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Hay fiesta, más que eso, hay música.

Mi primera reacción es salir y comprobar personalmente de que no estoy alucinando o algo parecido, entonces recuerdo que estoy en piyama, de manera rápida entro al baño, me cepillo los dientes, recojo mi cabello en una cola alta y me doy un duchazo rápido también, me pongo los primeros vaqueros que encuentro y una camiseta lisa y mis convers.

Antes de salir tomo mi bolso también, en el lobby pregunto por qué es el alboroto de afuera, o más bien porque de repente si puede haber música sin problema.

─Es porque hoy es el aniversario de reino – me cuenta la joven de recepción.

─¿Es hoy? ─ pregunto con sorpresa, pensé que faltaba más, la joven asiente – que bueno que al menos esto no ha cambiado, ¿sigue siendo una celebración de todo el día? ─ le pregunto.

─Hasta la media noche, luego de so la ley en prohibición de la música vuelve a estar vigente ─ Me cuenta ella.

─¿Tiene algún conocimiento si en caso de que me fue incautado algún instrumento por lo menos el día de hoy lo puedo retirar? ─ le pregunto con interés me gustaría tener mi violín de vuelta, al menos por hoy.

─No tengo conocimiento sobre eso disculpé – me dice la chica.

─De cualquier manera gracias – le digo a la chica por primera vez desde que regrese al reino me siento feliz.

Fuera las calles están decoradas con flores por todos lados y muchos papeles de colores también, no entiendo cuando fu que hicieron todo esto, ayer no estaba nada de esto. En la calle también ya hay muchas personas, niños con los rostros pintados y también con algún instrumento, algún tambor una flauta, todos felices y emocionados por este día, justo como lo recordaba antes.

Sigo a la gente que si mal no recuerdo va al centro de la ciudad a la gran plaza donde es la fiesta oficial, las calles fueron cerradas y solo son para peatones, hay muchos oficiales y también hay muchos jóvenes que le tocan y bailan en frente con burla, ya que hoy ellos pueden hacerlo libremente y ellos no pueden hacer nada.

Como me gustaría hacerlo también, pero no tengo ningún instrumento conmigo, mientras voy llegando a la plaza, empiezo a ve las carpas que ya han sido montadas por el día de hoy, estas las que tiene, juguetes para los niños, instrumentos de juguetes, en donde le estan pintando la cara y los de comida.

Me acerco a uno de los de comida porque muero de hambre, ni recuerdo bien si cene o no anoche, compro una banderilla, algo muy poco saludable para el desayuno, pero no me importa.

Desde donde estoy ya puedo ver el escenario que han hecho, es más gran de que los que recuerdo, todo es casi como lo recuerdo, pero creo que un poco más grande y con muchas más personas.

─Clio – me llama alguien es Dante, lleva uniforme, esta de servicio ─¿ya te sientes mejor? ─ me pregunta él.

─Digamos que sí, este es el Rawland que recuerdo y me hace muy feliz verlo de nuevo – le digo comiendo mi banderilla.

─No niego que también me es agradable ver la ciudad de esta manera, pero no soportaría verla así todos los días – me dice él.

─Yo no digo que sea todos los días, pero que siempre esté callado eso sí que no es soportable – le digo.

─Sigo difiriendo contigo – me dice él – pero me alegra ver que sea como sea todo esto te está sentando bien, lo que paso ayer...

─Me ocuparé mañana, hoy no quiero pensar en eso – le digo y él asiente de acuerdo – que bueno que el rey no prohibió celebrar este día – comento.

Familia, Música, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora