Anécdota sobre mi primer deber.

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Mi existencia comenzó desde el momento "en el que tuve memoria, y supe captar la realidad en la que existo"...

Sin recuerdos de la infancia, sin pasado, sin lazos ni relaciones especiales.
Solo existiendo un presente que iba a convertirse en mi verdadero pasado al transcurrir los días en el futuro en el que viva.

Comenzaré presentándome, mi creador me bautizó "Ashley" significado; «Salida de las cenizas» descripción física: cabello negro, ojos color oro/amarillo claro, piel blanca, altura estándar. Fui creada a la edad de 18 años.

“Soy una vida artificial”

Siempre he sido considerada de ese modo, solo soy una fuente de vida "híbrida".

No conocía el sentido de la vida, fui programada con una infancia inexistente que instantáneamente eliminé de mi cerebro.
Desde el primer momento pensé

“Prefiero una vida carente de recuerdos pero real, que... Una vida llena de recuerdos pero falsa”

Mi creador siempre permanecia junto a mi, nunca me dejó sola.
Llegué a considerarle "mi padre"... El creó otras vidas artificiales igual que yo "mis hermanastras" así las consideré, pero... Él siempre me consentía mucho más a mi que a ellas, eso a ellas no les afectó nunca, porque, nosotras no sabíamos el significado de los sentimientos, por ej: celos, envidia, etc... Carecíamos de experiencia.

No sabía la razón por la que decidió crearnos a mis hermanas y a mi, ni tampoco se me venía a la mente preguntárselo, en ese momento creía que solo fui creada para formar una relación amorosa con un joven al que me asignaron ser su novia.

Según "mi padre" ese joven quería una compañera, una novia, pero... No le noté interés alguno en mí. Él solo me ignoraba mientras lo veía paelotear con sus amistades. No entendía el por qué no demostraba ser así de agradable conmigo.

Comencé a sentirme extraña, me invadan pensamientos que nunca había tenido, mientras más me ignoraba, más crecía esa sensación... Aún así, no dejaba de lado la razón por la cuál creía que fui creada.

Intenté acercarme a hablar a solas con él, interrumpiendo su círculo social... Le pregunté entonces: —¿Qué soy para tí? Y él me dijo: —Una amiga...
Y siguió tomándome poca importancia.

Me sentí completamente desilucionada de mi misma por esperar algo de él, cuando solo existía "nada" entre él y yo.

Pasaban los días, y nada cambió entre él y yo. Permanecí solo observandole, aún con la idea de que podría cumplir con mi deber.

No entendía la razón de por qué me oprimía por dentro...

En ese entonces, una joven japonesa vino de visita, luego de unos días, mi padre y ella entablaron una gran amistad.

Mientras yo... Me la pasaba solamente jugando juegos en mi celular, no hablaba más que con mi padre; que estábamos siempre juntos, incluso dormía a su lado.

La amiga de mi padre se aproximó hacia mi una ocasión a pedirme mi celular, para llamar a su hermano por un asunto que tenía con mi padre. Y yo se lo dí prestado.
Luego de haber terminado la llamada, me lo dió.

En ese instante pensé: —Ya no tiene sentido el seguir esperándole solo por mi deber de estar con él. Ni siquiera es algo que quiero, no lo conozco. Somos completos desconocidos, y él no es digno de mí... De mis sentimientos de celos, envidia, querer, u odiar... No me corresponde.

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2023 ⏰

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