Capítulo 36.

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Más traiciones se cometen por debilidad que por un propósito firme de hacer traición.

François de La Rochefoucauld



Dante se quedó en silencio observando a Sasha esta se sentía presionada ante su mirada penetrante ella le veía con un aire un poco diferente que antes, ahora lo veía mucho más autoritario y seguro de sí mismo tanto que parecía otra persona

- Supongo... Creo que supongo muchas cosas - Susurro Sasha confundida

- No es bueno suponer las cosas, por eso estoy dispuesto a escucharte - Dante tomo asiento a su lado, le dio un cálido abrazo - Yo... Supongo que estuviste angustiada durante mi reclusión hospitalaria

- No lo llames así. Ahora estas mucho mejor...

- ¿Eso piensas? Constantemente mis piernas no funcionan, pero debo caminar fue demasiado tiempo que estuve inactivo y mis hijos son tan estúpidos que pueden destruir esto en menos de un año

- ¿Tan poca fe les tienes?

- Los amo, pero no son gente seria y no quiero arriesgarme. Dejemos a un lado mis cosas, me interesa que ha hecho todo este tiempo libre

- Trabajar y estar atenta, el señor Bodganov lo sabe

- No necesito preguntarle, te creo - Interrumpió - Como también sé que el padre de tu hija te está buscando, tu aún no se traga el cuento de que soy ¿Cómo era?

- Pero...

- Hay cosas que no puedes ocultarme, lo es todo

- Yo no...

- Confía en mi como yo lo he hecho en ti 

- Desde ese día siempre me he preguntado ¿Porque lo hiciste? Sé que eres inteligente y eso no fue un accidente

- No lo recuerdo - Mintió, levemente recordaba el momento solo que no estaba seguro de lo que pasó

- ¿No recuerda nada? - Pregunto asombrada

- No, solo sé que estaba fumando y leyendo algo, después de eso no recuerdo - Dante saco su celular y comenzó a revisar su twitter

- ¿Sabes que con solo escribir en esta maldita red social que voy a vender Pasternak Private Management Limited el mercado enloquecería? - Comento Dante absorto en su celular - Me encantar ser asquerosamente rico...

- No me interesa saber que tan rico eres, lo importante es.... ¿No recuerdas limpiar tus armas?

- No, cariño, hasta allá no llega mi cerebro... Bueno - Dante levanto la cabeza para mirarle un segundo - No que yo sepa, eso ahora no es importante. Voy a resolver el problemita con el padre de Olivia ¿Que pretende ese idiota? Desaparece 4 años y ahora quiere hacerse cargo

- Tu tampoco eres el mejor prototipo paterno que digamos

- Al menos alimente a mis hijos, tal vez no estuve ahí en ciertas cosas, pero en otros si

- No soy nadie para reclamante esas cosas, pero mis cosas punto y aparte - Sasha se levantó enfadada, Dante le sujeto de la muñeca

- ¿De verdad vamos a comenzar el día así? Vamos a cenar

- No puedo, tengo cosas que hacer

- ¿Cómo qué? - Pregunto interesado - o mejor ¿Con quién? - Dante apretó su agarre

- Dante me lastimas... - Sasha intentó zafarse

- No me mientas... Puedo saberlo todo y creo que lo sabes muy bien - El sonido de la perilla de la puerta hizo que Dante recobrara la postura, rápidamente Sasha tomo una distancia considerable

- ¿Quería vernos señor Pasternak? - Gideon asomo la cabeza

- Primero cállate y segundo largo de aquí, no quiero ver tu cara de idiota... Y tú Sasha, espero que me estés diciendo la verdad o tendrás problemas graves

- Si señor

- ¿Que esperan? ¿Quieren una taza café? ¡Largo de aquí!

...

22 SEPTIEMBRE

NUEVA YORK, EE. UU

Bartolomé y Dante caminaban por las calles de West Side, recién había llovido dando inicio la temporada de otoño, Dante aun caminaba algo "cojo" aun no recuperaba en su totalidad la movilidad en su cadera y le dificultaba caminar, pero trababa de callarlo. Ambos caminaban por la acera mojada con un ambiente frio, sus manos estaban escondidas en sus abrigos

- ¿Porque te distanciaste tanto de todos? - pregunto Bartolomé sin verle, Dante solo le dio un vistazo -Irte a la villa que tienes a las afueras de Pensilvania no fue un acto prudente

- Necesitaba recupérame bien. Tu sabes que no estaba en mis cinco cabales

- Hice lo que me pediste, seguí a tu chica, encontré al cabron ese...

- ¿y lo de mi hija? Sé que lo que me paso tiene que ver con eso

- ¿Me estás diciendo...?

- No fue un suicidio. Solo lo sabes tú... Trato de recordar, pero... - Bartolomé se detuvo para mirarle

- ¿Que recuerdas?

- Que intentaba encender un puro, necesito que me ayudes en esto. Me siento raro, confundido... - Bartolomé les dio un leve apretón a los hombros de Dante

- Voy ayudarte, siempre voy hacerlo no lo olvides.

- ¿Cómo va el mal educado de tu hijo?

- ¿Theodoro? No lo sé. Supongo que bien, no quiere saber nada de mí y no voy hacer mérito para que lo sepa

- Si claro, eso es sencillo ¿Cómo esta Marcus?

- Bien, trata de progresar desde el lugar donde le enviaste

- Solo es un niño como problemas de autoestima, nada más... Yo pasé por peores cosas, a su edad comía carne dura con las ratas, en cambio él lo tuvo todo, ingreso a los 17 a la universidad, yo tuve que esperar a entrar al ejército para hacerlo... Lo único que espero de él es un poco de lealtad

- En un mundo de locos, lo último que hay es lealtad. No le exijas a un chivato de veintitantos que te la de porque te aseguro que hasta duda en haberse casado

Dante saco el celular de su bolsillo

- Creo que debemos volver a la oficina

- ¿ahora? - Pregunto Bartolomé incrédulo

- Si, ahora, hay un asunto que debo resolver

- ¿Qué es eso tan importan...? - Dante le mostro un artículo desde su celular

Pasternak: Un pésimo historial medico

- Marcus quiere seguir siendo el antihéroe, ahora le daré una verdadera razón para llorar.

La Atrocidad De Sus  Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora