16 | Lujuria salvaje, I

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⚠️ ADVERTENCIA ⚠️

Este capítulo tiene contenido +18/lemmon. Si este tipo de contenido no es de tu agrado, avanza al siguiente capítulo

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Recomendación: El capítulo se disfruta más con musiquita lenta y caliente. Si no tenéis ninguna canción así, aquí os dejo algunas recomendaciones que podéis encontrar en Youtube: "Daniel Di Angelo Tap Out", "Overthinking sad emotional trap", "Billie Eilish Therefore I Am"

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     • Mona pov's •

III. El sentimiento afrodisíaco.

     El tiempo se fue volando a medida que Scaramouche y yo hablábamos y nos divertíamos en la cita. Poco después de salir del cine la noche cayó sobre la ciudad y él me invitó a comer algo antes de despedirnos, y yo, ya habiendo aceptado mi realidad, no pude rechazar su invitación y le seguí con gusto hasta un restaurante muy bonito mientras seguíamos planificando cosas para hacer en el juego.

     Que el destino haya sido tan caprichoso como para hacer que Scaramouche y «xX_TheFWanderer69» fueran la misma persona es algo que al inicio me molestó mucho, principalmente porque en el momento del encuentro estaba muy resentida con el chico y con la forma en la que me había tratado tras el incidente en la heladería. Me parecía absurdo que mi mejor amigo de internet, ese que siempre me había dedicado palabras bonitas, me había tratado con cariño y siempre se había preocupado por mí, fuera en realidad la misma persona que el primer día de clases me trató como una basura a la que pensé que jamás podría aceptar como un igual, pero cuanto más hablo con él y más entiendo su forma de ser, me doy cuenta que Wanderer siempre estuvo ahí, oculto, y dándome señales sin que me diera cuenta.

     Son la misma persona, y aunque al principio me costó aceptarlo, ahora mi realidad me resulta bastante atractiva y me llena de curiosidad saber hasta dónde llegará este vínculo que tenemos.

     El color rojizo de las mejillas de mi amigo mientras me mostraba la pantalla de su celular, en medio de la comida, me dió una leve pista de hasta dónde llegaríamos y también me hizo entender que todo estaba en mis manos; y eso me hizo estremecer.

     Por un lado, su mirada me decía que tomase la decisión que tomase él la respetaría con gusto y no insistiría en caso que yo me pulsase el botón de «Cancelar reservación».

      Por otro, sus dedos se movían inquietos, como esperando a que yo pulsara «Confirmar reservación» para que dentro de unos minutos pudieran calmar el calor que crecía dentro de mí y que ahora me empieza a inquietar.

     Tras pensarlo por unos segundos, mi dedo índice se deslizó suavemente por su pantalla y luego le devolví el celular, provocando que sus mejillas volvieran a arder y obligándole a tomar agua para intentar relajarse; al mismo tiempo, su mano izquierda se levantó para pedir la cuenta y yo aproveché su distracción para revisar una última vez que el paquete de preservativos estuviera en su sitio.

     En cuanto salimos del local, empecé a caminar un paso por delante de él, siendo plenamente consciente de que mi andar se había vuelto algo torpe a causa de los nervios y los miles de pensamientos que inundaban mi mente con cada paso que daba. El entorno entonces pareció volverse una advertencia de lo que me deparaba en el hotel, pues todo me empezó a parecer parte de ese mundo adulto del que tanto desconocía; las luces rojas de los locales, por ejemplo, me hacían pensar en las rosas y en el significado pasional que tenían en el mundo del romance; la música que un grupo de chicos pasó escuchando por la acera contraria, aunque parecía suave, tenía una letra bastante erótica que cualquier persona habría tachado de obscena (yo incluída).

I need you, asshole [Mona x Scaramouche] | ValDonde viven las historias. Descúbrelo ahora