(Capitulo 12)

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"Te amaría de cualquier forma, en cualquier mundo, con cualquier pasado"

>>~•~<<

L

Me sentía feliz, tenía todo lo que alguna vez quise, era reconocida en casi todo el mundo por mi talento y esfuerzo, tenía el departamento de mis sueños y tenía una vida perfecta.

Bueno, es lo que me gusta creer, ¿Desde cuando amar se volvió tan complicado y doloroso? Porque ahora mientras veo como Taehyung abraza a Jennie en la agencia de forma cariñosa, solo encuentro dolor y disgusto en mi ser.

Aunque claro, yo no me quedo atrás, Frederic hace lo mismo que la pareja y me abraza como si no nos hubiéramos visto hace una semana cuando fue a recogerme al aeropuerto de Seoul.

Puedo sentir unos ojos gatunos clavados en mi espalda pero no me puede importar menos.

Una parte de mi me dice que deje de provocar celos y la otra me dice que ahora que hemos vuelto a Corea todo va a seguir igual, ya saben, queriéndonos en secreto y sin la pequeña libertad que teníamos en la gira.

Y ese último pensamiento es el que más me duele, ¿Por qué me siento así si todo estaba bien?.

Jennie, que antes era abrazada por Taehyung, se acerca a mi y jala mi mano acercándome a ella y separándome de Frederic, su ceño está fruncido y su nariz también está ligeramente fruncida mientras muestra su gesto de disgusto ante nuestra cercanía.

- Lisa, ¿Me acompañas a la sala de práctica? Después de un tiempo me vendría bien mover mi cuerpo - Dijo mientras me arrastraba perdiéndonos por los pasillos, llegamos al frente de la puerta de la sala y entramos.

Sin embargo nos encontramos con una escena bastante inesperada.

Rosé, una de las bailarinas y mi mejor amiga (aunque eso Jennie no lo sabía), estaba besando desesperadamente a Jisoo, otra de las bailarinas secundarias.

Jennie y yo nos quedamos quietas y sin saber que hacer mientras ellas prácticamente se comían la boca.

Carraspeé con fuerza intentando llamar su atención, pero no lo logré, era como si estuvieran en una burbuja irrompible.

Cuando vi como Jisoo levantaba la camiseta holgada de Rosé murmuré un "Wow" y agarré la mano de Jennie mientras la sacaba con rapidez de la sala de practica, cuando cerré la puerta volteé a verla y tenía una cara de shock, me reí de ella en silencio por su reacción.

- ¿Que? ¿No me digas que te da vergüenza? - Me miró y se rió de forma sarcástica para después darme un leve golpe en el brazo. -Auch, oye! Eres una agresiva, esto es maltrato - Exclamé dramatizando mientras me sobaba el brazo mirándola con inventado rencor.

- Maltrato te voy a dar si sigues con tus bromitas - Respondió mientras me volvía a agarrar del brazo como antes y me volvía a arrastrar a otra habitación que si estuviera desocupada.

- ¿Puedo saber por qué me traes aquí? - Ella me miró con advertencia mientras disminuía la velocidad con la que iba caminando en cuanto comenzamos a ver la puerta de la sala de grabaciones, ya saben, donde ocurre la magia.

Abrió la puerta mientras revisaba que nadie estuviera adentro, cuando lo confirmó tiró de mi brazo con fuerza metiéndome a la sala.

- ¿Sabes porqué estás aquí Lisa? - Preguntó mientras caminaba por la habitación como si no hubiéramos estado aquí miles de veces antes.

- Claramente no, hasta donde sé no he hecho nada malo ¿Por qué estoy aquí Jennie?.

Ella sin embargo no respondió a la creciente duda que ahora tenía, miles de escenarios pasaron por mi mente provocando que me perdiera en mi imaginación.

Jennie, después de darse al menos cinco vueltas por la bendita sala, respondió.

- Porque estoy malditamente celosa, porque me arde el cuerpo en enojo cuando te veo ser tan cariñosa con ese idiota, por eso estás aquí, porque necesito volver a sentirte como mía - Se fue acercando a mi con lentitud mientras sus ojos se volvían un poco más pequeños, sus pupilas se dilataban y veía como su mandibula se apretaba.

Parecía un pequeño gatito haciendo un berrinche, sus ojos con ese toque felino tan característico no ayudaban tampoco, vi como remojaba sus labios con su lengua y me sentí incapaz de apartar la vista, fue como un hechizo.

Cuando la tuve enfrente lo ultimo que sentía era miedo o timidez, la agarré de la cintura y la atraje hacía mi, nuestros labios quedaron tan cerca que podíamos sentir la respiración de la otra sobre nuestros rostros, el aroma de su perfume llenó mis fosas nasales haciéndome sentir como una adicta.

Sus manos tan suaves se apoyaron en mis mejillas, eran cálidas y delicadas, sus pulgares acariciaron mi rostro con lentitud, pero a pesar de la delicadeza con la que me trataba sus ojos seguían ardiendo en fuego mirándome de forma desafiante.

- Di que eres mía Lisa, dilo aunque sepamos que no es verdad, aunque frente al resto del mundo tenga que tratarte como mi amiga, dilo, necesito escucharlo - Mi respiración se entrecortó, suspiré sintiéndome hipnotizada por sus palabras y su cálido aliento en mis labios.

Su aroma me envolvía, nuestros perfumes se mezclaban, el calor de su cuerpo pasó al mío mientras nuestros abdómenes se juntaban.

- Soy tuya Jennie, soy tuya a pesar de todo - Acercó mi rostro al suyo y con una lentitud que me desesperó rozó nuestros labios, me dió un beso en la esquina derecha y repitió lo mismo en la izquierda, se alejó un poco, respiró y me besó.

Fue un beso tranquilo a pesar de todo, apreté mis manos al rededor de su cintura y ella pasó de agarra mis mejillas a agarrar mi cuello.

Eran tantos puntos de contacto entre nuestros cuerpos que me estaba volviendo loca, su calor me arropaba de una forma reconfortante, su aroma me hacía sentir tranquila, sus caricias en mi cuello con sus pulgares me hacían sentir amada y la suavidad de su piel me hacía sentir como si estuviera tocando una nube.

Nos separamos un poco para tomar aire, yo con mis ojos abiertos y ella con sus ojos cerrados.

Era hermosa.

- Tus besos son mis antidepresivos Jennie - Susurré bajito, solo para nosotras, aunque fuéramos las únicas en esa habitación.

Sus ojos se abrieron despacio, brillaban como las estrellas en el cielo nocturno.

Una sonrisa tierna se formó en su rostro.

Que linda!.

Pensé mientras hacía un berrinche interno por querer morder sus lindas mejillas de ardilla.

Definitivamente estaba perdida por la chica en frente de mi...

•Cuando Nadie Ve• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora