Capítulo 9

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Kimberly

Él me ayudo a ponerme de pie y salir del fango. Mi ropa estaba completamente sucia y pesada.

- Esto es tú culpa por se tan flacucho. Voy a matarte - le dije y él solo se rió.

- Asumo la culpa - dijo mientras intentaba limpiarse las manos en su ropa sucia pero fue inútil eso solo empeoro las cosas.

- Me siento asquerosa - me queje y Eliot me dedico una sonrisa.

- Te ves linda.

Ahí estaba otra vez con sus cumplidos. ¿Por qué no solo se comporta como un chico normal? Uno que no sonríe y no te dice que te ves linda cuando estas cubierta de barro. No podía ser fría con él cuando esta siento tan malditamente encantador todo el tiempo.

- ¿Qué te parece si vamos a mi casa a cambiarnos? Creo que tengo algo de ropa que podría quedarte.

No era la mejor idea del mundo pero era mejor que andar hasta mi casa tan incómoda.

La casa de Eliot estaba bastante más cerca que la mía. Era una bonita mansión campestre. Perfectamente pintada y cuidada. Nos encaminamos hacia allí.

- Así que eres el chico lindo adinerado - comente mirándolo, otra vez la sonrisa.

- No puedo creer que lo dijeras.

- ¿Decir qué?

- Que soy lindo - me miro y mire en otra dirección.

- No es la gran cosa. Además, seguramente te lo han dicho miles de veces. Apuesto a que muchas chicas te lo dicen y ya te lo crees - rodee los ojos.

- No soy creído - puso sus manos detrás de la cabeza en una postura relajada -. Te dije muchas veces que eres linda y no te veo actuar como si...

- Porque sé que no lo dices en serio - interrumpí - ¿Podemos dejar de hablar sobre esto?

Él se detuvo y me miro fijo.

- Si lo digo en serio.

Estaba a punto de replicar con un insulto vago cuando una voz femenina hablo detrás de mí. Mire a Eliot antes de volverme y su expresión relajada se había ido por completo, se veía incluso serio. Me di la vuelta. Una mujer alta y delgada con una larga melena de pelo rubio nos observaba con una sonrisa falsa. Estaba casi segura que estaba cerca de los cincuenta años. Sus ojos grises me estudiaron y lo mismo con Eliot.

Ella nos miraba desde el porche de la mansión como si no quisiera que avanzáramos. Al menos esa fue mi impresión, pero me sorprendió al oírla hablar con amabilidad.

- Buenas tardes - Dijo - ¿Qué les sucedió?

- Caímos en el fango - replico Eliot, no era exactamente cortante pero pude notar que la relación con esa mujer, su madre, no era buena.

- Vamos a lavarnos - me tomo de la mano y me llevo dentro de la casa sin darme oportunidad de protestar.

- Estamos ensuciando todo - Le dije y él no me hizo caso. Era la primera vez que lo veía actuar de esta manera, nunca me ignora ni me arrastra de un lado a otro tomando mi mano tan fuerte.

Me guió escaleras arriba hasta dentro de una preciosa y enorme habitación.

- Ahí está el baño, puedes bañarte si lo deseas. Te conseguiré algo de ropa así puedes volver a casa.

Asentí. Eliot parecía apresurado por sacarme de ahí. ¿Acaso le avergonzaba que su familia me viera? Sabía que todo lo que decía de mí no era cierto y aquí tenía la confirmación.

[3] I Hate You, Don't Leave Me (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora