MinHo siguió bailando sin dejar de mirarlo. No podía creerlo. ¿Acaso ese era JiSung quién se encontraba borracho y gritando todas esas obcenidades? Estiró su mano, recogiendo todos los billetes que le ofrecían y cuando llegó al peliazul, tomó sus billetes y los guardó en su entrepierna. Solo con él se atrevería hacer ese gesto tan atrevido. La canción terminó y mientras lo miraba por última vez, MinHo se giró y salió detrás del escenario.
JiSung tenía la respiración agitada. El corazón le latía con tanta fuerza que parecia que en cualquier momento se saldría de su pecho. No quería admitirlo pero lo que había hecho MinHo lo había puesto caliente. Muy caliente. No recordaba lo mucho que se podía excitar con tan solo ver, pero Lee le hacía sentir eso en él y mucho más. Eso lo asustó.
Se giró y apenas dió un paso se tambaleó. Se rió solo. Buscó con la mirada a Felix pero no lo veía, sacó su móvil y marcó. 1, 2, 3 tonos y finalmente el buzón.
—Maldita sea—susurró, cuando la pantalla de su móvil se volvió negra.
A pasos lentos comenzó a caminar hacía la barra pero al pasar por el escenario, alguien lo jaló fuertemente del brazo y lo acorraló contra la pared. JiSung jadeó. Abrió sus ojos y se encontró con la mirada de MinHo que lo miraba expectante. Él sonrió.
—¡Tú!—exclamó y se tiró a sus brazos.
Conmocionado, MinHo lo sujetó en sus brazos y cuando sintió que estaba por caerse lo agarró firmemente de la cadera.
—¿Qué haces aquí?—cuestionó el mayor con preocupación.
—Solo vine a divertirme un poco.
JiSung enrrolló sus brazos alrededor su cuello. Olía delicioso. MinHo se había cambiado de ropa y ahora vestía unos simples jeans y una sudadera blanca.
El pelimorado frunció el ceño.
—¿Has estado bebiendo?
—Un poco.
—No quiero que bebas más—dijo sombríamente.
—¿Por qué no? ¿Acaso estas preocupado? La última vez que vine dijiste que me divirtiera.
—Sé que lo hice, pero no me refería a esto. No me gusta verte en este estado—suspiró—. ¿Vienes solo?
—No. Vine con Felix pero lo he perdido.
MinHo cerró y abrió los ojos lentamente maldiciendo.
—Bien. Dado que al parecer no te puedes mantenerte de pie tu solo, te llevaré yo.
JiSung no entendió a que se refería hasta que el pelimorado lo cargó y lo puso en su hombro. Chilló por la sorpresa y antes de que pudiera siquiera protestar, comenzó a caminar por el club directo a la salida.
Salió del club y sacó las llaves de su bolsillo para encender su auto. Con una mano, Lee abrió la puerta del copiloto y lo bajó de su hombro para acomodarlo en el asiento. Sorprendentemente, JiSung no dijo nada y dejó que MinHo le abrochara el cinturón de seguridad. Rodeó el auto para subirse. Metió la llave al contacto y arrancó.
—¿Sabe tu esposo que estas aquí?—preguntó sin despegar la mirada del camino.
JiSung empuño sus manos.
—No me hables de ese imbécil.
—¿Por qué?—dijo, aprovechando para mirarlo en cuanto el semáforo cambio a luz roja.
—Él... —tragó saliva—me engañó.
—Oh—fue lo único que pudo decir.
Silencio.
JiSung lo observó y pudo darse cuenta que tenía la mandíbula tensa. MinHo suspiró y estiró la mano para encender la radio.
—Él es un idiota—susurró MinHo.
—¿Qué?
—Tu esposo. No sabe de lo que se pierde. Si yo fuera tu esposo, jamás cometería ese error.
—¿De verdad?—preguntó, con el rostro iluminado—. ¿Qué harías tú si fueras mi esposo?
—Bueno—MinHo se aclaró la garganta. Odiaba tomar el papel del esposo perfecto, pero solo por él lo intentaría—. Si fuera tu esposo me preocuparía de que fueras feliz a mi lado, te amaría, te cuidaría pero sobre todo... —hizo una pausa. Le dió una rápida mirada—. Te haría el amor todos los días.
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❝El Stripper❞ ➳『•MinSung•』
Teen FictionHan JiSung estaba a punto de casarse. Por lo que sabía, sus amigos habían contratado a un stripper para que le bailase en su despedida de soltero. Pero lo que nunca imaginó fue sentirse sexualmente atraído por aquél hombre. La noche era joven, y L...