10: Preocupación

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– ¿Puedes decir que diablos te paso? –Pregunto Bakugo con la misma agresividad de siempre, mientras miraba al chico.

Shōto no logro responder sus preguntas, no por que estuviera en un voto de silencio, solo no conseguía las palabras correctas a esto, estaba reacio sin embargo no se movió en ningún momento de su lugar; finalmente respondió a sus preguntas con una excusa totalmente inoportuno:

– Me caí de las escaleras, eso es todo –La voz de Shōto era tan fría, no tenía aquel tinte de arrogancia o amabilidad.

Bakugo nuevamente estaba observando el apellido Todoroki y no a Shōto, una imagen inquebrantable y terca, hasta más arrogante que su persona (si aquello era posible) era algo que le molestaba a Bakugo pero su tiempo de terapia y las citas con el psicólogo ha ayudado que manejara un poco, solo un poco su actitud altanera y prepotente, pero está vez de forma muy lamentable su paciencia dependía de un hilo y el joven Todoroki estaba usando unas de sus tijeras para desmoronar la paz del cenizo.

Mordió su labio de forma brusca intentando pensar mejor en sus palabras pero al parecer eso no logro evitar que respondiera con sarcasmo.

– ¿Acaso eres idiota o piensas que nací ayer? Maldito imbécil –La mirada carmín observó la reacción de Shōto, esperaba una mirada fulminante pero solo era hueca, como un muñeco de trapo.

Ante ese pensamiento, Bakugo detuvo aquel vendaje, el sentido de salvador de Katsuki se activo como un rifle, llegando a no controlar sus acciones o pensamientos terminando de tomar la mejilla de Shōto sin disimular sus acciones, presenciando ahora una reacción realista de Shōto, una reacción humana.

El rostro del menor seguía pálido, sin ninguna mota de rubor en su piel pero sus ojos estaba más expresivos, demostraban miedo y confusión por sus acciones, Bakugo al obtener aquello alejo su mano en la zona herida con suavidad.

Ellos no eran nada al final del cabo, no tenía una relación ni un lazo presente en el cual Shōto podría confiar en sus acciones, en sus palabras o sus intenciones; claramente si estuviera en la posición de Shōto tampoco respondería tales preguntas, no iba a estar familiarizado y menos cómodo en aceptar hablar de lo sucedido.

Bakugo sabía que aquello no era una caída de escaleras, lo sabía bien y tampoco deseaba explicar del porque tenía conocimientos exactos de la diferencia de una caída a unos golpes. Usando toda su fuerza de voluntad se volteo, guardando los utensilios en el botiquín de primeros auxilios; había colocado los vendajes de buena manera, siendo esta vez más prolijos y no desordenados como era antes, ahora era una momia aceptable.

- Se que no confías en mi y no probablemente me tomes como la persona menos indicada, pero no sea un idiota -Murmura Bakugo; no espero alguna respuesta como era de esperarse sin embargo esta vez tenia la atención del menor en su persona- Apuesto que el nerd esta preocupado de tu estado...

No seas una carga 

Unas palabras con un gran peso consigo, no pensó en las consecuencias pero simplemente lo confeso, porque en la perspectiva de Bakugo, al generar preocupación a sus cercanos te volvias automáticamente una carga. 

Luego de aquel día, Bakugo perdió el rastro de Shōto durante una larga semana, pronto sería la presentación de su banda y en vez de estar molesto al no haber participado en las practicas, se encontraba preocupado; tuvo que dejar parte de su orgull...

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Luego de aquel día, Bakugo perdió el rastro de Shōto durante una larga semana, pronto sería la presentación de su banda y en vez de estar molesto al no haber participado en las practicas, se encontraba preocupado; tuvo que dejar parte de su orgullo para preguntar sobre su estado a Izuku y Ochacko, pidió ayuda detrás de las espaldas a sus amigos a Mina, la cual investigo las redes sociales del joven Todoroki pero simplemente fue un caso perdido por el escaso contenido que publicaba en sus perfiles, estaba por rendirse por completo, decidido en dejar su preocupación de lado, repitiéndose constantemente que no era su deber sentirse de ese modo, no eran cercanos para estar tan desesperado por su presencia, tampoco han interactuado suficiente como para permanecer en su reducido circulo social. 

No quiero ser una carga

Al recoger sus pertenecías de su casillero, el reloj marco las 6:00PM; los pasillos estaba comenzando a ser iluminados por las tenues luces cálidas, los alumnos del horario nocturnos se estaba presentando por la entrada del campus y varios de ellos iniciando su jornada de estudio; Bakugo por su parte estaba por marcharse a su habitación compartida, no todos los días se quedaba en el área estudiantil pero esta oportunidad debía de quedarse ya que mañana tendría un examen a primera hora y no deseaba llegar tarde. Caminando por el pasillo mientras escuchaba una canción aleatoria, su concentración estaba perdida, observando de vez en cuando las obras expuestas de los estudiantes de artes, vislumbrando un rostro conocido haciendo que detuviera su paso y quedando al frente del canva. 

Arrugo su nariz ahogando el amargo sabor desconsolado que el mismo creo, sintió ese sentimiento que tanto conocía de memoria sin embargo aunque el sabor desagradable se sitio en el nudo de su garganta, un pequeño gruñido salió de sus labios cuando noto que la canción cambio abruptamente, un poco molesto por aquella tonteria busco su celular entre sus bolsillos dándose cuenta de un gran detalle. 

Ya no estaba escuchando la playlist, lo que estaba escuchando ahora era algo diferente. 

Ladeo la cabeza al reconocer la sala de música, por estar sumergido en sus pensamientos tomo un camino contrario a la dirección que estaba tomando. 

Y aquel canva que había admirado, cobro vida entre las tonalidades cálidas de esa tarde, el perfil pincelado, trazado de un aspecto jovial y misterioso, un deseo y aspiración entre la envidia de ser el mejor, aquel desdén de su mirada sin mostrar odio o rencor, tan solo vistiendo de aquella deslumbrante inocencia del dolor mismo, sus ojos diferentes concentrado en algún punto perdido, siendo ignorante en como Bakugo quedaba atónito desde la entrada del salón, un fantasma en cada nota y los latidos compartiendo la sonata ¿Era ansiedad? ¿Una excusa? No podía apartarse, caminar nuevamente y ignorarlo, quedo enredado en cada nota, enredado en una verdad, porque su corazón no estaba latiendo por la magia musical que entregaba con libertad Shōto Todoroki, si no; su corazon estaba eufórico por volverlo a ver.


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⏰ Última actualización: Apr 12 ⏰

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