28. The boy searching a solution

303 71 39
                                    

— ¿No crees que el problema es que están demasiado tiempo cerca de la costa? El salitre te está haciendo daño.

Hongjoong niega, la teoría de su madre lo hace todo al revés. Está enfermo de la ciudad, de las personas, de todo. Su irritación apenas disminuye cuando está cerca de la costa o metido en el agua. Creyó que venir a pasar unos días con sus padres lo ayudaría a aliviarse.

No fue el caso.

Casi todo lo contrario.

Sus padres viven una zona rural, pero bastante más hacia el interior del país. En solo seis días de visita, Hongjoong se ha desmayado seis veces. Se deshidrata y pierde el foco por largas horas. Claramente hay algo mal, aunque fue al médico, no han podido concluir nada. De tanto examen han llegado a pensar que tiene un virus nuevo o algo así. Uno incluso dijo que tal vez tiene derrames en el cerebro.

Su conclusión es que debe vivir con la molestia. Ya tiene un trabajo para cuando sus vacaciones terminen. Un país en el medio oriente que trata de acordar paz con otro más grande. Son lugares poco conocidos, pero ameritan ayuda. Changbin se lo dejó para que tenga un caso menos extraordinario. Quizá con eso se mejore y deje de tener alergia del aire.

Tendido en el suelo junto al sofá, un pensamiento ronda suavemente su mente: extraña mucho a Seonghwa. Lo ha pensado mucho y es casi inhumano lo mucho que lo extraña. Bien puede ser porque no se despidieron propiamente, tampoco en las mejores condiciones.

Levanta de un salto y va a la computadora, con su madre observándolo preocupada. Siempre ha sido bastante perdido en su propia mente, pero no cambia que ahora está peor que nunca y genuinamente la angustia que pueda pasar algo malo con él.

~ * * * ~

— ¿Que estás haciendo qué?

Yeosang se lleva el marisco a la boca, la mente en las nubes y las aletas afuera. Wooyoung lo empuja de la cara para que caiga de la silla y del ensoñamiento—. ¡AY! ¡QUÉ TE PASA! ¡NO ES MI CULPA QUE ANDES INFLADO! —Reclama chillón y Wooyoung hace puchero, cruzado de brazos.

— ¡Que no sueltas esa información! Y eh-eh-eh. Nada de decirme sobre que estoy inflado porque el próximo serás tú si andas de tragón.

Yeosang hace puchero y ve por la ventana. No cambiarán el lugar de reuniones para merendar, por lo que es natural que pueda ver a Jongho cómo siempre. Wooyoung da un resoplido y apoya la barbilla en su palma. Ojalá tuviera el mismo nivel d suerte. San tan cerca, pero como si no existiera más allá de ser su guardián. Está frustrado.

—Alteza. —saludan a la llegada de Soobin.

— ¿Alguno de ustedes ha podido estar en contacto con Hongjoong? —cuestiona con deje preocupado. Wooyoung ladea la cabeza.

—Hace una semana no ha enviado ningún mensaje por el canal que le dimos. Quizá está ocupado. La vida allá arriba es una pesadilla. —Wooyoung sacude la mano y Yeosang mira arriba un instante.

—Nos habló un poco de que estaba sintiéndose muy mal. Tal vez está enfermo y por eso no ha podido hablar mucho. —estima y Soobin da un bufido. No cree que sea eso lo que sucede. Hongjoong le menciono que trataría de venir un mes, antes de iniciar su próximo trabajo.

Y que discutirían estos días sobre dónde se quedaría. Soobin quiere darle un departamento en la villa cercana al palacio. De esa forma habrá contacto sencillo. Tiene una especie de mal presentimiento.

~ * * * ~

Despierta aturdido. Tenía demasiados días sin dormir así de bien. Irónico considerando que el barco se mueve muchísimo. Podrá ser un crucero, pero no quita que se siente la corriente. Así sea un poco. Hongjoong mira por la pequeña ventana superior. Dijo que iría a la Atlántida avisando antes, pero empieza a considerar irse de una vez apenas llegue a su destino.

The boy who found his soul || SeongJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora