Capítulo 48: Historia en dos movimientos/Freezes vs. Powermoves/

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Respiro y la lluvia que cae sobre Seúl se burla de mí. Lo intento mejor. Cada bocanada de aire es como un hilo imaginario para no caer del todo, para no enloquecer en mi propia oscuridad. Corro cuando ese autobús se detiene en la señal en rojo del semáforo.

Alcanzo la entrada al metro y me calo más la gorra sin importar el desastre que es mi ropa. Hace cuatro meses que encontré este lugar y si las personas de la vía tres supieran que el andén es mi casa actualmente, estoy segura que le tendría que decir adiós al poco cobijo junto a las vías. No importa, esto es mejor que convivir con ese cerdo.

Ya ni siquiera recuerdo cuando todo comenzó, solo sé que solía llorar hasta que el sueño me vencía finalmente. Mi madre parecía no querer escuchar mis gritos, aun cuando era obvio que para él su hijastra era más que un adorable juguete al que hacerle más que caricias.

La última vez que los vi tenía diecisiete, desde entonces las calles se han convertido en mi hogar. He ido de lo peor a lo relativamente habitable y solo una cosa se ha mantenido constante y de eso Lee Joon Ho ha sido el único responsable.

—Llegas tarde Sam—mi mejor amigo intenta sonar enojado pero la sonrisa lo traiciona mientras me baja más la visera de la gorra.

—No demoré tanto. Afuera llueve a cántaros.

—Ya déjate de excusas y afina hoy. Ese chico del rap lo ha vuelto hacer.

Tuerzo el gesto. Ese principito presumido que hace un mes frecuenta el metro ya comienza a cabrearme. Solo se queda mirando las evoluciones como si fuera un experto y luego le pide permiso a Big Cloud para que lo deje sacar unos minutos de rap que lo delatan totalmente.

Qué hace alguien con ese nivel mendigando junto al underground. Esa es la parte más extraña. Él es quién deja las mayores propinas. He dejado de bailar cuando está presente y eso me ha hecho mal. No se puede ser tan orgulloso cuando se vive de la caridad ajena, pero cada vez que el dichoso chico está presente, sufro como una especie de bloqueo y simplemente dejo a los otros B-Boying hacer.

Es frustrante pero hoy no me queda de otra. Tengo que comer o el disfraz del chico Sam dejará paso al esqueleto de Samantha.

—Eh, que bueno que llegan. Aprovechemos que hay lluvia para hacer un buen show.

Sé a lo que se refiere Big Cloud, cuando habla de utilizar el agua. Cerca del final del andén una pequeña piscina se mantiene a la espera que alguien sin amor por la gravedad se atreva a conquistarla. Miro a Lee bajo la visera de mi gorra y casi sonrío.

Let’s break…—digo con algún que otro resto de acento irlandés y soy la primera en probar la atención de la audiencia.

Hago varios movimientos sobre todo de free style. Lee y los otros no tardan en unirse en una rutina que recientemente hemos montado. Turn Up the Music de Chris Brown llena el lugar mientras hago el flying a la par de Lee.

Es mi turno de hacer un solo. Dejo que mi cuerpo encuentre a la música. Cada movimiento de mis brazos y piernas, cada gota de agua deslizándose en una burbuja perfecta que me encierra con facilidad. No puedo evitar sonreír cuando la gente corea por más. Hoy es un buen día.

Termino la rutina con el corazón acelerado. Es hora de que Big Cloud pase la gorra para recoger las ganancias. Estoy feliz hasta que ese chico que ha venido el último mes aparece con una sonrisa gigante en el rostro que ni siquiera el cubre bocas que trae puede ocultar. Voy a escapar de allí como es la costumbre. El chico Sam ya hizo su trabajo y podrá cenar al menos una decente hamburguesa esta noche.

—Tenemos duelo ¿Quién se apunta señoras y señores? —grita Big Cloud desde uno de los bancos en el andén.

—¿Quién es el retador? —pregunta alguien y el muchacho delgado que recién apareció en el underground da un paso al frente. Otro más alto lo sigue detrás con una sonrisa irónica que le dibuja hoyuelos en la cara.

•INCO13PLETE •© MYG#1BSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora