Apocalipsis [Karmaland 5]

41.[Karmaland] (Dios)

Ale era un dios atrevido, él era directo y a diferencia de Heberon, él no hacía planes tan rebuscados; pero eso no siempre salía bien y hoy de nuevo se metió donde no debía, así que ahora debía afrontar las consecuencias.

«Los humanos... Los que veneran dioses, son idiotas...»

«Ay, ese es un pensamiento muy pesimista..»

«Claro, ¿por qué harían eso? No tiene sentido»

«Sabes, dice una leyenda que hay dos dioses que pueden matar y revivir gente; y que son ellos los que hacen dioses a las almas de los humanos»

«¿Se puede sabe dónde leíste esa mierda?»

«Me lo contó un pajarito, así que portate bonito y tal vez te hagas dios cuando mueras»

«... También eres idiota»

Las voces rezonaban en la cabeza de Ale rebotando en su cráneo e incrustandose en su cerebro; mientras su cabeza colgaba y su cuerpo levitaba a raíz de la magia de otro dios más en la sala.

—¿Qué hacemos con él?—Preguntó el afamado; y desconocido para esta época, dios.

—¿Desaparecerlo?—Dijo, un poco de confusión en su voz.

—¡¿Estás mal?!—Murmuro rápidamente—¡No puedo hacer eso!—trato de que su voz no pasará de un susurro alto.

—¡Eres un dios de todo Juan, claro que puedes!—Murmuro en su mismo tono.

—Ok, tal vez no me exprese bien—se aclaro la voz y miró a su cerdo y fiel acompañante—no debo Puerco, no debo interferir.

—Pero puedes, arreglarías muchas cosas, ¿por qué no hacerlo?—Juan por un momento le pareció escuchar ese clásico tono de "eres un idiota" y eso hizo que casi hiciera una mueca; y de paso soltar un golpe.

—A veces se me olvida que todavía tienes el cerebro de un cerdo...

—¿En serio acabas de intentar hacer sonar eso como un insulto?—El cerdo ladeo la cabeza y ahora Juan realmente tuvo que respirar profundo para respetar la integridad física de su más querido amigo.

—Mira, el punto es que en la línea temporal de ahí sigo siendo un humano común, con magia, pero común, no me puedo meter.

—¡Entonces no me preguntes!

—... Ok, ok, no eres de ayuda aquí—volvió a mirar a Ale y de repente la  horrible serpiente del temor se retorció en su ser al notar que el brillo mágico de su poder no se reflejaba en el cuerpo del dios.

—¿Qué sucede? ¿Estás bien?—El puerco se acercó con confusión.

—Su... Alma... Salió...

—... ¿Qué?....

—¡SU ALMA ESCAPÓ! —Grito mientras el sudor frío lo mojaba y un muy mal presentimiento; que deseaba no fuera verdad, acordaba su mente.

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La espina dorsal de Heberon se erizó cuando abrió el portal a TortillaLand, sin embargo respiró y trato de controlarse para después mirar a los antiguos humanos.

—Bien, escuchen, esto será fácil, van a entrar a la iglesia, van a tomar este pergamino —dijo al unísono que les entrego una foto para referencia —y me los traerán, para ésto haremos algo diferente, como no pueden llegar así como así como monstruos tomarán forma humana y cuando los tengan volvsran a su manera normal.

Los dos monstruos no hicieron seña alguna, pero eso no fue importante, Heberon los transformó de igual manera.

—Bien, tu eres Jabu, y tu serás Danirep—aclaró con calma.

«¿Danirep? ¿Fue lo mejor que se le ocurrió?»pensó Willyrex.

—Vayanse—en cuánto soltó eso ambos se fueron, entonces en un segundo se dio la vuelta apuntando una lanza de magia al cuello del dios atrás suyo.

—¡Wow! ¡Heberon calma!—Levantó las manos rápidamente.

—Javi... ¿Qué quieres?—Desapareció el as cuando lo notó.

—Ah... Solo venía a ver, ¿qué te pasa?

—¿A qué te refieres?

—¡A qué casi me matas por ejemplo!—se quejó.

—...mm—hizo una mueca sin mirarlo—..Tengo...—se aclaró la garganta —tengo un mal presentimiento...

—... ¿Paso algo?—la preocupación se dejo ver en sus palabras.

—No.. es solo que siento que algo no anda bien... Pero bueno, no importa, debemos continuar. —Se dio la vuelta y caminó.

—...pero...—Se detuvo en sus palabras siendo consciente que su tono era demasiado bajo para ser escuchado, tomo aire y miró el portal —algun día querría decirte que tú lucha es absurda... Que... No tienes ningún pecado del cual redimirte...—Mirando al horizonte mientras recordaba la cara de su amigo al apuntarle con esa lanza.

"—Javi... ¿Esto fue mi culpa?—Lo miro con los ojos muertos y las manos temblando.

—..."

—No... No es tu culpa .. debí haber dicho ese día... Pero ahora es demasiado tarde para intentarlo... ¿No ... Heberon?...—se dio la vuelta para mirar por dónde se había ido el dios, no estaba ahí, pero el aún podía imaginarlo ahí, mirándolo con una esperanza casi morbosa.

Cerró los ojos, inalo profundo, retuvo el aire y luego lo soltó tan lento como la falta de aire le permitió.

—Pero ya voy tarde...—Abrió los ojos— Años tarde..—siguió la dirección de su compañero.