JiSung lo miraba fascinado. La forma en que se movía en el escenario lo enloquecía. Dios, nunca se cansaría de verlo bailar. Era tan erótico presenciarlo allí, moviéndose al ritmo de la música, con esa sonrisa que hacía suspirar a las personas en el club. Sí, MinHo era absolutamente hermoso. Tenía el cuerpo de un dios griego.
En el escenario, MinHo lo buscó con la mirada. Sonrió al verlo sentado en una de las sillas del bar, pero frunció el ceño al notar que tenía un vaso de vodka en la mano. JiSung le sonrió y levantó la copa hacia él, tranquilizándolo y haciéndole saber que estaba bien. Él volvió a sonreír y decidió concentrarse en su baile.
MinHo no podía apartar la mirada de JiSung. De alguna manera, el hecho de saber que estaba allí mirándolo lo avergonzaba de una forma que nunca antes había sentido. Y eso lo hizo sonrojar. ¿Qué le estaba pasando para ponerse así de ruborizado?
JiSung le guiñó un ojo desde su lugar. Él sonrió y le devolvió el gesto. Lo vio reír y aunque no podía oírlo, en su mente juró escuchar la melodía encantadora de su risa. Sí, la risa de JiSung era lo más hermoso que sus oídos podían escuchar.
Lo vio sacar su celular del bolsillo y contestar una llamada. Luego pagó al barman y se levantó de la silla, alejándose un poco para poder escuchar mejor. MinHo suspiró aliviado, sabiendo que ya no tendría sus ojos sobre él, y se concentró en terminar su baile.
—JiSung, ¿dónde estás? HyunJin me ha estado llamando sin parar y preguntando por ti.
—Estoy en el club de strippers ahora, Felix. Necesito que...
—¡Oh, Dios! ¿Estás en el club y ni siquiera me invitaste?—dijo Felix ofendido—. Maldito, me las vas a pagar, ya verás...
—Lix, concéntrate — dijo exasperado—. ¿Cuántas veces te llamó HyunJin?
—Diría que como unas quinientas veces hoy — respondió, y él maldijo por lo bajo—. Sung, ¿pasa algo?
—Sí—suspiró—. HyunJin y yo tuvimos una pelea. Voy a pedirle el divorcio.
—¡¿Qué?!—exclamó Felix, y JiSung alejó el celular de su oreja—. ¿Cómo es eso de que le vas a pedir el divorcio? ¿Tan mal están?
—Sí. Resultó que al final, HyunJin realmente me estaba engañando y, bueno, ahora estoy saliendo con alguien más.
—Oh, qué hijo de puta — dijo con indignación.
—Lo sé—se rió—, pero ya no importa. Ahora me siento bien. Además, la persona con la que estoy me trata muy bien.
—¿De verdad?—preguntó, y notó su sonrisa en su voz—. ¿Lo conozco? ¿Es guapo?
—Sí, lo conoces. Y por supuesto que es guapo.
—Tienes que presentármelo, Han.
—Pronto, lo prometo.
—Ah, Sung. Tengo que decirte algo, acabo de recordar por qué te llamé —bufó.
—¿Por qué? — preguntó con curiosidad.
—Bueno, HyunJin rastreó tu celular.
JiSung palideció.
—¿Q-Qué? — tartamudeó.
—Sí, eso. Le dije que no sabía dónde estabas, así que le sugerí que rastreara tu celular.
—¡YongBok!—exclamó—. No deberías haberle dicho eso, maldición.
—Lo siento—susurró—. No sabía. Perdón.
—No importa—suspiró con cansancio—. Te llamo después.
JiSung colgó el teléfono y terminó de beberse el vaso de vodka de un solo trago. Luego se llevó los dedos a las sienes y se masajeó con fuerza.
—Mierda.
MinHo salió del escenario jadeando. SeungMin le tendió una toalla blanca.
—Gracias—susurró, tomando la toalla y pasándosela por el rostro y el cuerpo.
Estaba sudando. Después de cada función y de tanto bailar, siempre terminaba agotado. Caminó y tomó una botella de agua del suelo. La abrió y bebió todo el contenido de un solo trago. Luego se relamió los labios y salió por la parte trasera del escenario en busca de JiSung.
Se abrió paso entre la multitud de personas, ignorando las miradas de deseo que le lanzaban. En ese momento, solo tenía la mente puesta en JiSung. Lo buscó en el bar, pero ya no estaba sentado en la silla donde lo había visto antes. Escuchó su risa a lo lejos, se giró y lo vio hablando animadamente con HongJoong, uno de los strippers del club. MinHo apretó los puños y se acercó, pasando un brazo sobre sus hombros y besándolo en la mejilla.
—Oh, hola MinHo —sonrió JiSung—. Justo estaba hablando de ti con HongJoong.
—¿Ah, sí?—respondió con una sonrisa forzada—. Hola, HongJoong.
—Hola MinHo—le sonrió—. Bueno, JiSung, ya encontraste a MinHo. Un gusto conocerte.
—Igualmente, adiós — dijo, luego se volteó para quedar frente a MinHo—. ¿Cómo estás, lindo? Dios, estás todo sudado—apoyó sus manos sobre el torso del mayor y sintió la humedad—. Me gustas sudado.
—Y a mí me gustas mojado — dijo MinHo pícaramente, haciéndolo sonrojar.
—Cállate, pervertido — le golpeó el hombro, pero él solo se rió—. Min, estoy muy cansado, ¿sabes? Y bueno, seguramente tú aún tienes que quedarte a trabajar en el club. Tomaré un taxi y me iré al departamento, pero no te preocupes, puedo irme solo...
MinHo lo calló poniendo su dedo índice sobre sus labios y frunció el ceño.
—¿Por qué te quieres ir? ¿Pasa algo?
—No, no es eso — mintió, soltando una risita nerviosa que MinHo no creyó ni por un segundo—. Es solo que estoy muy cansado.
—No te creo. Dime la verdad.
—No pasa nada, MinHo.
—JiSung—le advirtió, mirándolo fijamente a los ojos, dejando claro que hablaba en serio—. ¿Me vas a decir qué pasa o tendré que sacarte la verdad por las malas?
—Yo... — JiSung bajó la mirada hacia sus manos, sintiéndose tímido—. No sé cómo decírtelo.
MinHo levantó su mentón con el pulgar y el índice, obligándolo a mirarlo a los ojos.
—Dime—exigió—, te escucho.
JiSung se mordió el labio nerviosamente y suspiró antes de hablar.
—Felix me llamó. Me dijo que HyunJin me estaba buscando y rastreó mi celular para encontrarme. Lo más probable es que esté por llegar al club.
De pronto, la expresión de MinHo se volvió dura y eso lo asustó. Rápidamente, lo soltó y JiSung notó cómo apretaba los puños con tanta fuerza que las venas se resaltaban en sus brazos. La ira parecía recorrer todo su cuerpo. Cuando miró a los ojos de MinHo, pudo percibir el odio que había en ellos, lo cual lo estremeció.
—Qué bien—susurró MinHo con una voz profunda—. Al fin podré conocer a ese idiota y romperle la cara.
—¡MinHo!
En ese momento, JiSung tenía miedo de lo que pudiera suceder si HyunJin llegaba.
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❝El Stripper❞ ➳『•MinSung•』
Novela JuvenilHan JiSung estaba a punto de casarse. Por lo que sabía, sus amigos habían contratado a un stripper para que le bailase en su despedida de soltero. Pero lo que nunca imaginó fue sentirse sexualmente atraído por aquél hombre. La noche era joven, y L...