo que tiene: encantamientos, hechizos, maldiciones y bendiciones para aplicar al campo de batalla. Lo abrazo fuerte un segundo, sonriendo a más no poder, y guardó el objeto en su mochila de mano. 

Entonces siguió con el resto de su búsqueda. 

—¿Es verdad eso de que el amor duele? —el ruso comunista (¿?) continuó con su siguiente duda, sin perder de vista al escurridizo alemán el cual ahora trepaba un mueble para alcanzar libros de más arriba en los estantes.

—¿Cómo voy a saber eso yo? Nunca he sentido amor real por parte de una persona que no sea de mi familia —desde tres o más metros arriba le hizo un mal gesto a URSS, quien le miró con molestia en los ojos. Third suspiro —El amor no duele, Sowjet, lo que duele es su ausencia. Ahora ¡atrapa esto!  

Le lanzó un pinche libro que parecía una biblia de esas gruesas y enormes, de cinco o más kilos, a lo que URSS abrió los ojos redonditos y en pánico, agarrando de pura suerte la cosa pesada que otro poco y le golpeaba en la cabeza. 

—¡¿Estás loco?! ¡Esta mierda podría noquearme si no la hubiera atrapado! —su cara se tornó un tanto más roja de lo normal, por la ira, y en parte por las preguntas que le hacía al menor. 

—Confíe en que lo atraparías, no te quejes qué quien está haciendo todo el trabajo soy yo —gateo desde arriba del muele para llegar a un extremo del mismo, una vez ahí solo tomaba los libros desde arriba para checarlos —¿No tienes otra pregunta sobre el amor? vamos, no te molestes conmigo, la responderé sin rodeos.

Soviet miro la cara del libro de 7kg, el titulo decía "ilustraciones, dibujos y mapas de todo el mundo". 

Mundo... 

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