Bienvenidos al reino de la oscuridad y a su maravilloso bosque Schwarzwald donde nada es lo que parece...
Una guerra entre el bien y el mal se avecina
Libro #1 de la saga amores oscuros 🖤
“A veces con solo una mirada basta para entender a una persona”
— G.V —
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« Cruzadas »
Luego que leark terminará su desayuno decidió ir a la cocina a llevar sus trates sucios a lavar, mientras estaba terminando de colocar todo en su lugar algo llamo su atención
había un pequeño animalito no sabría decir con certeza, era extraño y a su lado había una pequeña cuchilla de plata
— hola amiguito que diablos eres ah, pareces un lobo miniatura ligado con un osito pardo ?, Que quieres? — pregunto como si le fuera a responder
El animal simplemente comenzó a caminar, pasando el comedor llegando a la parte de atrás del Castillo, la condujo hacia un estante lleno de objetos viejos, leark no sabía porque seguí a un animal, no sabía que hacía allí
—De acuerdo amigo y ahora que hacemos aquí — al decir esto el animal empezó a rasguñar la parte de atrás del estante — quieres que lo aparte, ok no me puedes hablar así que lo voy a mover
Al mover el estante, pudo ver qué detrás de ello había una pequeña puerta, si una puerta, esto le parecía extraño, pero ya sabía sobre la existencia de los castillos de la zona también sabía que estos poseían túneles y pasadizos ocultos cosas que aprendió en la fuerza, sin esperarlo al intentar abrir la puerta está se abrió con facilidad
— De acuerdo amiguito ahora qué hacemos aho...— no terminó ya que el animalito comenzó a caminar por el túnel ella lo siguió pero cada vez que avanzaba se hacia más angosto llegó un punto en dónde tuvo que esforzarse para poder continuar
— Amiguito a dónde vamos no creo que pueda avanzar má... — se quedó callada ya que cuando terminó de salir estaba en una cueva afuera del castillo, estaba en el pueblo
Empezó a caminar para pasar desapercibida, estuvo caminando un rato y observaba y estudiaba cada lugar, puesto y espacio por pequeño que fuera todo podría aportar para una posible salida o huída
Cuando pasa por uno de los últimos puestos escucho un alboroto por lo que decidió acercarse
— Rateraa!! Rateraa!! — gritaba un señor de un puesto de manzanas — fue esa infeliz niña , guardias busquen la hay que castigarla no puede seguir robando
Leark al escuchar eso decidió que era momento de volver, las cosas estaban alteradas luego de caminar estaba llegando al punto dónde se encontraba la cueva y visualizo a dos guardias que llevaban a una pequeña niña de no más de 12 años
