RenJun estaba echao' en su cama muy tranquilo de la vida, daba lo mismo si eran las tres de la tarde y él sigue pegado mirando el celular, ¿para que molestarse en hacer el almuerzo? Si tiene una nana que lo haga y en su gran departamento nadie perturbaba su paz.
Tenía todo lo que podía desear, una pega que le proporciona un sueldo de ensueño, un hogar muy cómodo, parcelas casi del tamaño del Parque O'higgins -aunque no son de él, específicamente -, un auto que vale casi diez veces veces el sueldo mínimo chileno y un pololo más rico que los completos.
Aunque no los frecuentaba, pero le gustan mucho.
¿Qué más podía pedir?
- Mmh, espero que Donghyuck no esté ocupado, dijo que quería ir a comprar ropa en la tarde... - se sentó en la cama y dejó el celular en el velador - Ojalá que el Mark no lo webee, más weón mi amigo, no sé pa' qué se casó. -.
Donghyuck es su mejor amigo de toda la vida, estudió diseño de modas y tiene su propia boutique, es un apañador de primera, amoroso y muy vivaracho pa' sus cosas.
Se enamoró de un profesor de educación física, quién tiene talleres en diferentes colegios. Mark es buena onda pero no entiende el porqué de su negativa actitud cuando el moreno sale a pasarla bien.
No sabe si es inseguridad o qué, pero ya le parecía raro que quisiera casarse a los dos años de haberse conocido.
Pero en ese drama no se iba a meter, no hasta que fuera necesario.
Se puso las pantuflas y se metió al closet a buscar algún conjunto lindo, agarró una toalla y se metió a bañar pues sudó mucho la noche anterior.
Secó su pelo y lo peinó hacia atrás con sus manos, se puso su pantalón negro y camisa blanca -que era un poco traslúcida-, cadenas de plata, anillos a juego, zapatos caros y los lentes que su mejor amigo le regaló para su cumpleaños.
Era su par favorito.
Tomó su billetera y la abrió para ver si tenía dinero en efectivo para comprarse alguna gaseosa en el camino, pero en eso notó que una de sus tarjetas no estaba.
- Bah, ¿se habrá ido en alguna camisa? Voy a tener que preguntarle a la señora Marta. -.
Guardó su billetera en su bolso negro y apagó la luz de su habitación para digirirse al comedor.
- Buenas tardes, señora Marta. - saludó al aparecer en el living.
- Buenas tardes para usted también, joven, ¿cómo amaneció? -.
- Más o menos, me duele un poco la cabeza. - se queja.
- ¿Quiere que le compre un tapsin? -.
- No, no, más tarde iré a la farmacia, no se preocupe. -.
Ella asintió y se dirigió a los sillones para acomodar los cojines, aunque ya se veían ordenados.
- ¿Lavó ropa hoy? -.
- ¿Mmh? Ah, sí, programé la lavadora hace un par de horas, ¿porqué la pregunta, joven? ¿Tiene algo más para lavar? -.
- No, no, lo que pasa es que perdí una tarjeta de crédito, ¿no vió nada en mi ropa? -.
- No, joven Huang, se la habría entregado si fuera así. -
RenJun asintió un poco inseguro, luego miró por inercia hacia el muro de la entrada, al no ver las llaves de su Hyundai Tucson frunció el ceño.
¿De la nada se le estaban perdiendo las cosas en su propia casa?
- Ehm, de casualidad, ¿no vió las llaves del auto? - le preguntó y luego suspiró - Seguramente andan por ahí, todo porque se me olvida ponerlas en mi llavero. -.
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RENJUN Vengeance // noren, nomin 🇨🇱
Fanfictiona mí nadie me hace daño sin pagar las consecuencias.