Se está formando una gota de sudor en la frente del hombre sentado delante de mí, a pesar de la temperatura fría en mi oficina.
Debería sacarlo de su miseria, pero en vez de eso, sigo viéndolo fijamente.
―Yo... el fondo... nosotros... estamos muy agradecidos por su continua inversión ―tartamudea.
Como debería ser. Entre mi familia y todos nuestros clientes, tenemos miles de millones invertidos en todo el mundo, y una parte nada insignificante en su empresa.
―Nunca dije que continuaría invirtiendo en ustedes. ―Mi voz es firme, sin amabilidad a pesar de mis mejores intentos de insertar algo.
Empieza a dar golpecitos con el pie, y observo cómo la gota de sudor corre por su rostro, su respiración se acelera por segundos.
―¿N-no está satisfecho con nuestro desempeño? El precio de nuestras acciones aumentó un veinte por ciento este año.
Mi secretario ejecutivo, Kim Seokjin, entra justo en ese momento, su sincronización es tan perfecta como siempre. He revisado mi oficina varias veces para asegurarme de que, de hecho, no tiene un dispositivo de escucha aquí. Mi equipo de seguridad incluso comprobó tres veces que nuestro sistema telefónico tampoco le permite escuchar. No sé cómo lo hace, pero siempre está ahí antes de que tenga la oportunidad de preguntar por él.
Lo veo y observo la expresión estoica de su hermoso rostro. Lo llaman El Rey del Hielo a sus espaldas, y no es difícil ver por qué. A pesar de su evidente belleza, es frío como el hielo. Lo he visto orquestar la caída de más de una compañía famosa, y lo hace sin una pizca de compasión. Él está tan desprovista de emociones como yo, y no lo preferiría de otra manera.
Seokjin coloca una carpeta frente a Lee y le sonríe cortésmente mientras se acerca a mi escritorio. Siempre he odiado esa sonrisa suya. No hay nada abiertamente malo en él y no parece exactamente falsa, pero aún así me molesta.
Él me ve a los ojos por un momento antes de colocar una copia frente a mí también. Mi mirada cae en la nota adhesiva rosa en la parte superior de la pila de documentos, y hago una mueca. Simplemente dice I+D. No hay más contexto, pero, de nuevo, cuando es él, eso es todo lo que realmente necesito.
Lo veo con leve irritación, sabe que odio el color rosa, y estoy seguro de que toda su papelería es rosa solo para fastidiarme. Es, sin duda, su forma de hacerme pagar por el tormento que le he hecho pasar en los últimos dos años.
Seokjin me ha puesto nervioso desde el momento en que mi abuela lo nombró mi secretario ejecutivo hace ocho años. He hecho todo lo que he podido para deshacerme de él, pero siempre va un paso por delante de mí.
Hemos estado encerrados en una guerra sin fin, y no importa lo que haga, siempre estoy en el lado perdedor.
Inclino mi cabeza hacia el documento en mi escritorio.
―El precio de sus acciones aumentó un veinte por ciento, pero las ganancias de su empresa se desplomaron este año. ¿Le importaría explicarlo?
El pecho de Lee se expande mientras respira profundamente, casi como si se estuviera preparando para la batalla verbal en la que estamos a punto de participar. Qué perfectamente adorable.
―Eso podría ser porque elegimos invertir mucho en investigación y desarrollo este año, estamos creando productos que revolucionarán la industria financiera tal como la conocen.
Le sonrío.
―¿Toda la industria? ¿De verdad? ―¿Eso es lo mejor que pudo hacer? Por lo menos, debería haber elegido un vehículo de inversión emergente que se encuentre fuera de mi área de especialización.
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Secretario Kim.
FanfictionCuando él secretario de Jeon Namjoon deja su trabajo poco despué de que su familia lo obligue a tener un compromiso no deseado, él se propone resolver ambos problemas...