Dejó salir aire de sus pulmones un segundo, rápido, para luego dar un firme paso en la acera y encestar un certero puñetazo en la cara contraria.
URSS abrió el ojo tanto como pudo antes de sentir el impacto, no lo esperaba, lo tomó por sorpresa y eso sólo provocó que cayera fácilmente al suelo.
Third Reich respiró agitado, el pecho inflándose y soltando lo acumulado, con las pupilas tan pequeñas como fuese posible. Soltó un gruñido antes de apretar los puños, las garras incrustándose en su propia piel por tal presión, a la altura del tórax.
Le mostró los dientes, afilados y puntiagudos, a su contrincante.
Unión Soviética realizó de ademán de levantarse, aturdido, limpió la zona golpeada con la mano izquierda. Miró está misma antes de al alemán, frunciendo el ceño en esa estoica expresión digna del soviético, enojado, apretó el puño.
—Con que así... —
Una vez arriba el socialista tomó una pose de pelea, y se miraron fijamente por breves segundos.
Con el cuerpo temblando por la adrenalina fue Reich quien intento dar el siguiente golpe, rechazado y esquivando por el mayor, le fijó una patada en la espalda con toda la fuerza que su pierna podría dar. Mandando lejos el mediano cuerpo, el cual rodó bruscamente por el piso antes de quedar quieto.
Ambos sabían que el menor no tenía ninguna oportunidad contra el colosal hombre, ambos sabían que el más dañado y el perdedor de aquel inesperado duelo será el Nazi, aún así, él se incorporó nuevamente para continuar.
Los brazos casi le fallan al tratar de apoyarse en ellos para ponerse de pie, y las temblorosas piernas no son de gran apoyo para la misma causa.
Sabía que debía estar sangrando por alguna parte del rostro, sentía algo húmedo y tibio resbalar por ambas mejillas, es eso o lagrimas salían sin su permiso de ambos ojos.
Soviet quedó ligeramente consternado por ver el rostro del otro, dio un paso atrás y bajo las manos.
Con los ojos inquietos y una pesada aura difícil de identificar, el de la esvástica colocó un pie detrás para obtener algo de impulso, las manos en el suelo y la espalda encorvada, cual animal cazando, tomó valor y energía para correr disparado en dirección al más alto.
Trató de volver a esquivar e inmovilizarlo, Reich veía eso venir, por lo que en un firme paso se detuvo a centímetros de él, más del lado izquierdo que el frente de URSS, y volvió a encestar un puñetazo directo en el cachete contrario.
No le importa en absoluto ganar, la carne le pedía a gritos ser dañada. Y no de una manera agradable.
En el descuido del soviético intentó morderle un brazo, no incrustó los dientes apropósito, sólo los acerco lo suficiente para que URSS se alarme y tome acciones inmediatas.
Lo tomó del cuello de su camisa y del brazo, fuerte y firme, levantándolo a centímetro del suelo dio un par de giros en su lugar y lanzó a Third lo más lejos que podía.
El vuelo fue, dentro de lo que cabe, bastante estimulante para el más bajo, incluso sonrió en algún momento de éste, sonrisa que desapareció inmediatamente que impactó contra algo.
Una bicicleta que estaba en el lugar, dio con ella, por lo que el aterrizaje fue más doloroso de lo que debía.
Se tomó un instante para descansar, con las extremidades inmóviles por caer brutalmente. Las sirenas de alarma en todo su ser sonaron ruidosas y alarmantes cuando URSS intentó acercársele, una mueca se le plantó en el rostro y, aún con los músculos doliendo, tomó la bicicleta y se la lanzó al ruso.
—¡Reich! —no alcanzó a quitarse, sólo a cubrirse el rostro.
Cayó junto al transporte ya deshecho.
El nombrado no podía hablar, tenía un mudo en la garganta, uno denso y seco, además de que no pensaba exactamente en palabras en esos momentos.
Una vez vio cómo se levantaba del piso, lento por el dolor, volvió a tomar impulso retrocediendo un par de pasos y corrió hacia él tacleándolo veloz. Fue cosa de un parpadeo, gracias a la ushanka del mayor éste mismo no sintió gran cosa por ser derribado, de Nazi no se hable porque él cayó sobre el otro, de cualquier forma esa única acción volvió a sacar de sus casillas al ruso, por la rabia, y por estar totalmente confundido con respecto a la reciente y violenta actitud del alemán, lo tomó desesperado por ambos hombros.
El ojo dorado le brillo un poco antes de cambiar papeles, azotando de un limpio y potente movimiento la espalda del menor contra la acera, subiéndose arriba suyo para evitar que se escapé.
Las venas de ambos brazos y puños se le marcaron de un segundo a otro, esbozando una expresión de infinita molestia, un puñetazo limpio y duro le llegó en la cara al de abajo. Le siguió otro, con la mano derecha, más fuerte, más lleno de magnitud. Y otro. Otro más. Turnando ambos brazos en puntos al azar para los dos hombres, en un ojo, la mejilla, casi por debajo de la mandíbula, cerca de su otro ojo, dónde la nariz.
Cómo están en un lugar público las personas a su alrededor gritaban y jadeaban asustadas, llamando a la policía y también una ambulancia por la presencia, cada vez más abundante, de la sangre.
En un decisivo y final embate el hijo de S.R. (Second Reich) vio todo borroso, luego negro, después dejo de sentir.
Noqueado y con el rostro casi desfigurado por tales golpes, la sangre, los moretones comenzando a ser visibles y algunas zonas inflamadas, fue cuando URSS dejó de moverse definitivamente.
Respirando pesado, perturbado, se le quito de encima y trato de calmarse.
Sentado a su lado, apenas recuperándose y rozando la normalidad de su mente, pegó un brinco en su mismo lugar antes de constatar que el más bajo estuviese respirando.
Algo de tranquilidad le tocó al ver que sigue con vida, aunque no haya realmente mucha paz en el ambiente, después de todo seguía inconsciente en el piso y perdiendo cantidades preocupantes desangre.
Retiro el ushanka de su cabeza, confundido, pasmado e inquieto antes de preguntar:
—¿Qué diablos te pasó tan de pronto? —
Tan natural qué se veía Third hace rato, ¿qué mosca le habrá picado como para causar todo ese desastre?.
El sonido de las sirenas policíaca y de la ambulancia fue lo único que le distrajeron de sus pensamientos, vaya cagada el explicar su situación.
Es la cita más rara que ha tenido.
1093 palabras
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Ponle un título a tu historia.
RandomGracias a Ashly Yelena esta y otras historias van a regresar de la muerte Esta wea va a censurar lo más posible los nombres de Third y Soviet para evitar q wapad me dé de baja de la vida, agradecería q hagan lo mismo en los comentarios 🙏🙏 inte...