9: Lo que guardamos

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Las aspas en sus ojos rojos, el deseo de ser más fuerte, y la admiración por su hermano, eran crecientes en su interior. Pero, ¿qué significaba ser fuerte?

"Puedo soportarlo" le había dicho.

¿Cómo había conseguido esos ojos?

El accidente de sus abuelos; los padres de su madre.

La muerte de sus tíos, que fueron como sus abuelos, pues ellos criaron a su padre.

Itachi había perdido, a su mejor amigo Shisui. Después de esas muertes logró tener el mangekyou sharingan.

¿Qué le había dicho a Itachi cuando le dijo que podía soportar?, ¿Perderlo a él o a sus padres?... mirándose a los ojos, recordó que era aun poder alcanzado a través del dolor. ¿Había otra manera de volverse fuerte?.

Quizá no sabía lo que estaba diciendo realmente.

Sus ojos dejaron de brillar, y se recostó en su cama.

Sus ojos dejaron de brillar, y se recostó en su cama

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Hinata había llegado a casa, su hermana de 11 años de edad llegó corriendo a recibirla.

— ¡Hermana!

—  Hanabi... — sonrió — ¿ya vas a practicar? — Dijo al notar el uniforme de artes marciales.

— Sí, te estaba esperando, ¿entrenamos juntas?

- ...

— ¡Anda, di que sí!, hace tiempo que no entrenas, papá se va a dar cuenta, sabes que no le gusta que descuidemos el entrenamiento.

En ese momento Neji entró en su rescate.— Deja que descanse.

— ¿entrenarás tú conmigo?

— Si te vuelves más fuerte lo haré.

— No es justo, ninguno quiere entrenar conmigo.

— esta bien, pero ve a calentar un poco; te alcanzo en un momento.

Hanabi sonrió y se fue.

—Neji, gracias.

— ella tiene razón, el tío Hiashi se dará cuenta que no entrenas.

— ...

— no te gustan las artes marciales, lo sé. Y... ¿Qué pasa en la escuela?, Los últimos días he visto a Haruno-san con el grupo de Ino Yamanaka... ¿Se pelearon?

— No, para nada.

— ¿Con quien estas ahora?

— Con nadie... — Hinata recordó a Sasuke

— Puedes venir conmigo si no quieres estar sola.

— Gracias, pero sabes que no quiero.

— ¿por los rumores tontos que la gente inventa de la familia?

Existían rumores por los que Hinata ponía un poco de distancia entre su primo y ella, estos contaban que la familia Hyuga se comprometía en relaciones incestuosas para mantener el linaje puro de su kekkei Genkai.

Siendo molestada, al grado de recibir acoso por estas cosas, es que Hinata le pidió de favor a Neji que le diera espacio cuando esta apenas tenía 13 años.

— Siempre me estas cuidando, gracias por eso... no es por los rumores, de verdad. Esta vez no quiero apoyarme en tí, quiero hacerlo sola.

— esta bien. — Neji tomo la delantera, y Hinata fue un poco atras de él.

El fin de semana pasó volando, ir a la preparatoria no estaba tan mal, hasta que llegaba la hora del descanso.

La hora más esperada para quienes tenían con quien pasar el rato, y la hora en que quienes no tienen compañía buscan matar el tiempo en lo que vuelven a sentirse parte de algo.

Ya en el patio, faltaba poco para llegar a aquel árbol que se había vuelto su lugar favorito, además, tal vez él llegaría de nuevo.

Estaba inmersa en ese pensamiento cuando sintió que su pie se atoro con algo y cayó al suelo. O más bien con alguien.

Él chico solto una carcajada. — Te dije que era ciega.

— Tienes razón, nadie puede tener ojos así de raros y estar bien — Continuó su cómplice.

Hinata los miró y luego vió su almuerzo. La lonchera se había abierto y la comida se había esparcido por el suelo; estaba arruinado.

Ella miró a los chicos, ¿cómo era posible que a estas alturas aún existiera este tipo de acoso?, ¿no se suponía que la preparatoria sería mejor?.

Sakura es quien solía defenderla en estos casos, pero ella ya no estaba. Sus ojos se llenaron de lagrimas, no por el acoso, o porque no pudiera defenderse, las risas quedaron en segundo plano. Se sentía sola.

— ¿Qué creen que están haciendo?— se escuchó un reclamo

Los chicos atendieron a la voz.

— ¡ay no! ¡Es la niña-niño, corre!

Entre burlas los chicos se fueron de ahí.

— ¿Estas bien?

Hinata por fin liberó las lágrimas, todo el tiempo que pretendió que no le importaba estar sola, la verdad era que no comprendía cómo pudo haber sido dejada de lado tan fácil, tal vez para Sakura ella no era tan importante, como Sakura lo era para ella.

Tenten se quedó al lado de ella, y la ayudó a levantarse. Miró el almuerzo de ella tirado en el suelo y miró en la dirección por la que se habían ido aquellos chicos. — esos desgraciados.

Hinata secaba sus lágrimas, cuando Tenten le tomó la mano y puso algo de dinero en ella.

—  No es mucho, pero podrás comprar algo de la cafetería.

¿Por qué estaba tan sentimental este día? El gesto de esta chica con la que ni siquiera hablaba la había conmovido.

— No puedo aceptarlo.

— No pasa nada, si vuelves a necesitar ayuda puedes buscarme. Mi nombre es Tenten.— sonrió.

Continuará...

Nota: Yo hice el dibujo quq...

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