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✩⎙⸙͎೫ˑ

25/05/18

Informe de misión de Nakamura Chihiro.

No se encontró la presencia de ninguna maldición o hechicero maldito en la zona, pero, aún así, la hechicera de 1er grado desapareció por más de doce horas (desde las 09:30 a.m hasta las 09:46 p.m), el hechicero de 1er grado Kento Nanami fue enviado en su búsqueda, siendo encontrada posteriormente por el mismo desmayada.

Nakamura no recuerda lo sucedido. No sufrió heridas.

Firma: Kento Nanami.

✩⎙⸙͎೫ˑ

Tenían que estar jodiendo.

Eran las putas tres de la mañana.

Terminé de leer el reporte de Nanami y sentía mi corazón golpearme el pecho con fuerza, ¿desmayada?, ¿porqué mierda se había desmayado?

Comencé a dar vueltas por toda la habitación del hotel, pasando las manos por mi cabello, estresado.

-¡Carajo, lo sabía! -gruñí lanzando el celular y antes de que llegase a tocar la pared, se había hecho añicos.

Sabía que era mala idea, que esa dichosa misión sonaba demasiado sospechosa y, aún así, la habían enviado. Me sentía culpable por ello, porque, joder, me había prometido a mi mismo protegerla por encima de todo pero, aquí estaba yo, en Londres, en un maldito hotel, mientras ella acababa de pasar por... ni siquiera sabía que mierda le había pasado.

Seguía dando vueltas por toda la habitación, jalando mis cabellos y pasando las manos por mi rostro con desespero. No sabía qué hacer, solo quería serciorarme de que estuviera bien, sin ningún rasguño, porque no confiaba en el reporte del rubio, no estaría tranquilo hasta verlo con mis propios ojos.

Busqué mi celular con la mirada y solo encontré una pequeña bola de chatarra, ah, cierto, que lo acababa de destrozar con el reverso.

Ahora estaba aún más estresado.

-A la mierda. -sentencié y en menos de un segundo me encontraba en la enfermería de la escuela.

¿Mi misión?, sin acabar.

La busqué con la mirada y la encontré durmiendo con tranquilidad en una de las camas del lugar. Me acerqué a ella con cautela, no quería despertarla, solo revisar su estado, estar seguro de que estaba bien.

Si era necesario me quedaría toda la noche para asegurarme de que no tuviera pesadillas.

Estaba destapada, abrazada a la almohada que debía de estar bajo su cabeza y reí por lo tonto de la imagen, luego le traería su ridículo Pikachu -ese que yo mismo le había regalado y al cual le tenía una inmensa envidia-. Aparté suavemente algunos cabellos que cubrían su delicado rostro que parecía hecho de porcelana, solo por permitirme tener el gusto de apreciarlo de mejor manera. Volví a reír por mi propia estupidez, ¿celos de un peluche?, sí, definitivamente yo era el más ridículo de todos; terminé cubriéndola con la sábana que estaba en el suelo, seguramente había dado tantas vueltas que se destapó y la tela cayó sin remedio. Agarré una silla y tomé asiento junto a su cama, tal vez me quedaría hasta el amanecer, porque adoraba verla despertar, confundida por las largas horas de sueño, con los pelos alborotados y una expresión adormilada. Era graciosa, y hermosa.

La vi resolverse entre la sábana, frunciendo el ceño, algo estaba perturbando sus sueños, lo sabía porque siempre hacia eso antes de empezar a gritar, llorar o simplemente hablar dormida.

サファイア (𝐬𝐚𝐩𝐩𝐡𝐢𝐫𝐞) || Gojo Satoru x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora