Hades (Trilogía Hades libro 1). Historia Registrada bajo El Número 23082851606

Capítulo 5

Observo toda la sala, mientras me pongo de pie, Noah se acerca a ml.

-Sabes tocar.

Sonrió, orgullosa de mi misma. Dándole las gracias, bajo del escenario donde Allie y Elliot esperan por mí, ambos están animados.

-Nena, ¡muchas felicitaciones! Sabía que lo harías muy bien, pero vaya eso fue increíble Maddie, nunca te había escuchado tocar así, ¿Y esa canción por qué? No la ensayaste esta tarde.

Al recordar el motivo por el que elegí esa música, busco por toda la habitación la mirada fría de ojos negros, pero no está. Debí suponerlo porque el calor se ha ido de mi cuerpo, doy gracias al cielo dentro de mí por eso.

-Cuéntanos,¿ por qué esa canción chica?

-Elliot, simplemente es música. Yo, solo quise tocarla, lo bueno es que salió bien.

Allie sabe que miento, es claro que todo salió bien, pero sabe que oculto algo. Ignorando deliberadamente su mirada de interrogación, volvemos a nuestros asientos mientras audicionan los demás, todos son buenos músicos, pero los hermanos Taylor me aseguran que fui la mejor de toda la noche. Olvido momentáneamente, el pequeño altercado que sucedió a las fueras del Salón de eventos, y dedico mis pensamientos a mi madre. Todo esto, es por ella. Sé, que si no consigo detenerla a tiempo, mi madre va a terminar con su vida. Esta nueva personalidad autodestructiva, la llevara a su fin. No tengo dudas, y lamentablemente no tengo pruebas aún para demostrar lo que sucede en nuestras vidas. Dios, necesito realmente este trabajo.

-Bien, chicos. Por favor, reúnanse, ya hemos tomado nuestra decisión.

Noah, nos llama a todos. Y Allie me da un abrazo, mientras Elliot sonríe para darme ánimos. Me dirijo hacia el grupo, mientras tomo el diamante de mi collar, por favor papá. Ayúdame.

-Ross, bienvenido eres el nuevo vocalista.

El chico sonríe satisfecho, es lógico que tenga seguridad en sí mismo. A continuación, es el turno de los trompetistas.

-Janice, bienvenida.

Janice me agrada a simple vista. Es una chica bastante voluminosa pero sin duda muy guapa, tiene lindo cabello rojo y rizado. Se ve aliviada y sonríe hacia el cielo, entiendo su agradecimiento a los seres celestiales. Yo iré a la iglesia el resto de mi vida, si consigo realizar mi plan, sin que mi madre me aviente de un carro en movimiento. Es el turno de los pianistas, Allie toma mi mano derecha y Elliot la izquierda. Ambos me aprietan fuerte, y cierro mis ojos. Esperando y temiendo los resultados, quiero vomitar demonios.

-Maddie, bienvenida. Felicidades a todos, tendremos un ensayo el miércoles y el viernes antes de la gran inauguración. Allí, les daré las pautas a seguir y hablaremos de sus vestuarios. A todos los demás participantes, gracias por venir, pero La Ciudad del Pecado no es para cualquiera.

Inmediatamente Allie se tira encima de mí con tanta fuerza, que sus lentes se caen.

-Demonios, cosas infernales. Lo sabía, esa es mi chica, Dios ¡estoy muy orgullosa de ti Maddie!

Ella tiene lágrimas en sus ojos, y me conmueve y la abrazo. Dios, estoy tan aliviada de tenerla en mi vida. Elliot interrumpe nuestro pequeño momento, aclarando su garganta y agitando los lentes de su hermana.

-Hay que irnos ya de aquí, les recuerdo que actualmente somos fugitivos.

Allie le da una palmada a su hermano en el brazo y toma sus lentes, entre tanto, Elliot me felicita y alborota mi cabello, igual que cuando éramos unos niños.

-Gracias, de verdad les agradezco mucho todo esto, chicos. No lo hubiera logrado sin ustedes, y lo saben.

Como de costumbre, ellos le restan importancia.