Amapolas

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Nunca podré saber el sentimiento, de lo incierto.
Mi corazón no llegara a ese entendimiento, de saber lo que es el amor materno.
Solo conozco el dolor, sufrimiento eterno el cual es como algo que se transfiere a mi alma cada que veo caminar a mujeres felices con sus hijas.
Y yo me quedo ahí, como un fantasma, que asusta a cualquiera, por los pasos de otra mujer.
Pero no era cualquier mujer, era mi madre, que a pesar de su seriedad y poca bondad, sentía que por dentro sabía amar.
Ella no era mala, solamente estaba destruida, por una tercera persona que la lastimo e hizo que quisiera asesinar a esas personas.
Mi otra madre, mi bella flor amapola, tan bella pero tan inocente, no pudo ver lo que se venía, por su mente tan vacía.
Ahora que las dos se vieron afectadas por la llamada de la muerte, solamente me toca recordarlas de la forma más linda posible.
Se lo que dirá la sociedad tan horrible, pero han hablado tanto, que ya ni caso.
Porque para ser franco, jamás entenderé la razón de tanto escándalo, hasta después de su partida, algunos teorizan que siguen vivas.
Créanme, yo también quisiera verlas un día, y decirles que las extraño con toda mi alma.
Mi corazón quedó hecho pedazos, tan roto como el romper de un vidrio, o cristal.
Yo me cuestionó si este sufrimiento, es lo que merezco, o que todo es una pesadilla que me atormenta solamente hoy en día.
Supongo que no, que cuando las sueño o las siento en el gigante cielo, solo son mis problemas mentales.
Porque todo es culpa de no tener la cabeza bien, pero eso es algo que no llego a comprender, porque a todos se llega a entender una actitud rara, pero a mi persona se le es regañada y castigada, como si fuera una especie rara.
Igual de humana que toda la sociedad, eso jamás lo podré negar, ya que si estuviera hecha de metal no podría amar, ni experimentar esto tan drástico, llamado, soledad.
Oh, dichoso el ser que viva sin las garras de esta sensación, hasta podría decir que le tengo envidia de ser completamente perfecto o perfecta.
Sin soledad, no hay que arruinar nada, y no hay miedos, angustias, desvelos, inciertos o amarguras.
Quiero gritarle al mundo que estoy completamente rota por dentro como si alguien hubiera agarrado mi corazón y lo apuñalara hasta sangra para nunca más sanar.
Es algo raro de pensar, pero estoy loca como la prensa suele comentar, así que, ¿Para que desinformar?.
Si me pongo a contarles lo que pasa cada 12 de Mayo, de todos los años, estoy que me mato cada que se marcan las 00:00 y da el 12.
Festivales, celebraciones, comidas, todo para que disfrutes con tu mamá, o mamás. Al menos tenía aveces a mis abuelas, pero aveces también sentía su ausencia en los actos que tocaban en la escuela.
Llorar, llorar, llorar, era lo único que hacía en cada acto escolar, me escondía en cada esquina en donde nadie supiera que seguía viva, para dejar fluir mi cabecita y poder entender que ninguna de las dos volvería.
Pero... ¿Será que al menos en mis sueños pueden estar conmigo? Les juro que solo será un ratico, no molestare ni un minutico, solo quiero saber que se siente volverlas a ver, abrazarlas y sentirlas otra vez.
Extraño a mi mamá Amanda y a mi otra mamá Melissa, extraño que cada mañana me llevaran a pasear para tomar el sol, extraño reírme y que Amanda sea la razón de mis alegrías, también extraño a Melissa, la cual aveces me cargaba y si llegaba a sentirme amada, a pesar de su alma tan helada.
Un día intente irme y volar, pero mi abuela entro al baño sin yo haberlo esperando, y llorando exclamó que no volvería a cometer eso.
Tenía 15 años, la escuché y entendí que no debía irme tan enseguida, me falta por experimentar y yo les prometí que estaría bien casi todos los días, que triunfaría, así que no podía defraudar.
A pesar de que aveces en lo único que piense sea en ellas.

Más allá de mi cuerpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora