Cap.13
Me miró con su seño aún más fruncido. No sé por qué me estaba disculpando. Me arrepentí al instante en que lo había dicho. Me dí la vuelta, antes de hacer el ridículo una vez más.
—¿Por qué te disculpas? —Preguntó con su voz gélida y andina, muy diferente al tono juguetón y seguro que solía usar conmigo.
En el fondo me dolió su indiferencia. —No... No es nada. Lo dije sin pensar. —Abrí la puerta dispuesta a salir de ahí.
—¿Te gusta? —Lo sentí acercarse detrás de mí. —¿Enserio te gusta el? ¿Después de todo? ¿Entre tantas personas, el?
Cerré los ojos, apretando el pomo de la puerta. —No sé de qué estás hablando.
Bufo divertido y se detuvo a unos metros. —¿Necesitas que sea más directo? ¿Te gusta Mikael?
Me giré enseguida —¿Qué? ¡No!, ¿como crees?... No.
—¿Entonces por qué lo besaste? —Volvió a adquirir ese tono gélido.
—Aver chico bonito, primeramente yo no ando besando a gente que me vende a zumbados y no sé por qué demonios haces como que te importa.
El silencio predominó entre nosotros, una batalla de miradas, el con una mueca de disgusto y yo con una de confusión. Al final fuí yo quien desvío la mirada a la oscuridad de la noche.
Su mirada persistió en mí—Regla tres.
Dijo de repente. El cambio de tema me agarró desprevenida —¿Qué?
—Regla tres. Nunca te enamores de una humana.
Mis labios se entreabrieron. El viento soplo fuertemente haciéndome erizar la piel. Los altos árboles que rodeaban la cabaña se agitaron con fuerza. Y nuevamente solo eran el verde de sus ojos contra los míos.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Que me llevo un mes y dos semanas darme cuenta de que e roto una maldita regla. Y que la causante eres tú.
Mis cejas se dispararon hacía arriba, la sorpresa se hizo en mi rostro —Lucas yo...
Las palabras se atoraron en mi garganta, como si de un nudo se tratase. Lo seguí observando aún en mi shock.
—Me quema la idea de tus labios besando los suyos. Odió la idea de que tus manos lo toquen y que tus ojos lo miren...
Se cortó de repente cuando se percató de mi sonrisita —¿Qué? ¿De qué te ríes?
—Si lo qué quieres es exclusividad, la puedes pedir.
Me miró un momento y se dió la vuelta mascullando una maldición en voz baja.
—Vamos no te enojes.
—Te estás burlando de un hombre/ fantasma que está abriendo su corazón. Eso no se ve todos los días Samantha.
—No fue para tanto Lucas. —No obtuve respuesta. —Vale lo siento. Es que, nunca había creído que pasaría esto, osea mírate y mírame a mí. Debiste ser el sueño mojado de muchas.
—Eso no es cierto.
—Hasta tú sabes que es verdad. —El silencio volvió a tomar lugar entre nosotros.
—Estoy jodido ¿Lo sabes, Samantha?
—Es algo prohibido, no entiendo mucho del tema pero, no sé que sé pueda hacer.
Nos quedamos mirando hacía la nada, la noche era espesa y el frío me calaba los huesos.
Gire mi cabeza en su dirección para mirarlo, su perfil era hermoso. Me encantaría haberlo conocido en otras circunstancias. Su pelo rojizo caía sobre su frente desordenadamente, sus labios finos, se hacían fruncidos.
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PAGANDO POR LA MUERTE
SpiritualSamantha Kay, una chica que a luchado contra su propio Don, con un pasado oscuro, intentará salir con vida de una peligrosa misión. Lucas Barro, el joven que por una mala decisión a terminado perdiendo la vida, intentará detener los horribles plane...