La pesadilla.

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—A continuación, las noticias —me despierta el sonido de las sirenas que proviene de la televisión en contraste a la voz del presentador.

Me froto los ojos y miro a mi alrededor confundida —¿Me he dormido aquí?

—Una mujer joven ha sido encontrada sin vida esta mañana en la localidad de Vazzola —las noticias de la televisión suenan de fondo mientras trato de recordar lo ocurrido de la noche anterior— La víctima Tamara Allasio de 21 años, que cursaba segundo semestre en la facultad de diseño de moda de la universidad nacional de Treviso —se me hiela la sangre e inmediatamente agarró el mando de la tele y subo el volumen— Ha sufrido muerte cerebral en el dormitorio de su pareja esta misma mañana. Las circunstancias de este caso están siendo investigadas por la policía local —miró fijamente a la televisión cuando muestran una foto de Tamara sonriendo y el corazón se me va a mil por hora.

He soñado con ella....

Dios, esto no puede ser solo una coincidencia...

O, ¿Realmente no ha sido solo un sueño?

Siento un temor indescriptible al no poder creerlo. O tal vez solo sea que no quiero creerlo. Incapaz de dar con una explicación, me limito a mirar la televisión.

—No puede ser la misma chica... —digo para mí misma subiendo mis rodillas a mi pecho para abrazarlas.

—La policía está investigando la posibilidad de un homicidio, aunque no se descarta una condición no diagnosticada teniendo en cuenta el daño en sus funciones neurales. —termina por decir el presentador.

¿Qué demonios está pasando?

...

Me levanto del sillón con la garganta totalmente seca y el ruido de la televisión desaparece cuando voy a la cocina por un vaso de agua.

¿Daño neuronal? .... pero...

Abro el grifo del lavaplatos y me lleno el vaso de forma distraída haciendo que el agua se desborde del vaso.

A Tamara...se la comió

—Un monstruo —termino en voz alta mis pensamientos y cierro los ojos para tratar de olvidar lo que vi anoche con la idea de querer creer que fue solo un sueño.

—¿Evelin?

—Es imposible que eso haya sido real...

La causa de la muerte que cuentan en las noticias no tiene nada que ver en cómo murió en el sueño. Todo es solo una coincidencia.

Al menos es lo que intento creerme a mí misma.

—¡EVELIN! —siento como una mano cae firmemente sobre mi hombro y chillo de un brinco haciendo que el corazón me late como un tambor. Me doy la vuelta y veo a mi madre cerrando el grifo— ¿Por qué estás tan asustada?

Recupero el aliento y me llevo una mano al pecho, tratando de relajarme —¡Dios, mamà, menudo susto!

—No fue mi intención, hija. Estabas como ida. Te he estado llamando, pero no respondías. —señala con su mirada el lavaplatos que hay a mi lado— si hasta te has dejado el grifo abierto. ¿Qué te ocurre?

La preocupación de mamà hace que quiera llorar, pero retengo las lágrimas que brotan en mi interior. Quiero contarle todo lo que ha pasado. De verdad que sí. Pero... no puedo, no sería creíble.

Respiro profundamente, cerrando los ojos mientras exhalo

—No es nada... Estuve viendo una película de terror anoche...

Pesadillas NocturnasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora