ANA
El dicho "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" rondaba en mi cabeza todo el tiempo, jamas me di el tiempo de pensar en lo que sentía realmente por el.
El beso que tanto esperaba de Fernando no me hizo sentir nada cuando nuestros labios chocaron, me aferre tanto a los sentimientos que sentia por el que jamas reflexione en que ya no sentia eso por el.
Noche tras noche pensaba en el y en el amor tan grande que sentia sin darme cuenta y jamas me di cuenta de ello hasta que ya no lo tuve a mi lado—Tome mi teléfono para ver si habia un mensaje de el como todas las noches—.
—¿Le mando mensaje?—Dudosa mande el mensaje de buenas noches como todos los dias desde que se fue.
Mi esperanza a que contestara ya se estaba volviendo nula, todos los dias ignoraba mi mensaje y esta en todo su derecho. Apague mi telefono y lo coloque en mi buro.
No lograba conciliar el sueño, me hacia tanta falta, ocupaba sentir sus brazos alrededor de mi cintura, ocupaba sus besos, lo ocupaba a el.—Escuche como el telefono recibia un mensaje—.
—Por favor que sea diego.—Tome el telefono entre mis manos y volteo hacia arriba.
—Buenas noches diego, perdoname.
—Para de mandar mensajes Ana, nos hacemos daño, tu quieres estar con mi hermano y yo solo quiero estar contigo pero eso no es posible, tu amor no es dirigido hacia mi, se feliz con mi hermano..
—Diego por favor quiero hablar contigo, ¿dónde nos podemos ver?
—¿De que quieres hablar? de todo lo que oí o del beso, ana te amo pero la unica forma en que ustedes sean felices y no sufrir es alejandome para parar de amarte como lo hago, buenas noches ana.
—Buenas noches... creo.
Queria verlo y dejarme caer en sus brazos ¿por que no me di cuenta antes?—Mis lagrimas resvalaron por mis mejillas—.
Después de un rato logre dormir.
Por la mañana...
Me levante por la mañana y mire mi telefono desesperadamente con la esperanza de que el hubiera mandado un mensaje.
—¿Diego aun no contesta?
—Ayer contesto pero no quiere verme y esta en todo su derecho.
—No debiste aceptar ser su novia si estabas confundida ana.
—Ya no me digas Jennifer.
—Tienes que aceptar tus errores.
—Y los acepto y me arrepiento de no darme cuenta que lo amaba.
—Estás segura de lo que estas diciendo?—Dice Jennifer emocionada.
—Completamente.
—Ana que emocion, vuelve con diego y todo se arreglara.
—Ojala fuera asi de facil, diego no quiere verme y en todo caso de que volvamos no podre ver a la cara a don Nicolás y a don Fernando.
—¿Por qué?
—Por el pequeño problema que yo fui la que destrozó el corazon de diego y no se si don Nicolás lo volverá a aceptar.
