El tacto del otro era repugnante, su mirada, que parecía estar llena de adoración, le daba a Jiang Cheng arcadas. Quería matarlo, quería irse, pero no sin antes cortar el cuerpo en pedazos y hacer desaparecer su alma. Que nunca en su maldita existencia pudiera reencarnar.
Pero el que estaba atrapado era él mismo y no encontraba forma de escapar.
—Jiang Wanyin —. Lan Xichen se inclinó suavemente sobre Jiang Cheng, sus manos levantando el mentón del otro.
Era el mismo Lan Xichen que Jiang Cheng había conocido toda su vida. Pero era la primera vez que podía ver su verdadero rostro.
—Vete a la mierda —Jiang Cheng soltó en un gruñido, agitando su cabeza para que lo soltara. El otro suspiró y atrapó firmemente la cara del otro hundiendo sus dígitos sobre las mejillas, casi lastimándolo.
—Jiang Wanyin, Wanyin —. Mantuvo fija su mirada ambarina de oscuros deseos sobre el Jiang, parecía que su mente ordenaba sus ideas en un pequeño silencio pausado—. Debes aprender a ser más tranquilo, no entiendes lo afortunado que eres ahora mismo. Te he escogido. Deberías estar feliz —, dejó de hablar por un tiempo de respiración antes de regalar una enorme sonrisa y luego decir:—Es más, incluso si no estás feliz ahora, lo estarás después. Puedes tomarte tu tiempo.
Al escucharlo, el estómago de Jiang Cheng dió un vuelco, terror y una premonición ominosa lo hizo sentir al filo de un abismo. Tembló cuando en sus recuerdos algo encajó.
—No te atreverías —. Trató de sonar lo más amenazante posible, pero lo que le recibió fue una risita tan tranquila y perturbadora, erizó de asco todo el cuerpo de Jiang Cheng.
—Soy capaz, de hecho, debí haberlo hecho antes, pero Wanji no quería dejar escapar a su pequeño cuervo y tuve que ayudarlo.
El aire de Jiang Cheng se escapó. Le hicieron algo a Wei Wuxian.
Lan Xichen caminó la enorme habitación iluminada con velas, demasiado iluminada para verse real. Se paró al lado de un taburete, donde empezó a deshacerse de sus túnicas exteriores impasiblemente por comodidad.
Mientras Jiang Cheng se removía sobre la silla donde estaba amarrado, su respiración ansiosa traicionaba su expresión de ira. Podía imaginar lo que se asomaba. Había muchas cosas que no entendió después de que regresó a la vida su viejo hermano, una de esas era precisamente la dinámica de enamorados que había entre ese par. Sospechoso. Él no quería ser un manga cortada.
Eran unos malditos, desconocía sus métodos, pero aquello que volviera a cualquiera un manga cortada era de temer. Debía escapar y derrocar a los Lan, demostrarle a todo el mundo de la cultivación que los de Gusu Lan tenían cosas entre bastidores que podrían afectar a todos. Podrían incluso ser responsables de cosas que cambiarían el rumbo del mundo de la cultivación. El rostro oculto detrás de sucesos fatídicos que harían temblar al mundo entero.
Pero estaba atrapado, era impotente. La cuerda que lo tenía cautivo era una cuerda hecha con el Qi espiritual de Lan Xichen. Y el Lan en términos de cultivo no era débil.
—Wanyin —Lan Xichen ya con sus túnicas internas se acercó a Jiang Cheng, sus ojos ambarinos parecían brillar como una bestia que salía de un abismo y podía ver hasta lo más oscuro de tu alma—, sólo tienes que dejarte llevar, si te esfuerzas por mantenerte cuerdo, será doloroso —una sonrisa oscurecida se asomó—. Tampoco importa mucho. Cuanto más intentes mantenerte cuerdo, más duro caerás. Me pregunto cómo te verás tú, el orgulloso líder Jiang ansiando cumplir deseos que antes no te pertenecían.
—Eres asqueroso, preferiría morir.
—Que desgracia —negó con falso arrepentimiento—, no se te permite morir.
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Corrupto
FanfictionLan Xichen no es una buena persona, quiere a Jiang Cheng y usa métodos cuestionables. Un poco de tentáculos, control mental y modificación corporal. Ah. ADVERTENCIA: ESTE CONTENIDO ES PWP (Plot what plot?/Porn without plot) Básicamente, Porno sin t...