S O L O S (Slenderman, Splendorman, Offenderman, Tenderman)

12 "El regreso"

Greta era todo lo que quedaba de su esposa, el ave había sobrevivido al golpe, pero anímicamente se sentía muy mal por haber perdido a su dueña de toda la vida.
Enterraron el cuerpo de Claire bajo uno de sus árboles favoritos de flores rosadas.

Frente a su tumba no se despidió, sino que le dijo: "No es un adiós, es un hasta pronto"

Durante días, Badulf intentó contactarse con su espíritu, pero no hubo resultados. Quizá la depresión, estaba inhibiendo sus habilidades.
Poco a poco comenzó a sentirse como antes se sentía, aquella luz ya no estaba a su lado.
Todos se sentían apagados, el hogar ya no era un hogar, ahora era un lugar vacío, sin luz que lo iluminara. Todos tuvieron que irse luego de todo lo que pasó en el pueblo, ya no eran bienvenidos y ahora eran perseguidos, odiados a pesar de haber brindado su ayuda en más de una ocasión, así es como se lo devolvían.
Antes de irse, Badulf les dejó la cabeza del asesino y secuestrador de niños arriba de la mesa en la jefatura de Policía, junto con una nota que decía:

"Son tan inútiles, creen falsos cuentos, tuve que matarlo por ustedes, pero su ineficiencia se llevó la vida de mí esposa. Ya no habrán niños desaparecidos, pero hice su trabajo, espero aprendan la lección. Padres irresponsables y autoridades incompetentes. Sigan rezando, pero eso no les dará un milagro. Su Dios los ha abandonado"

La nota tenía indicaciones del lugar en donde estaban los cadáveres. Todos se seguían preguntando si acaso el autor de la nota no era el verdadero responsable, pero los niños dejaron de desaparecer y las mujeres podían estar tranquilas nuevamente. 

Las hojas de dibujo se llenaron de polvo con el paso del tiempo, el piano dejo de sonar, y las melodías no regresaron, en aquel hogar que habían tenido que abandonar, aquel que habían levantado con tanto esfuerzo. Nuevamente, podían sentir que caían en picada. 

Regresaron a su antiguo hogar en Irlanda, sabían que el demonio Exsan creía que estarían en otro sitio. De todas maneras, no tenían a dónde ir, pero pensarían en algo.
Al llegar, les sorprendió encontrarse con Erkin tomando vino, tirado en una silla. El lugar era un asco, se notaban sus ausencias. Algunas ratas corrían por el lugar. 

— Vaya, vaya, hasta que deciden regresar a casa — Les dijo Erkin — ¿Qué los trae por aquí, falsos hermanos? ¿Y quién es la bella jovencita? — Se refería a Kaila, que estaba callada junto a Félix.

— La pregunta es ¿Por qué regresaste tú aquí? — Le preguntó Dustin.

— Jajaja, realmente este no es mi hogar, solo estoy de paso. Tengo muchos lugares en donde quedarme a dormir, con mujeres hermosas, pero ese es otro asunto. Quiero saber que sucedió con ustedes todo este tiempo. Me intriga, nada más es eso. 

— Es una larga historia... — Se miraron entre ellos desanimados.

— Tienen cara de funeral. Sentí sus energías en Francia y luego en America. Realmente me dio pereza ir a buscarlos, de todas maneras, sé que no me quieren cerca — Se puso de pie tambaleándose, con la botella en la mano, había bebido mucho — Yo lo que quiero saber es quien es esta bella mujer — Se acercó a Kaila e intentó tomarle la mano, pero Félix se puso al medio.

— No te atrevas a tocarla con tus asquerosas manos — Le dijo, con el rostro transformado en puro odio - Mantente alejado de ella. 

— ¿Y a esté mocoso qué le pasa? ¿Ya no eres el niñito feliz?

Félix estaba realmente disgustado, pero Kaila lo tomó del brazo y le dijo que se calmara.

— Tranquilo, cariño, solo es un borracho — Los hermanos ya le habían hablado sobre él — No vale la pena tratar con alguien como él.