Lizzie.
—Estoy bien, Scarlett. Lo prometo.
Me senté en la cama con algo de ayuda, ella suspiró, se puso de rodillas y quitó mis zapatos y calcetines. Acomodó mis muletas y luego me ayudó con las almohadas.
—Eso no me prohíbe cuidarte un poco más, además, alguna vez seré tu esposa y tu la mía...
—No mi esclava o algo así —insistí, ella giró los ojos —. No debes atenderme porque pienses que es así, Scarlett.
—Amor, no tiene que ver con Ryan —murmuró y me quitó el cabestrillo con cuidado. Respiré profundamente y sentí la tensión en mi pecho.
Jodidas cirugías.
—Si tú lo dices... Te creeré, porque me duele mucho todo, y no quiero hacer nada —confesé. Ella hizo un puchero.
Tomó mi pierna con delicadeza, y me ayudó a acomodar todo con la altura que en doctor recomendó, mis padres se encargaron de adaptar esta habitación y pagar algo al internado para hacer otra remodelación, sin embargo Cumberbatch dijo que serviría en algún momento si tenían un estudiante que requiera de más atenciones en su habitación, supongo que puede ser cierto, de todas formas me iré en dos meses.
—¿Fue un día agotador? —preguntó y negué.
—Solo la mañana, verte en clases fue muy duro —bromeé. Ella giró los ojos, se recostó a mi lado un segundo.
—Verte en este estado es duro —susurró ella —. Me gustaría poder ayudarte a sanar pronto...
—Ya me ayudas mucho cuidándome tan maternalmente —dije yo. Ella sonrió.
—Intento evitarlo, pero soy madre, supongo que me he acostumbrado y no sé demostrar mi amor por ti de otra manera que no sea cuidando tu salud... ¿Qué dijo el doctor?
—Los exámenes de mi cabeza siguen bien, no hay nada extraño, costilla mejorando, pierna también. Unas semanas más y los puntos y corchetes se irán.
Ella sonrió.
—Me alegra saberlo, amor. Me gustaría poder acompañarte...
—Basta de culpas, Scarlett —pedí besando sus manos —. Ambas tenemos lo nuestro, y de momento mis padres están felices cuidando de mí y en la cabaña de James.
—Soy tu prometida, debo...
—No debes.
—Quiero —se corrigió y suspiré.
—Y lo agradezco, pero ambas sabemos que tu trabajo y tu maternidad requieren atención especial, tendremos toda una vida para cuidarnos la espalda y acompañarnos, por ahora... —observé el anillo — es lindo tener esto...
Ella asintió.
—Debo ir con los muchachos... Elliot ya acabó sus tareas, y Rose no disfruta tanto las caricaturas sin mí.
—Okay, ve —dije uniendo nuestros labios — Te amo...
—Yo más.
—Dile a ellos que también los amo —pedí.
La rubia sonrió, esa sonrisa honesta y alegre.
—¿Es en serio?
—¿Mhm? —pregunté desde la cama.
—¿Los amas?
—Son tuyos, y son un encanto, ¿por qué no los amaría?
Ella suspiró.
—Buenas noches, amor.
—Buenas noches, maestra Johansson.
Ella salió de la habitación y observé el lugar. Mi palacio, construído por mi hermano y ahora arreglado por mis padres.
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Laguna negra |Scarzzie|
FanficMaestra Johansson. Dedicado a la mujer que es demasiado suya para ser mía. [No se permiten adaptaciones]