CAP. 1

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Su pecho subía y bajaba por el éxtasis al percibir el olor a lirios y vainilla. Su pene punzó en sus pantalones y exigía pronta atención, pues ya estaba duro y le urgía encontrar a la persona dueña de ese adictivo aroma. Fue entonces que sus piernas se dispararon a correr hasta llegar al lugar de donde provenía aquel perfume.

La sensación que sentía era maravillosa, él jamás se había puesto tan cachondo por una alpha, e imaginó toda clase de posturas en las que pudiera follarla, cuando su cuerpo comenzó a arder y quemaba como nunca antes.

El fascinante aroma provenía de aquel night-club por donde el alpha había pasado incontables veces ¿por qué nunca lo había percibido antes? Se preguntó. Una vez dentro olfateó con intensidad tratando de encontrar a aquella persona que lo atraía como un imán.

El lugar era un pequeño burdel de cuarta; muy oscuro pero concurrido. Al alpha no le importó que su presa pudiera estar ahí, además ese lugar barato no era impedimento para detener su búsqueda, así que solo siguió olfateando más y más hasta que se llevó una gran sorpresa. No era una alpha como él pensaba.

Era un omega.

El omega estaba de pie sobre un escenario y bailaba sensual moviendo el culo a todo el que lo veía. Llevaba puesto un sensual camisón que apenas podía cubrir sus nalgas, el omega sonreía con sensualidad demostrando lo bien que sabía mover las caderas al menearse de lado a lado al compás de la música, él debía de ofrecer a sus clientes en primera fila el mejor show de la noche, pues era su primer día en el lugar y follar con todos ellos estaba en sus planes. El omega necesitaba dinero, y aunque esa no era la manera de ganarlo no encontró algo mejor, pues nadie tomaba en serio a un omega debido a sus orígenes.

La cabellera rubia del omega se agitaba al ritmo de la música, a este le gustaba alborotarla con cada movimiento que hacía sobre el escenario seguramente así se notaría más sensual cubriendo su hermoso rostro.

El imponente alpha estaba hirviendo de deseo por tomar a la pequeña criatura; se abrió campo entre la gente y se introdujo en el lugar colocándose frente a él. El alpha hizo sus manos puño y soltó el más atemorizante aullido que jamás hizo, de inmediato todo el público en el lugar volteó a mirar, todos con gestos de preocupación y temor notaron al alpha embravecido, todos ellos se hicieron a un lado y se alejaron del imponente alpha malhumorado.

La música había cesado ya, y el hermoso rubio levantó la mirada para observar a la pieza más perfecta delante suyo; lo miró al detalle y sonrió sensual, el omega descendió provocativamente por las escaleras frontales del escenario, se sintió atraído por el perfecto espécimen que lo miraba como nunca nadie lo había mirado, este lo esperaba al pie de la escalera algo desesperado, urgido de contacto y el omega se dio cuenta de ello, entonces no pudo evitar soltar sus feromonas y enloquecer al fornido alpha mientras descendía meneando las caderas con sensualidad hasta llegar a él

- Hola guapo - dijo seductor colocando sus manos sobre el duro pecho - ¿Buscas diversión? Si quieres puedo darte unos minutos, pero... tú sabes, tienes que esperar tu turno.

El omega estira el brazo y señala la primera fila que aguardaba un tiempo con él, pero la urgencia del alpha no podía esperar y frunció el ceño en desacuerdo, entonces el dancer avisó:

- No me mires con esa cara guapo, no te enojes conmigo. Así son las reglas.

El alpha no podía controlar sus impulsos por tomarlo fuerte y duro. Fue entonces cuando sujetó la pequeña cintura con violencia y lo apretó a su cuerpo - No voy a hacer fila para follarte, tu culo está pidiendo mi polla a gritos

El dancer estaba apresado en los brazos del exigente alpha y río con sarcasmo al notar al hombre tan cachondo por un revolcón, pero el fuerte agarre del alpha era demasiado y la nariz de este olfateaba su cuello y lo inhalaba con vehemencia haciéndolo sentirse incómodo delante de sus clientes de turno

SEÑAL DE PERTENENCIA (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora