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Choi Yuna

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Choi Yuna

Seguir siendo amiga de un hombre con el cual me había acostado. ¿Acaso eso era lógico? No estaba en mis buenas capacidades para aceptar salir con él esta noche. Solo pude pensar en que no trabajaba hoy y quería quedarme en casa estudiando, pero no, aquí estaba, enfrente del supuesto club.

Me sentía excesivamente indispuesta. Pero era mala idea dar media vuelta e irme.

Sin embargo, había algo que me impedía moverme, el rastro del camino de besos que él dejó sobre mi piel esa noche, no podía olvidarlo por más que recordara los contra de él, como persona, como hombre. Debía tener presente que por más calidez que mi cuerpo sintiera al estar a su lado, mi única importancia ahora era acabar la universidad, mudarme y hacer una vida, teniendo mucho dinero para ayudar a mi padre.

—Yuna —Voltee hasta donde venía la voz, solo para encontrarme con Namjoon, ahora con el cabello realmente corto—. Hola, ¿llevas esperando mucho tiempo?

—No.

Estaba completamente de negro, vestía una camisa manga larga lisa, unos pantalones de tela igual.

—Perdona la tardanza. ¿Entramos?

Asentí. Alzó su mano, guiándome a que pasara enfrente suyo y eso hice. El de seguridad que estaba en la entrada, ni siquiera pidió entrada o algo parecido, con solo mirar a Namjoon, nos dejó pasar.

El sitio era realmente grande, un poco escandaloso, no sé de donde era exclusivo.

Supuse que en algún momento nos tendríamos en la visible barra espaciosa, pero pasamos de largo. Habían tantas personas, que me empezaba a quedar atrás, hasta que me tomó de la mano, colocándome a su lado para que no quedara entre el relajo. Subimos lo que parecía ser unas escaleras, que nos llevaba a la terraza.

Cubrí mis brazos con mi pequeño cárdigan, solo para no pasar tanto frío aquí afuera. Nos dirigimos a una mesa, cerca de la barandilla, donde se podía ver a la perfección la ciudad. Sus gestos estaban siendo de un tipo caballeroso, y no me quedaba de otra que aceptarlo. Acomodó mi silla para que pudiese sentarme, –teniendo en cuenta que era alta– estando frente a frente, me entregó la carta primero, para que pidiese lo que quisiera.

—Creo que, un martini está bien.

Dije, entregándole la carta, que ni siquiera vio. Parecía que quería decirme algo por la manera en la que me vio, pero un camarero se acercó.

—¿Puedo ofrecerles algo, señor?

—Sí. Un Martini para la señorita, y yo quiero ron, pero trae una botella.

Hizo una reverencia al acabar de apuntar y se alejó.

Moví mis pies en el aire, tratando de distraerme en algo, ya que este mismo solo me miraba sin hablar, lo que me hacía sentir un tanto incómoda.

WARM | KIM NAMJOON [Sinful #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora